Éste título que podría perfectamente vincularse a cuestiones contables es, en nuestra actividad, la moneda corriente con la que nos encontramos trabajando ya que en todos los clientes hay un nivel de diversidad (diferencias) aceptado y otro rechazado.
Los temas sociales que, aún hoy, resuenan en los medios de comunicación, y refuerzan las cuestiones vinculadas con la aceptación o no del otro y el reconocimiento concreto de su valor en tanto nos acerca nuevos esquemas de pensamiento, posibilidad de innovación, ruptura de esquemas e idealmente propuesta de nuevas posibilidades.
Hace poco tuve ocasión de ver el corto Día y Noche de Pixar, el mismo también me recordó a For The Birds, también de Pixar.
Ambos vídeos, además de lo divertidos y claros que resultan, permiten, con la distancia que nos propone la animación, la reflexión acerca de qué nos pasa como individuos y como organización (grupo) con aquello diferente y cuáles pueden ser las consecuencias beneficiosas o perjudiciales de un buen o mal manejo de las mismas.
En nuestra opinión no se trata de unificar y pretender que tales diferencias no existen, más bien resulta útil considerar en términos personales y grupales ¿cuáles son las diferencias que permitimos? ¿Cuáles rechazamos? ¿Qué hacemos con ello?
Preguntárnoslo es el primer paso para visualizar aquellos patrones mentales que orientan nuestra opinión y si nos permitimos ese ejercicio, probablemente podamos tener mucha más claridad sobre los juicios que tenemos en relación a otras personas; también es posible que nos permita construir espacios de comunicación más sinceros e idealmente capitalizar la diversidad para beneficio de todo el grupo de trabajo y el negocio.
Fuente: Marino-Etchevers
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