martes, diciembre 18, 2012

Aprendamos a gerenciar con liderazgo


En mi práctica profesional todavía encuentro gerentes que ignoran el potencial de las personas y obligan a sus equipos a seguir gran cantidad de reglas y procedimientos, y no se dan cuenta de que con este estilo están reduciendo la capacidad de innovación de la organización. Como estos gerentes son inseguros y están temerosos de no poder lograr resultados, tratan de tener todo bajo su control, implantando procedimientos y reportes que nadie puede cuestionar, y que entraban la operatividad organizacional. Crean entornos de mando y control que desactivan el compromiso del trabajador del conocimiento.

Como consecuencia de este inapropiado estilo gerencial, la gente no ejerce la iniciativa, no hay creatividad, no existen efectivos canales de comunicación, están desmotivados, sin compromiso y solamente hacen lo que es permitido y se les ordena.
En cambio, cuando en las organizaciones tenemos ambientes de trabajo basados en la confianza y en  valores, los colaboradores son capaces de elegir conscientemente sus decisiones y acciones, definir públicamente e interactuar de acuerdo a sus más altos valores y estándares.
Recordemos que cuando un líder gerencia, tiene como objetivo fundamental formar equipos de trabajo aptos para gestionarse a sí mismos, y no para ser gestionados por otros.
Cuando un líder gerencia, establece la rendición de cuentas en la cultura, sus equipos literalmente toman posesión de sus roles y responsabilidades, están abiertos a las alternativas, impulsan la colaboración y no tienen ninguna excusa. Rendición de cuentas es no tener temor a los resultados, es ser responsable por el alto rendimiento personal y organizacional, es mantener altos estándares de rendimiento.
Un líder gerente es aquel que da todos los elementos de valor por los que fue contratado y por lo que se le está compensando con su remuneración. No solo su capacidad técnica, sino también el desarrollo de sus habilidades emocionales y su capacidad para interrelacionarse.
Si fuéramos capaces de gestionar con liderazgo, y aplicáramos las prácticas del management moderno, no solo tendríamos mejores ambientes laborales sino más productividad y rentabilidad.
Si usted se pregunta lo siguiente y las respuestas son positivas, entonces usted sabe gestionar con liderazgo:
¿Me he ganado el derecho a liderar?
¿Ayudo a otros para que se desempeñen de lo mejor?
¿Es mi equipo extraordinariamente innovador?
¿Tengo alineada a toda mi organización?

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