Oprah Winfrey ha sabido aprovechar su habilidad ante las cámaras para consagrarse en televisión y, desde ahí, dirigir su carrera profesional a otras actividades. La situación económica obliga a las empresas a buscar empleados con iniciativa, ganas de trabajar en equipo y, por supuesto, curiosidad para proponer nuevos temas. Todo ello, según Rosaura Alastruey, directora de Proyectos Tic, “provoca que la información sea poder. Así pues, es importante compartir y ser más social”. Es decir, crearte un nombre. Y como recuerda Enrique Alcat, director del programa de comunicación del IE Business School, “la marca personal o te la construyes tú o te la construyen los demás”. Su objetivo es que el mercado, la sociedad y tu entorno te reconozcan por una serie de atributos, valores y características muy concretas sin necesidad de tener que dar muchas explicaciones.
Puesta en práctica
El modo de dar visibilidad y comunicar tú trabajo, motivaciones y expectativas no se puede improvisar. Alfonso Alonso, socio director de la consultora ADS, explica que lo primero es querer aparecer en escena. Para cambiar la percepción que tienen de ti debes empezar por hacer un ejercicio de introspección. Después “el profesional debe aprender a usar todo tipo de información, la confidencial y la compartida. Para ello, ha de tener en cuenta qué tiene que decir y cómo hacerlo”, comenta Alonso. También hay que alinear los objetivos profesionales y los de la compañía.No se trata de ser un pelota, sino de ser congruente en el posicionamiento que haces de tu marca.
Asimismo, antes de empezar a labrarte un nombre los expertos aconsejan averiguar si tu iniciativa es aceptada en la organización. “Ser políticamente correcto en las formas te ahorrará posibles disgustos. Conviene asegurarse de que a tus jefes y compañeros no les molesta que emprendas ese viaje, de lo contrario pueden ponerte muchas trabas por envidia o pensar que vas de listillo”, opina el socio de ADS.
Otro de los aspectos que hay que definir es a quién dirigir los mensajes. Alastruey considera que “deben enfocarse tanto a empleados como a superiores. Si se encaminan sólo a los jefes puedes crear una imagen de individualista y trepa”. Alcat también avisa de que la visibilidad excesiva puede resultar peligrosa, porque puede confundirse con publicidad o propaganda.
“La visibilidad excesiva puede ser peligrosa, porque se confunde con propaganda”
Las herramientas para convertir esas intenciones en acciones concretas son confianza en uno mismo, responsabilidad, serenidad e iniciativa constante y “no pensar nunca que hemos llegado a la meta, porque relajarse es el primer síntoma de empezar a debilitar tu marca”, dice Alcat.
En el plano práctico Alastruey señala que las nuevas tecnologías son un buen apoyo. Aplicaciones como Note-It que integra un bloc de notas electrónico, Delicious para crear listas de favoritos compartidas, Trello para organizar información o Yammer como herramienta de microblogging privada e interna son buenos aliados para elaborar tu estrategia.
El 'meme como' herramienta
El término meme hace referencia a ideas que saltan de mente en mente –sobre todo a través de internet– que calan en grandes colectivos. Como es lógico, esta tendencia también puede aplicarse al desarrollo de la imagen personal. “Vamos hacia una comunicación sintetizada y masiva y estos mensaje impactantes y que se viralizan rápidamente pueden ser una herramienta de trabajo importante”, dice Rosaura Alastruey, directora de Proyectos Tic, que añade que “si el ‘meme’ sabe aportar valor añadido y conectar con nuestras necesidades más básicas, ya sean de pertenencia a una comunidad o de seducir al público, pueden enganchar y, por tanto, favorecer la creación de esa marca profesional”. Para Alfonso Alonso, socio director de la consultora ADS, la estrategia para usar los ‘memes’ es que respeten una serie de reglas como que sorprenda, que sea creíble, que vaya a la esencia y que sea fácil de recordar”.
Errores más habituales
- Querer ser más social puede llevarnos a extralimitarnos. Hay que destacar pero sin fingir. Sé consciente de tus limitaciones.
- No saber valorar las críticas constructivas de superiores y compañeros. Ir de ‘listillo’.
- Prometer y no cumplir. Las falsas expectativas menoscaban tu imagen.
- No saber elegir el medio adecuado y quedar en evidencia.
- Primero actuar y después pensar. Por ejemplo, colgar algo en la red de lo que luego te arrepientes.
Ángela Méndez
No hay comentarios:
Publicar un comentario