En 2018, un informe de la UNESCO anticipaba que, hacia 2050, el 75% de los empleos estarían relacionados con el campo llamado STEM: ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (por las iniciales de esas palabras en inglés). Pandemia mediante, la aceleración de la digitalización y automatización de los procesos productivos está marcando el ritmo de la generación de nuevos empleos.
“De cara al futuro, todos van a tener que tener
conocimientos tecnológicos y las universidades ya se están adaptando para
incluir materias de tecnología en todas las carreras”, asegura Aldo Kazakevich,
CEO de bdt global y miembro de la Comisión Directiva de la CESSI, la cámara de
la industria del software.
"En los últimos 5 años solo la industria de IT produjo
15.000 puestos nuevos de trabajo por año para cubrir, y las universidades
generan 7.000 graduados anuales. Es decir que hay un déficit del 50%",
informa.
Para cubrir esta brecha es necesario sumar vocaciones: “Hay
que fortalecer la enseñanza de las ciencias duras desde edades tempranas",
asegura Nicolás Schenquerman, gerente regional de Matific, una plataforma para
el aprendizaje de matemáticas.
"La incorporación de la gamificación aplicada a las
matemáticas mejora la relación de los alumnos con los números, los ayuda a
perder el miedo a equivocarse y los incentiva a encontrar su vocación”, agrega.
Programación
“La pandemia normalizó la contratación de talento en
cualquier parte del mundo. Hay una lucha por encontrar perfiles en
programación, ciencias de datos, creación de videojuegos y en diseño para el
metaverso”, señala Ingrid Zuñiga, directora de Comunicaciones de Platzi, una
plataforma de educación tecnológica en español.
Con base en la programación, aparecieron especializaciones
de alta demanda. Entre otras, inteligencia artificial y aprendizaje automático,
marketing y estrategia digital, automatización de procesos, seguridad de la
información o internet de las cosas, según lista Carolina Pérez Mora,
cofundadora de Egg, empresa argentina de educación y tecnología. “La formación
en herramientas de desarrollo de software es el primer paso para adaptarse a
las necesidades digitales del mercado”, afirma.
Un perfil fundamental en la economía digital es el llamado
“product owner”: “Hoy todos los unicornios en el mundo se pelean por llevarse
los mejores de este perfil”, advierte Kazakevich. Es un perfil que conoce de
procesos del negocio, pero también de tecnología, por eso “es difícil de
encontrar, aunque ahora hay muchas carreras nuevas que combinan tecnología,
administración y negocios”.
Otra especialidad emergente es la de “experiencia de
usuario” (UX). “En el diseño UX intervienen diseñadores de interfaces,
investigadores, redactores, desarrolladores de software y analistas de negocio,
con el fin de generar experiencias que ayuden a las personas a lograr sus
objetivos o resolver sus problemas”, explica Eduardo Díaz, de Educación IT. Su
rol es el de UX Writer, una tarea que toma como referencia al “copywriter”, el
redactor creativo de las agencias de publicidad.
Por otro lado, "cada vez hay más aplicaciones, sistemas
y plataformas que requieren testeo de calidad", aporta Kazakevich. Por eso
crece la demanda de "testers".
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