Preguntar por el salario o criticar a los jefes anteriores son algunos de los malos ejemplos.
A la hora de buscar empleo una de las situaciones que más preocupa a los candidatos es la entrevista. Generalmente, las personas se preparan con anticipación, buscan la ropa más adecuada, investigan sobre la empresa y elaboran posibles preguntas y respuestas, lo que sin duda es fundamental para estar seguro y tranquilo en el proceso de selección.
Aunque consideres que eres la persona idónea para el puesto y conozcas el trabajo a desarrollar, si no eres capaz de proyectar lo mejor de ti mismo y todos tus conocimientos, no servirá de nada, por eso una adecuada preparación, será la clave del superar esta fase. Es fundamental que te comuniques con claridad, que des una respuesta verídica sobre las preguntas que indagan sobre cuestiones académicas y experiencia laboral. Recuerda que en el tiempo que dure tu entrevista tienes la oportunidad de darte a conocer y presentarte como un candidato atractivo para el empleador.
Trabajando.com ofrece los errores más comunes de los candidatos a la hora de responder a las preguntas del evaluador.
1. No hay nada que dé peor impresión que llegar tarde. Antes de comenzar ya estás ofreciendo una mala imagen de ti.
2. Nada más iniciar la entrevista, preguntar el salario. Es evidente que es un tema importante; pero debes dejarlo para el final y mostrar mayor interés en las motivaciones y expectativas del trabajo. Frases como: “Necesito saber el salario, para mí eso es lo principal” o “Antes de empezar quisiera saber ¿cuál es el salario de este trabajo?”, no son positivas y pueden eliminarte del proceso directamente.
3. Hablar mal del jefe o los compañeros de tu anterior trabajo. “Mi jefe no sabía tratar a las personas” o “mi jefe era un inepto” son afirmaciones muy peligrosas que aunque puedan ser ciertas, difícilmente te ayudaran.
4. Responder sobre las debilidades y fortalezas cosas que no tienen relación con la oferta, que no dicen nada de ti en el ámbito laboral o que son cuestiones excesivamente personales que no es necesario que compartas con el entrevistador.
5. Provocar interrupciones. Asegúrate de tener el móvil apagado. En el momento de la entrevista no debe de haber nada más importante que la propia entrevista.
6. Responder de forma muy escueta o de manera muy extensa. Debes ser concreto, directo y con ideas claras. Practicar previamente posibles respuestas, te ayudará a argumentar de mejor forma tus opiniones.
7. No te muestres desanimado ni pesimista. No es el momento ni el lugar para ello, todo lo contrario. Energía y entusiasmo es lo que se busca en los candidatos.
Javier Caparrós, director general de Trabajando.com España, señala: “Es importante que vayas preparado, con ideas claras y ordenadas. Una de las preguntas más comunes y que brinda información relevante del candidato es: <¿Por qué consideras que eres la persona idónea para el cargo?>. En esta respuesta debes ser específico sobre tus habilidades y fortalezas, y dar a conocer el valor añadido que aportas tanto para el cargo como para la empresa”.
Caparrós agrega: “Si bien es necesario que demuestres seguridad y confianza en ti mismo, existen aspectos que comunican y no necesariamente son tus respuestas. La puntualidad, la formalidad o tu lenguaje no verbal son aspectos que aportan información relevante del tipo de profesional que eres. Recuerda que esta oportunidad es la primera impresión que el evaluador tendrá de ti y será determinante en la decisión que tome”.
Fuente: Equipos y Talento
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