El doctor Vicente Simón es psiquiatra y catedrático de Psicobiología en la
Universidad de Valencia y uno de los mayores conocedores del mindfulness en
España, impulsor de esta disciplina en nuestro país.
¿Cuáles son las claves del
mindfulness?
La clave principal es prestar
atención al momento presente. Yo tomo cada vez más el mindfulness como una
forma óptima de funcionamiento cerebral, eso en su sentido más amplio, porque
por sus orígenes se puede asociar a una religión, a una filosofía, pero en el
fondo son mecanismos para que el cerebro funcione óptimamente. Es poner la
atención en el momento presente, en cada instante, vivir plenamente lo que
estamos viviendo.
¿De qué manera nos ayuda el
mindfulness?
Nos ayuda porque va cambiando el
funcionamiento cerebral y nos hace poner, por decirlo de alguna manera, las
cosas en su sitio. Normalmente, estamos demasiado marcados por el presente y
por el futuro y ésta es una forma de centrarse en lo que estamos viviendo.
Sorprende la fuerza que están
cobrando las disciplinas ligadas, de una u otra forma, a la salud mental, ¿tan
mal estamos?
Yo no creo que estemos tan mal,
aunque puede haber una parte que sea verdad, simplemente es que toca. En la
evolución de la Humanidad toca un cambio de conciencia y, por lo tanto, es un
movimiento global, no considero que pertenezca ni a la Psicología, ni a la
docencia, ni a la sanidad, ni a nada, es una cosa de toda la sociedad y ahora
la Humanidad está suficientemente madura para que esto suceda. Eso sí, el
hecho de que estemos mal ayuda, la gente está más motivada a cambiar, porque se
buscan soluciones.
¿Seremos capaces de reconciliar
la salud física con la mental, con la vida en general?
Es lo que deberíamos hacer, si
seremos capaces o no, el tiempo lo dirá. Yo creo que esto es algo que va lento
pero que va seguro. Además, creo que el ser humano no tiene otra salida,
cambiar y adaptarse a una circunstancia nueva y tiene un cerebro
suficientemente potente para hacerlo, la cuestión es que lo haga. En mi
opinión, estamos asistiendo a un gran cambio, lo que no sé es cuánto tardará,
pueden ser necesarios dos siglos para que las cosas cambien, pero a lo mejor no
y en cincuenta años se haya avanzado en esta línea.
Oímos mucho esa frase de que la
salud empieza en uno mismo, pero ¿cómo se consigue esto?
El cerebro funciona bien cuando
está en equilibrio. En el fondo, la salud es como una integración, funciona de
manera integrada y cuidarse a sí mismo es un requisito para que todo funcione
bien, por eso se pone ahora tanto el acento en la autocompasión, es una forma
de cuidarse, el cerebro y el cuerpo. Lo normal es que queramos estar bien, la
cuestión es que sepamos poner los medios para ello. No lo tenemos fácil, ni por
el tipo de cerebro que tenemos, ni por la sociedad, ni por los mensajes que
recibimos.
Por ejemplo, el concepto de
felicidad que se tiene es equivocado pero la sociedad nos bombardea
continuamente con ese mensaje y cuando estás haciendo algo que no te lleva a la
felicidad, pues no llegas a ella. Hay que cortar con muchas cosas y dedicarse
más a la parte interna de uno mismo, mirar hacia dentro no hacia fuera. La
felicidad no es lo material, por mucho que nos lo repitan en los mensajes que
recibimos.
Decía usted en un artículo que el
mindfulness es el camino hacia la sabiduría y la compasión…
Sí, en el budismo son las dos
grandes referencias. Ellos dicen que el pájaro del “darma” (la doctrina, la
tradición…) tiene dos alas, la sabiduría y la compasión, y sin las dos alas no
puede volar. Son dos caminos confluyentes en un solo sitio. El ser humano
parece ser que está programado para comprender las cosas, es la sabiduría, y
para querer a los demás, que es la compasión.
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