Aún así debemos vigilar pues nos estamos olvidando de un punto muy importante. Las organizaciones que ya están en el mercado nacieron un día gracias a personas que fueron emprendedoras. La crisis real es que muchas de estas empresas han aparcado esta actitud, y esto sí es grave.
La actitud emprendedora es aquella que hace que una persona con un sueño –puede ser suyo o no- tenga la suficiente pasión para tirarlo hacia delante y sobretodo, que pase a la acción para ofrecer al mercado una solución que dé respuesta a algún problema o satisfaga una necesidad que el mercado esté dispuesto a comprar.
Entendiendo esto, debemos ser capaces de separar y gestionar el riesgo que esto puede implicar. Un emprendedor asumirá un riesgo personal, un riesgo financiero y sobre todo, el riesgo de crear un nuevo espacio donde crearlo. Es decir, si hablamos del mundo económico, crear una empresa y generar riqueza.
Por contra, las empresas ya existentes, que nacieron con persones emprendedoras, deben recuperar este espacio para emprender dentro de si mismas y deben ofrecer oportunidades al talento interno que ya disponen, facilitando que los propios empleados emprendan, asumiendo la empresa una parte importante del riesgo. Es decir, deben potenciar los intra-emprendedores.
Debemos hacerlo, desde la coherencia y por dos motivos principalmente
- Mantener la esencia emprendedora que hizo crecer a la organización y así, ofrecer nuevos mercados, nuevos retos, nuevas idees y buscar soluciones que puedan hacer recuperar aquella ilusión de años anteriores.
- Potenciar el talento oculto que tiene la organización y que muchas veces vive escondida, o bien por qué la dirección de la empresa no apuesta por él o bien porqué ellos piensan que la empresa no quiere, aunque muchas veces también es porqué la empresa no sabe cómo hacerlo.
Conseguirlo es posible, aunque no es fácil. Pero sobretodo es necesario. Si nos fijamos bien, veremos que las empresas exitosas son consciente de este punto y miran de implantarlo.
Para implantarlo hace falta:
- Mentalizar a las direcciones de las organizaciones para que activen la cultura emprendedora dentro de su empresa y sin miedo, pues el coste de tener el talento oculto desaprovechado es muy caro.
- Mentalizar a los empleados de nuestras organizaciones para que arriesguen dentro de sus empresas donde están trabajando, pues haciéndolo así, se aseguran mayor su propio trabajo. Harán que la empresa les necesite y sobretodo, están arriesgando y aprendiendo, con lo que estarán minimizando los riesgos como si fueran sus propias empresas.
Un emprendedor interno es aquella persona que actúa como un emprendedor, asumiendo riesgos y convirtiendo en oportunidades de aportación de valor, dentro de una organización ya existente con la que se identifica, pero de la que no tiene ni propiedad ni riesgos financieros especiales.
De la situación actual saldremos seguro, pero debemos mantener el soporte a los emprendedores que queremos empezar de cero, pero también la organizaciones existentes deben recuperar internamente esta actitud.
Albert Riba Trullols
No hay comentarios:
Publicar un comentario