Es importante, conocer las tres reglas básicas para implementar una nueva publicidad después de la crisis y ante un futuro incierto en el marketing tradicional.
Cada transformación importante está precedida, por lo general, de un periodo caótico más o menos prolongado, una época de crisis que es el escenario previo a un replanteamiento, y a un reordenamiento diría yo, de los elementos esenciales de cualquier aspecto que tenga que ver con la vida del ser humano y del entorno en que vive.
De acuerdo con Makram Bandak (experto en publicidad), el caos creado por la crisis económica de los últimos años, entre otros efectos, ha conducido a la publicidad a un importante cambio de estrategias y a un drástico replanteamiento de objetivos y conceptos, transformando sus prioridades, mismas que han ayudado a crear una nueva corriente publicitaria cuyos fundamentos se centran en tres puntos de capital importancia.
"Antes que nada, todo el interés de esta transformación gira en torno del completamente radical papel que juega el nuevo consumidor. No estamos hablando ya del sujeto pasivo e indiferente al que se podía bombardear con toda clase de mensajes publicitarios para inducirlo automáticamente al consumo de tal o cual producto o servicio; el actual consumidor es un ser vivo, racional y más exigente, y muy especialmente, cada vez más selectivo, y esto gracias a la cada vez más abundante variedad de productos y servicios que compiten encarnizadamente primero por atraer la atención de este sujeto y, después, por conquistar su fidelidad. Muchas empresas, y no pocos publicistas, aún no se han dado cuenta de ello, pero el nuevo consumidor es el protagonista del marketing, el dios ante quien deben postrarse y servir las empresas, grandes y pequeñas, veteranas y emergentes, si es que desean sobrevivir en medio del embravecido mar que es la competencia comercial; del nuevo consumidor depende en buena medida el éxito o el fracaso, no solo de un producto, sino de toda una marca, porque de lo que se trata aquí es de la conquista de la fidelidad de este sujeto al sello que lucha por ocupar un sitio importante en el mercado", explica Bandak.
Este aspecto nos lleva al segundo punto de esta corriente publicitaria, a lo que algunos "científicos" de la marketing les ha dado por llamar “branding.” En este sentido, la imagen de la marca, más que la del producto en sí, está ocupando un lugar cada día más preponderante entre los proyectos promocionales de las empresas, sin importar su tamaño o el tipo de mercancía que producen; la marca es un elemento cada vez más cercano a los afectos del consumidor, forma parte de sus deseos y de su vida cotidiana, algo similar a lo que sucedía con la antigua publicidad que se difundía en los inicios de la televisión. No solo es una forma diferente de abordar al consumidor, sino de fortalecer la relación de éste con determinados productos y servicios.
La buena imagen de la marca, como un elemento más integrado a la vida del sujeto, no puede lograrse sin una publicidad honesta, concisa y creativa, absolutamente convincente en sus argumentos, capaz de derribar las reservas y reticencias de un consumidor que, como se ha dicho antes, es cada día más exigente, racional y selectivo.
Y, finalmente, el especialista en marketing se refiere a los nuevos medios, cuya efectividad está creciendo día con día y cuya captación de anunciantes está engrosando aceleradamente sus cuentas bancarias; en contraposición con los medios tradicionales, como la radio, la prensa y la televisión, los sitios de la red han propiciado un contacto más directo y selectivo entre el consumidor y el producto, han llevado a nuevas y más rápidas formas de transacciones comerciales, facilitando el flujo de capital y un mayor y más cómodo acceso a las mercancías. Por otra parte, el costo más reducido de estos espacios publicitarios le ha permitido a muchas marcas incursionar por primera vez en el mundo de la publicidad masiva, ofreciendo alternativas y opciones novedosas y compitiendo ventajosamente en los grandes mercados.
Cada día son más las empresas que incrementan sus inversiones publicitarias en la red, y cada día son más los medios en línea que abren sus puertas a la comunicación comercial; esto nos hace pensar en la creciente globalización de la marketing y en las insospechadas opciones que se abren ante el moderno consumidor, pero también nos obliga a reflexionar sobre la terrible y encarnizada batalla que se avecina para atraer y conquistar a este consumidor, sobre todo a partir de los momentos en que comiencen a disiparse las nubes de las tormentas financieras y recuperemos nuestras capacidades económicas.
Fuente: Altonivel
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