Ser un adicto al trabajo o un workaholic no es una
novedad dentro de las empresas o instituciones, muchas personas muestran estas
tendencias patológicas debido a múltiples razones como:
- Carencia de vida social.
- Problemas de índole psicológica.
- Adición al reconocimiento.
- Personas con altísima orientación hacia el logro, metas propias e impuestas.
- Deseos de superar expectativas que existen en torno a él.
Se dice que cuando el empleado es
workaholic resulta ideal para los jefes pues es usado como un ejemplo de
dedicación y constancia, compromiso y sentido de pertenencia; pero que sucede
cuando el jefe es el workaholic. La realidad es que el panorama es
diferente, ya que los empleados o colaboradores bajo su cargo o supervisión no
experimentan la misma percepción y el horario de trabajo termina siendo
“un verdadero infierno” o como en otros lados se conoce tienes colaboradores
que se siente “Ana Guevara” o sea que se son más exactos que el reloj en su
salida.
El resultado de esto es un
ambiente pesado de trabajo el cual se ve reflejado en la disminución de la
calidad de los resultados y del desempeño de quienes conforman los equipos de
trabajo, incrementando la rotación del personal y lo más grave la fuga del talento.
Si tú eres un líder de área y
consideras que este tipo de síntomas se encuentran en tu departamento
o negocio puedes considerar los siguientes:
1. 24 horas. Aunque sea muy difícil de creer eso es
lo que dura el día ni más ni menos, existe una frase o tema sobre “la
administración del tiempo” la cual es incorrecta ya que el tiempo no se
controla sino las actividades.
2. Horas laborales. Debemos de respetar el
horario de los colaboradores, tanto sus horas de entrada como su horas de
salida y solo cuando se requerido solicitar que se queden más tiempo de lo
normal. Por desgracia la costumbre es quedarse 30 minutos o más después de su
horario de salida lo cual los jefes lo ven como algo habitual lo cual lleva a
la frase “No te quedas más tiempo de lo normal”.
3. Recreación. Es importante fomentar tanto con su equipo de
trabajo como con sus compañeros de trabajo o jefes de otras áreas la
oportunidad de crear momentos de convivencia fuera de la oficina lo cual
fortalece los lazos laborales y el compromiso, pero es importante que estos
eventos no se hable del trabajo para poder disfrutar el momento.
4. Planing. Un buen líder procura mantener una lista de
pendientes importante y urgente para que evitar acordarse en minutos antes de
terminar la jornada de trabajo y precisamente en días viernes o sábado, ya
que aunque la gente se quede no lo hace con gusto promoviendo un ambiente
de estrés y disminución de la calidad de trabajo. Los jefes con
tendencia workaholic suelen ser exigente con el horario de entrada más no con
el horario de salida y es aquí cuando se hacen de la vista gorda.
5. Fines de semana. En algunas empresas la
semana laboral es de lunes a viernes y en otras los sábados se trabaja medio
día, pero en estos días tan especiales se debe respetar el tiempo personal,
salvo que sea una urgencia de vida o muerte, no se debe interrumpir. Recuerda
que el fin de semana también es para ti y que no puedes tener los pensamientos
en dos lugares y es mejor disfrutar lo que se hace en el momento.
“Para manejar adecuadamente
tus actividades, requieres de autodisciplina y de autocontrol más que cualquier
otra cosa” Brian Tracy.
Si bien es cierto hay muchos tips
sobre este tema, pero comenzar con estas cinco te ayudarán a bajar el estrés en
el ambiente de trabajo y mejorar sus relaciones humanas con su equipo de
trabajo mismo que se reflejará en los resultados del día a día, pero sobre todo
tú imagen como líder cambiará.
El Sofá de Lalo. Lalinsky18
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