Sus propios protagonistas explican el enorme crecimiento de esta profesión durante el último año.
Los Community Managers (CM) protagonizaron el 2010. De ser un nuevo actor digital en 2009, del que poco o nada se sabía, pasó a transformarse en el principal protagonista y encargado de la interacción que poseen las empresas con sus clientes (y potenciales) en Internet.
La inclusión de un CM en las empresas pasó a ser una necesidad. Se volvió “imprescindible” para esas marcas que buscan aprovechar las herramientas de marketing en redes sociales, y con ello posicionar su nombre en la red. En cambio, sólo una “opción” para aquellas que aún no se convencen de ese potencial.
Su importancia creció tanto durante el año que ahora “resulta ridículo si una empresa no los incluye en sus estrategias”, se atreve a asegurar Dominique Bignon, CM de la agencia Play Producciones.
A juicio de la periodista, el crecimiento de esta profesión forma parte de un proceso natural que se inició con la aparición de las redes sociales y su posterior uso dentro de las estrategias de marketing.
Y es que las redes sociales y los nuevos medios online se han convertido en importantes plataformas de comunicación e interacción. Basta con nombrar los más de 600 millones de usuarios activos que posee Facebook en la actualidad o las 100 millones de nuevas cuentas que sumó Twitter, sólo el año pasado.
Gracias a las comunidades digitales,”ahora tenemos información de primera mano sobre nuestras marcas, podemos realmente leer nuestra reputación, saber sobre nuestros procesos, el éxito de un lanzamiento o de una campaña”, dice Dominique.
Cristian Guajardo, CM de la Vicerrectoria de comunicaciones de la Universidad Andrés Bello, explica de manera similar la explosión de estos actores durante 2010: “Las personas están hablando siempre de las marcas, éstas se dieron cuenta y ahora necesitan gestionar de alguna forma esas conversaciones”.
En este sentido, “El CM ha sido la persona por medio de la cual buscan cultivar el interés del consumidor”.
Clientes y CM, unión imprescindible
Un Community Manager es la nueva forma que tienen las empresas de llegar a los consumidores. Esa ha sido su principal tarea. ¿Pero es esta función algo de lo que se pueda prescindir hoy?
Definitivamente no, responde Ignacio Chehade. “Querámoslo o no el trabajo de un CM se ha transformado en una necesidad. A estas alturas del partido, la pregunta para las empresas no debería ser ¿tenemos uno no?, sino ¿cuándo partimos?”.
Su experiencia en el cargo le hace pensar que las empresas que no se integran a las redes sociales serán sobrepasadas por aquellas que sí lo hacen.
“No tener participación con una persona capacitada para este trabajo es dejar que tu marca sea arrastrada por una cascada. Lo inteligente es saber surfearla y no quedarte fuera”, asegura.
Sin embargo, el profesional lamenta que a pesar de la importancia que posee contar con un interlocutor que se integre a estas redes e interactúe directamente con los consumidores, aún hay empresas que no confían mucho en las nuevas tecnologías.
Como resultado, “destinan muy poco presupuesto a algo que es tan fundamental como su imagen permanente en la red”.
De todos modos, tanto las empresas que confían en ellos, como los propios communities tienen mucho trabajo por delante.
Falta proyectar a las organizaciones en los entornos de participación en red, se deben monitorizar las conversaciones sobre la propia marca y sector, pero sobre todo, hay que cambiar la cultura corporativa que aún no acepta por completo la necesidad de contar con este cargo.
Por lo menos, las experiencias vividas durante 2010, nos hacen estar seguros de una cosa: los CM seguirán creciendo durante los próximos años, y -si así lo decide el mercado- se quedarán para ocupar un lugar definitivo en las empresas.
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