Un joven necesita saber idiomas y demostrar sus habilidades sociales para encontrar trabajo. Las multinacionales prefieren licenciados sin experiencia para darles su formación.
El desempleo juvenil, que ha sido uno de los desencadenantes de estallidos sociales en Grecia y Túnez, se ha convertido en un síntoma de los tiempos desde que comenzara la crisis. La Organización Mundial del Trabajo estima que la mitad de los desempleados del mundo son menores de 24 años de edad y que la tasa de paro entre jóvenes dobla al mismo índice entre adultos. El Instituto de Empresa considera que la única opción para un recién licenciado a la hora de buscar empleo es diferenciarse del resto mediante sus habilidades sociales.
Las empresas valoran la inteligencia emocional, la facilidad para trabajar en equipo y el espíritu de sacrificio por encima de los conocimientos técnicos de los recién licenciados, según se recoge en un informe elaborado por el IE University y la consultora de comunicación Kreab Gavin Anderson sobre una muestra de 38 empresas procedentes del IBEX 35, del ranking Best places to work y Merco empresas 2010. "A las grandes compañías les importa más formar a personas que a técnicos", afirma Francisco Mata, coordinador del informe y decano de estudios de grado de IE University. "Se observa un cambio de tendencia hacia las exigencias de la empresa estadounidese, donde lo que cuenta es la propia personalidad del candidato". El decano de la IE University anuncia el fin de la era de los oficinistas grises: "El empresario quiere gente nueva, que aporte ideas frescas desde el primer día y que se comprometa con el proyecto".
Esta actitud proactiva es una de las debilidades del candidato español, que según la encuesta tiene como asignaturas pendientes la autoexigencia, movilidad geográfica y capacidad de sacrificio. Sin embargo, ganamos la carrera a los anglosajones en aptitudes como la puntualidad, la sinceridad y la capacidad de aprendizaje. Precisamente este último punto es uno de los elementos claves en el cambio de mentalidad del contratante. Las multinacionales buscan un perfil interdisciplinario porque estiman que un licenciado que se ha interesado por distintas áreas de su profesión aprende más rápido y se adapta mejor a los cambios.
El 51% de los encuestados prefiere contratar a un titulado sin experiencia en otras compañías, una tabula rasa. De esta manera, su especialización provendría casi exclusivamente de los cursos que imparte la compañía y los nuevos trabajadores se modelarían a su medida. En cuanto a su formación anterior, el 94% de las empresas afirman que no toman en cuenta si la universidad de los recién licenciados es pública o privada, pero les importa el prestigio del centro. "La empresa considera que una buena universidad extrema los filtros para la selección de sus estudiantes y eso les garantiza un mejor candidato", explica Mata.
España, la puerta de Europa a Iberoamérica
Los idiomas siguen siendo un punto fuerte en el currículum de cualquier candidato, pero no es suficiente con hablar inglés, francés y portugués [las lenguas más demandadas en España]. Hay que tener un perfil internacional.
"Muchas de las compañías que operan aquí, consideran España como la puerta que conecta Europa con Iberoamérica. Necesitan empleados dispuestos a dar el salto. Alguien que se sienta cómodo en un ambiente internacional, que pueda sacar provecho a las posibilidades que ofrece otro entorno y que sepa tratar con gente de culturas diferentes", señala el decano de la IE University. "Un estudiante que haya cursado una beca Erasmus o Leonardo saldrá privilegiado con respecto al resto".
El mercado demanda titulados en Administración de empresas, ingenieros, licenciados en Finanzas y Derecho, pero no les ofrece oportunidades de oro. En los últimos tres años, la beca y el contrato en prácticas han sido los regímenes de contratación más habituales y se prevé que continuará siendo así durante el próximo lustro.
Fuente: elpais.com
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