Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

lunes, mayo 03, 2010

Llegan los geos para empresas

Ofrecen los servicios temporales de altos ejecutivos con mucha experiencia y especialización. El sueldo mínimo de estos ejecutivos es de 800 euros al día y no pueden quedarse en la empresa.

Suena el móvil que está sobre la mesa de la piscina de uno de los más lujosos hoteles de Mikonos (Grecia). Ángel (nombre ficticio) contesta. Como si se tratara de una película de James Bond, alguien le dice: "Tenemos una misión para ti en Madrid. ¿Cuándo tengo que estar allí?", responde con la misma celeridad que un soldado ante el anuncio de la batalla. Pero la suya es una misión empresarial.
Ángel es un interim manager y quien le reclama es Executive Interim Management (EIM), una multinacional que se encarga de proveer de altos ejecutivos a empresas que tienen problemas y cuyas cúpulas directivas necesitan refuerzo de personal especializado.

A primera vista, parece que se trata de directivos temporales y el concepto de precariedad rápidamente acude a la mente. Nada más lejos de la realidad. "Nuestros ejecutivos cobran como mínimo 800 euros al día y hemos llegado a pagar 2.000 en ocasiones muy concretas", puntualiza Óscar Perreau, presidente de EIM España y antiguo interim manager de EIM Francia. Conocido el dato, es mucho más fácil comprender por qué estos ejecutivos no demandan un contrato fijo que les ate a un jefe, una silla y los mismos problemas un día tras otro. Frente a ello, prefieren la adrenalina que les corre por las venas cuando se enfrentan a retos en las empresas y volver a sus idílicos descansos cuando llega la rutina.

Esta curiosa forma de trabajo surgió en Holanda en los años setenta del siglo pasado. La consultora Boer&Croon, similar a las multinacionales como Accenture, pero con actividad sólo en aquel país, comenzó a tener unas curiosas demandas de sus clientes. Pedían que los empleados de Boer&Croon, que les diseñaban los planes anticrisis, se quedarán en la empresa para ayudarles a implantarlos. Eso derivó en lo que actualmente se denomina interim management. Algo así como un geo de la empresa. Los encargados de abordar misiones complejas, rápidas y con efectividad.

Dado el éxito de la fórmula, la consultora Boer&Croon intentó replicar su negocio fuera de Holanda. "Eran desconocidos fuera de su país y no cuajó el intento", explica Óscar Perreau, director general de EIM en España. Volvieron a intentarlo, pero en esa segunda ocasión de la mano de una de las grandes empresas de cazatalentos del mundo, Egon Zehnder Internacional. Así nació Executive Interim Management (EIM).

EIM llegó a España en 2001 y eligió para dirigir la filial a uno de sus antiguos geos: Óscar Perreau, que en 1995 había trabajado para Ferrys a través de la filial de EIM en Francia. "Desarrollar el negocio en España no fue fácil", explica el directivo. Para los empresarios españoles el concepto de interim manager no era fácil de entender. "La mayor reticencia fue la edad de los candidatos. "¿Me va a traer usted a alguien de 60 años, cuando es el tipo de gente que yo quiero eliminar?", era la frase que más escuchó Perreau al principio. Otros pensaban que el directivo interino era una especie de servicio de pruebas. Si les gustaba el candidato pedían incorporarlo a la plantilla. Pero eso no es posible. Tanto EIM como en el resto de sus competidores incluyen en sus contratos cláusulas que penalizan a las empresas que contraten a sus directivos.

Poco a poco el negocio fue cuajando. En la actualidad, las grandes empresas de cazatalentos también ofrecen altos ejecutivos temporales. Y si atendemos a lo ocurrido en el resto del mundo, lo mejor está por llegar. "En las crisis es cuando se ha dado el boom de este negocio en otros países", explican. Está claro, es el momento en que las empresas tienen que afrontar más problemas y hay más miedo a hacer contratos fijos y, sobre todo, hay más directivos de alta formación disponibles. "No es porque estén desempleados, sino que la mayoría han montado despachos profesionales que les dejan margen de actuación" apunta Perreau.

Fuente: Público.es

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