Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

miércoles, agosto 08, 2012

¿Qué camino debo tomar para salir de aquí?

Alicia, la del país de las maravillas, le pregunta al gato (también el del país de las maravillas): “¿Quieres decirme, por favor, qué camino debo tomar para salir de aquí?” La respuesta que obtiene es una respuesta simple: “Eso depende mucho de a dónde quieres ir”. “Poco me preocupa a dónde ir”, dice Alicia. “Entonces, poco importa el camino que tomes”, replica el gato.

¿Quo Vadis? ¿A dónde quieres ir tú? ¿Tu empresa? ¿Tu comunidad? ¿Tu país?…¿Lo sabes? Tal vez pienses que, con todos los problemas que tienes o tenemos, lo mejor y lo único que se puede hacer es ir capeando el temporal hasta que éste amaine. Con ello probablemente, lo que ocurrirá es que el nubarrón sea cada vez más y más negro.

Además te sientes solo y pienses que “no te entienden”, que “no valoran” lo que estás haciendo. No te siguen. La gente está quemada y no hay manera de hacer que se comprometan. “Con la que está cayendo y no ven que lo que hay que hacer es apagar el fuego, los fuegos”, te repites. “Si me entendieran y me hiciesen caso, todo iría mejor”, insistes para ti. Tienes claro que sin su compromiso, difícilmente saldréis adelante. Entonces te preguntas, ¿Cómo…? ¿En qué medida te están funcionando las estrategias actuales para inspirar a las personas? ¿En una escala de 1 a 10? No llega a 10, ¿verdad? ¿Cuatro, tres…? ¿Qué podrías hacer alternativamente que hiciese que tu respuesta fuese 10?

Aún no sabemos ni qué ni cómo, pero por un momento imagina que mañana, o incluso hoy mismo, se produce algo extraordinario. Algo que tiene un impacto extremadamente positivo en el nivel de entusiasmo de las personas en tu organización, empresa, comunidad, o incluso en la sociedad, en el mundo. Sigue imaginando…tal vez necesites dejar de seguir leyendo este artículo. Sobe todo, sigue imaginando…Ha ocurrido algo extraordinario y…¡Imagina! ¿Qué dirían las personas que estás haciendo que no hayas hecho anteriormente? ¿Qué harían que no estén haciendo actualmente? ¿Qué sería posible desde ese entusiasmo renovado?

Lo más probable es que estuviesen sintiendo que el trabajo que hacen les permite crecer y cambiar a nivel personal, tener autonomía, y sobre todo sentirse parte de un proyecto con propósito. Sentirían que pueden, a través de su trabajo, honrar sus valores personales y expresar creativamente su talento. Explorarían abundantes posibilidades y colaborarían estrechamente, compartiendo un sueño colectivo. Se arriesgarían con coraje, para seguir encontrando el camino que les lleve a donde tú les has propuesto, mediante una visión inspiradora y con sentido.

Les habrías explicado con honestidad cual es la situación actual, cuales son las dificultades y retos a los que os enfrentáis. Al mismo tiempo les habrías invitado a liderar creativamente con el propósito de hacer lo que realmente importa, colectivamente. Estarías compartiendo el liderazgo con todos.

Mantendrían su mente, su corazón y su voluntad abiertos de par en par a la escucha colectiva. Se llevarían a cabo conversaciones profundas, donde todas las voces encontrarían el espacio para expresarse. Nadie se sentiría marginalizado. Todos podrían convertir sus quejas en peticiones. Nada se quedaría enquistado. Habría tiempo para la reflexión, y tiempo para la acción, en este orden. La energía fluiría, dejaría de estar estancada. Se equilibraría la acción en el corto plazo para impulsar el desempeño, con la estrategia a largo plazo para un impacto positivo en el mundo. Buscaríais “dejar huella”, trascender.

Las relaciones entre todos serían generosas y auténticas. Todos estarían dando lo mejor de sí mismos, aportando pasión, iniciativa y creatividad. Y con ello, los resultados serían extraordinarios, y sobre todo significativos, con sentido. Los viernes, antes de ir de fin de semana, se celebrarían los éxitos de la semana. En lugar del típico, “menos mal que es viernes”, se oiría algo así como: “tomamos una cerveza”. Tu mismo te sentirías genial, lleno de energía y plenitud.

Todo esto es imaginado, sí. Pero al imaginarlo ya es, de alguna manera realidad. ¿Te gustaría llevar a tu grupo, equipo, empresa, comunidad, país…a un lugar así? Entonces imagina ese lugar, decídete a ir hacia allí, porque el camino importa, si sabes dónde vas.

Y le dijo el rey (también en el país de las maravillas): “Comienza en el principio, y continúa hasta que llegues al final: entonces detente.”

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