Las tecnologías digitales sociales, las redes internas y externas,
están provocando profundos cambios organizativos que se traducen en nuevos
modelos de negocio y grandes oportunidades de mejora y de
innovación. Posibilitan nuevos mecanismos de relación y colaboración que están
al alcance de cualquier empresa y están cambiando las reglas empresariales de
forma tan radical que quedarse al margen de esta tendencia es el más claro
síntoma de decadencia y muerte empresarial.
La empresa 2.0. no es una “bonita” filosofía, ni siquiera una
opción, es la única forma de supervivencia empresarial. Pero, a menudo
vivimos grandes cambios sin que parezca que nada cambia a nuestro
alrededor. Y aunque la forma que tienen de entender las empresas nuestro
trabajo y las reglas de gestión están sufriendo una modificación sin
precedentes esto no será fácil de percibir por sus profesionales ni
siquiera para sus directivos.
La digitalización social será la próxima revolución que vivirán nuestras
empresas y exigirán nuevos directivos y profesionales socialnetworkers.
Cada sector, cada negocio, vive a su forma este fenómeno, pero de forma
poco consciente y silenciosa cambia nuestros roles profesionales y esto entre
otras consecuencias produce que cada vez más profesionales devengan poco útiles
en los nuevos entornos son: las víctimas de la digitalización.
La revolución interna: conectar y aprender para innovar
Hay cosas del pasado que debemos enterrar en el pasado para siempre,
porque bloquean nuevas formas de ver el futuro y esto es especialmente cierto
en lo que hace referencia a lo que sabemos de productividad, mejora
organizativa, aprendizaje, el rol del talento conectado: las diferentes caras
de la innovación digital.
La digitalización supone que tendremos que aprender a convivir con
nuevos conceptos como los entornos personales de aprendizaje,
aprendizaje social, equipos de mejora e innovación virtuales,… , para poder
mejorar nuestras organizaciones e innovar.
Tendremos que manejarnos con nuevas estructuras organizativas las
Comunidades, que servirán para conectar el talento con múltiples fines,
que nos forzarán a olvidar la organización y el liderazgo que conocíamos.
El proceso de digitalización que supone pasar
de organizaciones jerarquizadas, con funciones delimitadas, con una
elevada especialización, con una estructura de supervisores que controlan,
planifican y toman las decisiones que otros cumplen, a organizaciones más
planas y flexibles basadas en roles complejos que conectan talento en múltiples
equipos (comunidades virtuales) para innovar más rápidamente será uno de los
procesos más complejos de cambio a los que se puede enfrentar una organización
y cualquier directivo.
Pues este proceso requerirá un nuevo directivo el socialnetworker con
unos nuevos valores (transparencia, colaboración, conector,..) con expertise en
nuevas áreas relacionadas con el aprendizaje social y la innovación en red.
Las ganancias serán muy numerosas, pero el precio que deberemos pagar,
en la medida que el cambio de rol sea muy exigente, será la no
adaptación de muchos de los colaboradores, mandos y directivos a los nuevos
modelos y valores culturales.
La revolución externa: la empresa
abierta
Internet crea un nuevo ecosistema que potencia que haya
muchas herramientas y enormes recursos en la red, por lo que muchos
procesos de la empresa se realizarán en red a unos costes muy bajos y de forma
más eficiente e innovadora, reconvirtiendo el funcionamiento de nuestras organizaciones
públicas y privadas. Y el protagonista de este nuevo ecosistema es el socialnetworker que
entiende las nuevas reglas y sabe jugar con ellas.
El socialnetworker utiliza la red social para crear
relaciones donde compartir este conocimiento, para hacerlo evolucionar
como base fundamental de su trabajo para buscar y encontrar clientes, socios,
proveedores, empleabilidad, eficiencia, creatividad, ideas, conocimiento y
desarrollo personal basándose en la filosofía de compartir. Pero sobretodo
es la principal fuente de innovación de la empresa.
La empresas que no sean abiertas dejarán de ser empresas .
La empresa abierta es aquella que es permeable a su entorno, es capaz
de interaccionar con sus clientes, proveedores, knoemads -nuevos tipos de
empleados-, agentes sociales e incluso competidores de forma que
obtiene beneficios mediante estrategias de colaboración.
Las empresas abiertas requieren un nuevo tipo de trabajador del
conocimiento que necesita de la red social para optimizar su trabajo y
renovar su conocimiento para crear o mejorar bienes o servicios: el socialnetworker.
Los socialnetworkes serán indispensables para muchas
empresas, ya que las organizaciones requieren “resultados superiores e
innovación” y esto para muchas profesiones requerirá interaccionar en la red.
La influencia en la red será parte fundamental del valor en muchas profesiones
y un aspecto básico del directivo.
Nuestras empresas requerirán que sus directivos que no son nativos
digitales sean influenciadores sociales no sólo para fenómenos como el employer
branding o como potenciador de marca o de relación comercial, sino cómo
una manera de poder entender la evolución de los negocios en su sector y no
quedarse atras.
¿Cómo evitar los daños
colaterales de la digitalización?
Las organizaciones aunque no lo percibamos están apostando
por culturas organizativas más innovadoras basadas en trabajadores más
creativos, proactivos y con una elevada contribución a los resultados y no
renunciarán a ello. Y pedirán a sus directivos que avancen de acuerdo con el
ritmo que la innovación les exige.
De forma silenciosa la mayoría de profesiones de cuello blanco y de
cuello azul, relacionadas con diferentes sectores, sentirán el impacto de la
digitalización sobre su rendimiento y estas exigencias se habrán
multiplicado en unos pocos años y sentirán cómo la naturaleza de su
puesto de trabajo habrá cambiado de forma radical debido a esta digitalización
de su entorno.
Nuestro futuro profesional es nuestro. Lo razonable es que todos nos
pongamos la obligación profesional de intentar seguir siendo profesionales. No
es nada prudente dejar esta responsabilidad en manos de nuestra empresa, de
hecho ésta suele ser la forma más absurda de suicidio profesional.
La tan deseada y venerada cuenta de resultados depende de la
innovación organizativa y esta involuntariamente produce daños
colaterales en muchos profesionales: incertidumbre, angustia e inadaptación.
Estas son las duras reglas sobre las que no puedes actuar, te sugiero que actúes
preparándote para lo inesperado, que seas tú, si puedes, más rápido que el
cambio.
Vivimos tiempos apasionantes y líquidos, tiempos de cambios de paradigma
y nuestro ámbito profesional no está exento de estos cambios. No
dejemos que la revolución 2.0. sea demasiado rápida para nosotros. Demos la
bienvenida a estos nuevos roles y a estos nuevos trabajadores que están
llamados a configurar el futuro: los socialnetworkers en la nueva
Era Digital.
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