De acuerdo con Udemy for Business, la demanda de cursos
relacionados con la comunicación empresarial se ha incrementado en un 1.585%. Y
es que el 75% de la población padece ansiedad o nerviosismo al tener que hablar
en público. Para ello, practicar en entornos "seguros", planificar
las prácticas e introducir modificaciones, ampliar los entornos y empatizar con
la audiencia son los pasos para superar el miedo a hablar en público.
Hablar en público es el gran reto al que se enfrentan
millones de personas en su día a día. Asimismo, es una de las habilidades más
demandadas en la actualidad por las empresas, que buscan grandes portavoces que
sepan no solo comunicar, sino también transmitir, y, sobre todo, vender. De
acuerdo con el estudio 'Tendencias de aprendizaje en el entorno laboral
2021´, elaborado por Udemy for Business -el producto de Udemy para
aprender destinado a entornos laborales-, la demanda de cursos relacionados con
la comunicación empresarial se incrementó un 1.585% en 2020.
Sin embargo, se estima que un 75% de la población
padece sentimientos de ansiedad o nerviosismo al tener que hablar en público, lo
que se conoce como glosofobia. “Debemos entender que hablar
en público es un músculo, es algo que se entrena. Muy poca gente nace sabiendo
hacerlo”, afirma Leo Piccioli, experto en oratoria e instructor
en Udemy for Business. “De alguna manera venimos al mundo con un stock
de vergüenza, una cantidad que tenemos que gastar, pasándola. Y la única forma
de perderla es encontrando espacios adecuados para hacerlo”.
Por ello, Udemy for Business, de la mano de Leo Piccioli,
revela los 4 pasos para superar el miedo a hablar en público.
- Practicar
en entornos “seguros”. La práctica es la base del éxito en oratoria y
es la clave para perder la vergüenza. Todos hablamos en público
diariamente sin darnos cuenta y una reunión familiar o de amigos puede
convertirse en la oportunidad ideal para practicar. Empezar por contar una
historia o una anécdota en esos entornos “seguros” nos va a ayudar a
encontrar nuestra propia voz, a descubrir los matices que nos hacen más
potentes y nos dan más herramientas.
- Planificar
las prácticas e introducir modificaciones. Plantéate previamente
qué será lo que cuentes en la próxima reunión (ya sea de trabajo, con
amigos o familiar) e introduce en cada ocasión una variación en el
discurso. Prueba a hacerlo de pie, sentado, jugando con las voces o
hablando de diferentes temáticas. Si hacemos siempre lo mismo, obtendremos
los mismos resultados y no estaremos prevenidos para diferentes
situaciones y contextos.
- Ampliar
los entornos y ambientes. Una vez hemos practicado en repetidas
ocasiones en entornos “seguros”, podemos comenzar a abrirnos a nuevos
escenarios. En este paso, deberemos identificar lugares de bajo riesgo,
reuniones sociales más amplias o espacios donde apenas nos conozcan, como,
por ejemplo, micrófonos abiertos. Deberemos estar atentos y observar cómo
nos escuchan para ir incorporando mejoras a nuestros discursos y
garantizar que nuestros mensajes lleguen al público.
- Empatizar
con la audiencia. En general, cuando hablamos en público es
porque tenemos algo que aportar a la audiencia, por lo tanto, debemos
entender que estamos ahí para ayudarlos. Por ello, antes de dar nuestro
discurso es recomendable conversar con algunos de los asistentes, escuchar
lo que les preocupa y observar sus interacciones. No solo conoceremos
mejor a nuestro público, lo cual nos ayudará a eliminar en cierto grado la
vergüenza, sino que podremos adaptar ligeramente nuestro mensaje para que
tenga un valor mayor para ellos. Con esto, eliminaremos el temor a contar
algo que no sea relevante o perder su interés.
Siguiendo estos pasos conseguiremos deshacernos
progresivamente de la vergüenza y los nervios y mejorar nuestra capacidad para
hablar en público. Una habilidad que continuará ganando peso ante la creciente
demanda por parte de las empresas.
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