Fortalezas. El eje del capitalismo del siglo XXI se está desplazando al continente asiático. China fue la economía desarrollada que más creció en 2021. Récord de comercio exterior y de superávit de la balanza comercial.
El sustancial incremento de la productividad en China se refleja en el
crecimiento de sus exportaciones que llegaron a un nuevo récord en 2021.
Morgan Stanley señala que el producto asiático se expandiría
desde US$33 billones en 2021 a US$39 billones en 2023, lo que significa que
excedería los US$34 billones del Hemisferio Americano y US$26 billones de
Europa.
Esto es igual que afirmar que en los próximos dos años la
economía asiática aumentaría US$5,4 billones, mientras que en las Américas lo
harían solo US$4,8 billones y US$2,9 billones en Europa.
La clave de la disparidad creciente entre
Asia y los otros dos grandes espacios del sistema capitalista mundial es
el aumento extraordinario de las exportaciones, encabezadas por las de la
República Popular, que se han expandido más de 30% en 2021, mientras que el
producto creció 8,1% anual, el mayor nivel del mundo.
Lo notable es que éste auge fenomenal de las exportaciones
no responde al aumento de la demanda mundial, que solo crece 1,2% anual en la
etapa post-pandemia, sino al alza excepcional de la productividad, lo que
implica que tiene un carácter permanente y acumulativo, y
constituye un nuevo escalón histórico del proceso de acumulación capitalista
del siglo XXI.
El cálculo de Morgan Stanley es el siguiente: la
productividad asiática – aumento del producto por encima de la tasa de
inversión en capital – crecería más de 3% anual en 2021 y 2022, y 4,5% en el
año en la República Popular.
El monto de esa tasa de inversión lo determina el
nivel de endeudamiento de una región o de un país en un año
determinado; y el mercado financiero chino, centrado en Hong Kong, Shenzhen y
Shanghái, es el segundo más líquido y profundo del mundo después del
norteamericano, cuyo eje es Wall Street; y sus tasas, debido a la liquidez y
profundidad del sistema, tienen niveles cercanos a cero, y van a
permanecer en esa condición en los próximos 5/10 años.
El incremento de la productividad en China, que es el
sustento de más de 70% del aumento de sus exportaciones, coincide con una reducción
significativa de su nivel de endeudamiento, que ha sido recortado en más de
10 puntos porcentuales en la relación deuda/PBI, llevándola a 283% del
producto.
Hay una política de ajuste generalizado en la República
Popular, destinado a reducir el endeudamiento y aumentar la productividad; y al
mismo tiempo se despliega en gran escala una política antimonopólica que
afecta sobre todo a las grandes plataformas digitales, encabezadas por Alibaba.
Lo que ha ocurrido en la República Popular es que la
productividad ha crecido, mientras el endeudamiento ha caído; y el
nivel de deuda es el que determina la tasa de inversión en capital.
Lo que indica esta ecuación es que esta disparidad ha sido
cubierta por el auge de la productividad, que es el más importante que ha
experimentado la economía china desde el ciclo expansivo 2003/2007, que fue,
hasta ahora, el mayor de la historia asiática, y sobre todo china.
Esto equivale a afirmar que ha comenzado un nuevo
ciclo expansivo de la economía de la República Popular, y por extensión del
continente asiático.
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