jueves, noviembre 21, 2019

Cómo ser un buen jefe: 5 características que tiene todo buen líder


Crédito: Depositphotos.com

Cuando piensas en el mejor jefe que has tenido, ¿qué fue lo que él o ella hicieron que pudo crear un ambiente inspirador de trabajo para ti? ¿Cómo le hizo para lograr que tuvieras un buen rendimiento cada día? Les he preguntado a miles de personas en mis programas de liderazgo y conferencias estas cosas. Las respuestas han sido consistentes. Los grandes jefes hacen cinco cosas vitales para mejorar el ambiente laboral y atender bien a los empleados.

Antes de compartir estos cinco secretos, déjame hacer una pregunta diferente: ¿Tus empleados te podrían ver hoy como el mejor jefe? Tal vez la respuesta no sea un gran sí de cada trabajador. Los emprendedores de hoy invierten grandes cantidades de tiempo y energía en su negocio. Si eres como muchos dueños de negocios pequeños, piensas más en tus productos y servicios que en tu cultura empresarial. La cosa es que la cultura, la calidad de tu ambiente laboral y las relaciones que tienes con tus empleados, influye en todo lo que ocurre en tu organización, sea bueno o malo. 

Los grandes jefes se aseguran de que el ambiente de trabajo de su empresa esté fundamentado en confianza y respeto. Ese modelo de jefes confía y respetan y requieren que los miembros del equipo demuestren lo mismo en cada interacción, entre ellos y con los clientes. Aquí sus cinco características clave:

1. Inspiran el crecimiento. Los grandes líderes ayudan a los empleados a construir habilidades necesarias y deshacerse de las anticuadas. Apoyan a los empleados a intentar nuevos acercamientos que puedan aumentar la calidad y eficiencia. Los grandes jefes ponen a sus empleados en altos estándares de actuación y entrega. Se aseguran que vean el negocio desde el punto de vista de sus clientes para que el buen servicio sea obligatorio.

2. Hacen honor a las relaciones. Saben que las relaciones positivas basadas en valores compartidos crean confianza y respeto. Entienden que sin éstos, la cooperación en el lugar de trabajo desaparece. Los grandes jefes demandan civilidad como estándar mínimo para tratamiento en el lugar de trabajo de clientes y compañeros. Crean “reglas” claras para asegurar un trato justo y amable para todos.

3. Motivan la excelencia. Establecen estándares altos de actuación para ellos mismos y para cada empleado. Saben que su equipo y organización han hecho promesas de rendimiento entre ellos y con los clientes. Lograr o exceder estos estándares significa que las promesas se cumplieron. Los grandes jefes celebran el seguimiento de metas y el esfuerzo de querer cumplirlas todos los días.

4. Garantizan la rendición de cuentas. Los grandes líderes saben que la gestión de las consecuencias es el camino al alto rendimiento y a los equipos con valores alineados. Crean un ambiente con responsabilidad grupal (que el equipo cumpla lo que promete) y responsabilidad individual (cada uno cumple su promesa). El que haya consecuencias significa que hay una validación coherente y de rápido esfuerzo alineados, así como la redirección de forma consistente e inmediata de los esfuerzos desalineados.

5. Favorecen el trabajo en equipo. Entienden que la cooperación entre los empleados mantiene la confianza y el respeto más que la interacción competitiva. Los grandes jefes crean incentivos no sólo para la contribución individual sino también para contribuciones alineadas para equipos. Un mantra de “ganen como equipo” ayuda a crear un ambiente de apoyo donde los miembros del equipo trabajan juntos para entregar los productos y servicios prometidos.

Al integrar algunas de estas prácticas en tus equipos de trabajo, puedes convertirte en un gran jefe para tus empleados, mientras aumenta el rendimiento, el servicio y los beneficios.


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