El consejero delegado apuesta en su compañía por la agilidad, la integridad, la confianza y la innovación.
El mundo del software de gestión es uno de los grandes desconocidos para el común de los mortales. Sin embargo, multinacionales, pymes e instituciones públicas dependen de este tipo de aplicaciones para administrarse correctamente. Una de las empresas líderes en este sector es Sage España, una compañía que facturó 131,8 millones de euros en 2010 y que cuenta con 360.000 clientes en España, de los cuales 17.000 son asesorías que dan servicio a casi 1,5 millones de empresas.
Santiago Solana (Madrid, 1968) se encuentra al frente de la empresa como consejero delegado desde hace un año y medio, tras un largo recorrido en el mundo del software y el hardware. "Mi vida profesional ha tenido tres etapas diferentes. La 1.0, cuando terminé la carrera. Como era un joven ingeniero de telecomunicaciones ambicioso aposté por la consultoría en EDS, IBM y Microsoft. Luego Internet me sedujo y provocó mi época 2.0 en la que estuve cuatro años trabajando en dos iniciativas diferentes en las cuales aprendí mucho y muy rápido. Fue una especie de máster en tiempo real. Y por fin aterricé en la fase 3.0, la actual, en la que decidí centrarme en el sector de la tecnología de la información. Primero trabajé en Oracle y por fin llegué a Sage".
Esta amplia experiencia profesional ha hecho de Solanas un ejecutivo tranquilo, reflexivo y seguro de sí mismo. Los términos que más se repiten en su vocabulario son: ágil, integridad, confianza, sencillez, facilidad e innovación. Para Solanas estos términos son la columna vertebral de Sage y su objetivo es que cada uno de sus clientes sea consciente de ello. Por otro lado, el consejero delegado también tiene claro cómo deben ser sus subordinados. "Las personas con las que trabajo tienen que tener pasión, ser responsables y ser conscientes de las consecuencias que pueden tener sus decisiones, han de saber trabajar en equipo y tener la capacidad de emprender".
Esta última afirmación no sólo es un detalle para Solanas. "Mi puerta siempre está abierta a las propuestas y potenciamos que los trabajadores presenten iniciativas para mejorar nuestro servicio a los clientes. En Sage somos muy conscientes de que nuestro capital sólo es humano. Lo que fabricamos y los servicios que prestamos dependen de nuestros trabajadores y por eso, habitualmente, apoyamos sus iniciativas".
Cercanía
Otro de los pilares de la compañía de software de gestión es la cercanía, tanto con los clientes como con los empleados. "Somos conscientes de que para dar un buen servicio es necesario que los empleados de Sage estén a gusto con su trabajo, tienen que disfrutar con él, conocer a sus compañeros y que exista un diálogo abierto y continuado entre ellos y con los directivos de la empresa".
Solanas es consciente de que la cercanía es un concepto intangible y por eso, cuando llegó a su puesto, emprendió una suerte de roadshow de tres semanas en el que conoció y dialogó con cerca de 1.300 de los 1.400 empleados de la empresa. La transmisión de las líneas directrices de la empresa desde los puestos ejecutivos es esencial para Solanas. "La cultura de una compañía es el comportamiento de sus líderes", comenta el consejero delegado.
En cuanto a los clientes, la compañía apostó en 2009 por un servicio llamado Sage Contigo. "Esa fue nuestra gran respuesta ante la crisis para las empresas. Nos sirvió para acercarnos más a las necesidades de nuestros clientes. El pasado año fiscal invertimos 15 millones de euros en esta iniciativa y este año han sido 10 millones. Los clientes han confiado en nosotros, les ha gustado y hemos conseguido muy buenos resultados".
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