El marketing, como toda actividad humana, sufre constantes alteraciones y, en un contexto tan cambiante como el que vivimos actualmente, no puede permanecer ajeno a las demandas de un consumidor que hoy dirige su atención hacia un progreso sustentable, tomando como punto de partida el ejercicio de la libertad de una manera responsable, consumiendo de manera eficiente, siempre tomando en cuenta la conciencia colectiva y el respecto por todos los que lo rodean.
Tal como sucede con el medio ambiente, las partes deben estar armónicamente unidas para que el sistema integral resulte saludable: por esto mismo, ya no se pueden seguir tomando los recursos sin renovarlos, ni se puede consumir asumiendo que los bienes son infinitos, como así tampoco se puede avanzar en el progreso individual sin pensar en el impacto colectivo que esto puede generar. Sin dudas, estamos en proceso de dirigirnos hacia un mundo de consumidores cada vez más maduros, cautos y reflexivos a la hora de ejercer su poder de compra.
Los compradores reactivos y pasivos ya no existen: cualquiera sea la demanda, estos son cada vez más exigentes y ávidos de información; exigen respuestas rápidas y tienen poca tolerancia al error. Por esto mismo, las empresas deben estar cerca de las necesidades de sus clientes al tiempo que deben brindar una oferta flexible, que se adapte a sus gustos, preferencias y estilo de vida.
La tarea actual y futura del marketing implica atender múltiples demandas de una misma persona. Por esto mismo, hablar de un único consumidor resulta un concepto cada vez más obsoleto, ya que pueden existir tantos patrones de consumo como productos o servicios éste pueda requerir. Y en este campo, el proceso de toma de decisiones y la percepción de valor, siempre tan variables, son determinantes.
En este interesante mix que provee el marketing aparecen las redes sociales (Facebook, Twitter, MySpace, etc), que resultan ser un útil canal de comunicación entre las marcas y los consumidores: las grandes empresas del mundo ya están presentes en dichas redes y las decisiones de compra se someten, cada vez en mayor medida, al escrutinio del entorno social en el que todos estamos insertos.
Sin embargo, los medios tradicionales no deben excluirse, teniendo en cuenta el consumidor promedio tiene gran exposición a la publicidad convencional y todavía la toma como fuente de recomendación, aunque cada vez en menor medida.
Sin lugar a dudas, el marketing argentino está preparado para el desafío que representa este nuevo consumidor: existen destacados recursos humanos y una gran avidez por acercar nuevas propuestas para vincular las necesidades de las personas y las propuestas de las compañías. Hoy más que nunca, en el marco del 45º Aniversario de la Asociación Argentina de Marketing, nuestra tarea se debe centrar en colaborar con el desarrollo de estrategias de marketing para un mundo más humano.
Fuente: Asociación Argentina de Marketing
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