Algunas señales evidentes pueden
advertirte de que estás en la lista de los que pueden ser despedidos en tu
empresa. Llegado el momento, no merece la pena complicar las cosas. En tiempos
de resiliencia, es mejor hablar con tu jefe, pedir información, hacerse
imprescindible, tratar de ser positivo y olvidarse de los rumores y cotilleos.
Las señales de peligro...
-Lo
primero que te advierte de que algo no va bien está en los beneficios de tu
compañía. En tiempos difíciles, es recomendable que te intereses por los
beneficios de tu empresa, y también por los objetivos que ésta plantea para el
nuevo año. Si se analizan los resultados del pasado ejercicio y se observa que
los objetivos para el presente están rebajados, ahí tienes una señal de alarma.
-El tipo
de contrato que tengas es otro factor importante. Si las señales son de
recorte, y vence ya tu contrato, puedes estar entre los primeros de la lista de
despedidos. -La antigüedad en la empresa es otro factor a tener en cuenta.
Quien menos tiempo lleva es más viable, porque los costes de indemnización son
menores.
-Aunque
nadie es imprescindible en una organización, los hay menos que otros: tendrán
que preocuparse aquellos que desempeñan funciones que pueden ser realizadas por
otros.
-Si tu
empresa es de las que suele observar con detenimiento cuál es la contribución
que hacen a los resultados de la compañía aquellos empleados que tienen los
salarios más elevados, y es tu caso... Saca conclusiones.
-Analiza
el departamento en el que trabajas, y en qué medida aporta o no valor a la
firma. Puede ser también un factor determinante para sospechar que estás en la
lista fatídica.
Las soluciones...
-Habla
con tu jefe. Si la estrategia de la empresa se basa en realizar ajustes,
pregunta qué cabe esperar, planteando abiertamente cuál es la situación y cómo
será el futuro.
-La
actitud más inteligente es trabajar con eficacia y dejar una excelente imagen
en la compañía. Procura mostrar una flexibilidad extraordinaria y un gran valor
añadido. Quizá cuando haya que confirmar los despidos se cuente antes con
quienes demuestren eso.
-Debes
mantener una actitud positiva. Salir de una compañía no es el fin. Recuerda que
esa actitud se traslada posteriormente a las entrevistas de trabajo que te
hagan.
-No
pierdas el tiempo en corrillos y rumores de pasillo, ni colabores en el
desarrollo de las sensaciones raras e inquietudes.
-Si estás
seguro de que tú eres uno de los que va a salir, negocia el plazo de transición
hasta la salida definitiva de la compañía, porque se busca mejor desde dentro
que en la calle.
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