viernes, marzo 07, 2014

Crowdfunding: alternativas de financiación

En la mayor parte de los casos, cuando queremos iniciar un nuevo proyecto empresarial o tenemos alguna idea que pensamos que podría tener éxito necesitamos algún tipo de financiación para poder empezar a darle forma. Probablemente este sea uno de los puntos más difíciles de conseguir en la actualidad, y por esta razón están surgiendo nuevas alternativas diferentes a las que todos conocemos. Una de las más novedosas y que mejores resultados está ofreciendo es la conocida como crowdfunding o financiación en masa.

El crowdfunding es una forma de financiación colectiva, normalmente utilizando como medio principal internet, cuyo objetivo es buscar cooperación y ayuda para financiar proyectos e iniciativas de todo tipo. Esta iniciativa surge debido a la enorme dificultad en la actualidad de conseguir préstamos y créditos bancarios y al auge de internet y las redes sociales. Aprovecha las ventajas de la web 2.0 para dar a conocer estos proyectos en un determinado sitio web, donde cada usuario puede echar un vistazo a los que actualmente buscan financiación y donar la cantidad que desee para apoyar alguno de ellos.
La mayoría de los diferentes sitios webs de crowdfunding funcionan de la misma forma. Tan solo has de encargarte de publicar una breve descripción indicando en qué consiste tu proyecto e indicar la cantidad mínima que necesitarías recaudar para poder llevarlo a cabo. Una vez lo hayas hecho, tu proyecto aparecerá en el sitio web, donde todos los usuarios podrán localizarlo y realizar alguna contribución monetaria. Los usuarios que apoyan económicamente un determinado proyecto no están invirtiendo en la idea ni obtendrán ningún beneficio en el futuro, ya que tan solo se trata de una forma de ayuda a que una determinada idea pueda ver la luz. A pesar de ello, normalmente los usuarios que aportan una cantidad considerable reciben algún regalo a modo de recompensa. Por ejemplo, si has financiado un nuevo libro, es probable que el autor decida regalar una copia a las personas que han contribuido a que ese libro se haya podido publicar. La idea es recompensar el apoyo de los usuarios de un modo u otro, ya sea con alguna ventaja a la hora de adquirir el producto, descuentos, regalos, etc. Además, el usuario que da su apoyo se siente parte del proyecto al haber contribuido a su creación, por lo que también tenemos esa compensación moral.
Una de las webs más conocidas de crowdfunding a nivel mundial es Kickstarter, una empresa de 73 personas ubicada en Brooklyn. La filosofía de esta empresa es el poder ayudar a descubrir y construir creativos proyectos que puedan hacer del mundo un lugar mejor. Desde películas, juegos, música, pasando por arte, diseño y tecnología, todo tipo de proyectos tienen cabida en esta web. De hecho, desde su lanzamiento en el año 2009, 5 millones y medio de personas se han comprometido a contribuir con un total de 959 millones de dólares, financiando 55.000 ideas diferentes.

Cada usuario o empresa que sube un proyecto a la web tiene completo control sobre el mismo. Kickstarter tan solo se encarga de ponerlos a disposición del público. Para participar, tan solo has de explicar en que consiste tu idea, indicar una fecha límite y el objetivo económico que desearías conseguir para poder iniciar el proyecto. Para recibir el dinero, debes conseguir tu objetivo, es decir, si has indicado un mínimo de 100.000 euros, no cobrarás lo que hayas recaudado si no has llegado a esa cifra dentro de la fecha límite, por lo que deberemos pedir cantidades realistas. Si sobrepasas la cifra indicada, cobrarás todo lo que hayas recaudado. Hasta la fecha, el 44% de proyectos que se inician en Kickstarter han dado buenos resultados y han conseguido su objetivo. Si un proyecto logra recaudar la cifra solicitada, Kickstarter se queda con un 5% de la cantidad final.
El caso más exitoso en la historia de Kickstarter es Pebble, un smartwatch o reloj inteligente. La petición de financiación tuvo el respaldo de 68.929 personas y se recaudó un total de 10.266.845 dólares -inicialmente fijaron un objetivo de 100.000 dólares para poder empezar a fabricar los relojes- por lo que sin duda el proyecto fue todo un éxito. Las recompensas ofrecidas eran diferentes según la cantidad ofrecida. Por ejemplo, aquellos que financiasen más de 115 dólares, recibirían un reloj tan pronto los tuviesen fabricados (hay que tener en cuenta que hoy en día se comercializa por 150 dólares) por lo que además de la recompensa moral de haber participado en la creación del proyecto, obtienes el producto a un precio menor que el resto de clientes.

Sin duda estamos ante una curiosa y diferente forma de financiación que está dando buenos resultados, por lo que si tienes una idea o estás planteándote iniciar una nueva aventura empresarial, no deberías dejar de echarle un vistazo. 

Sergio Asenjo

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