martes, abril 10, 2018

Claves para saber si la estrategia digital de la empresa es la correcta


La transformación digital debe ir más allá de una inversión tecnológica.

Aunque el avance es lento, las empresas de todo el mundo ya han comenzado a implementar cambios dirigidos a incrementar su nivel tecnológico. El problema es, según algunos expertos, que muchas de ellas han comenzado por una inversión tecnológica, enfocada a la mejora productos, servicios y procesos, sin pensar realmente en un cambio más global del negocio y una estrategia centrada en los nuevos perfiles de clientes y formas de consumo.

La transformación digital es una realidad y un reto que todas las organizaciones –privadas y públicas- han empezado a afrontar. La competitividad está en juego y, conscientes de ello, los ejecutivos invierten en nuevos planes que incluyen la adquisición de talento externo, la formación del talento interno y una inversión tecnológica que, en muchos casos, está falta de una estrategia y un objetivo que genere una evolución real del negocio y no sólo un mero cambio en cómo se hacen las cosas.

En este sentido, según un artículo publicado en Forbes, el problema al que se enfrentan ahora las empresas tampoco está en el nivel de madurez o desarrollo de la tecnología existente –cloud, IoT, redes sociales, inteligencia artificial, dispositivos móviles, etc.- sino en saber cómo aprovecharla para transformar los negocios. De hecho, los CEOs dirán (y con razón) que siempre están en constante evolución, que han invertido en grandes proyectos IT y en cambios que mejoran la gestión a través de las nuevas herramientas, en marketing y comunicación omnicanal y que están vendiendo sus productos en múltiples plataformas. Y será cierto, pero la pregunta es otra: Con todo ello, ¿hacia dónde se dirigen?

El reto, por tanto, para cualquier empresa es embarcarse en el viaje digital, dejando a un lado los sistemas, estrategias y procesos analógicos o heredados. Se trata de un cambio difícil, disruptivo y que involucra enfoques muy diferentes o poco conocidos de los aprendidos con anterioridad. En esta línea, el artículo  explica: "La obsesión con el compromiso del cliente debe impulsar la estrategia de transformación, no la tecnología”.

Entonces, ¿cómo saber cuándo la estrategia digital va por el camino equivocado? Para empezar, la transformación digital no debe plantearse desde una perspectiva sobre el ROI que obtendrá la organización y los plazos de ejecución o finalización de la misma. Estos parámetros deben aplicarse a los proyectos, pero no a un cambio tan radical como lo es la digitalización de un negocio.

Asimismo, hay que distinguir entre mejora continua y transformación. Ambas, a día de hoy, son necesarias y ninguna es excluyente de la otra, pero para que las mejoras funcionen y sean efectivas, el fin mismo de la transformación debe ser el correcto, empezando por la introducción de nuevas formas de trabajo, nuevas líneas de negocios y un profundo conocimiento de la economía digital y lo que los consumidores pagarán. Además, esta transformación no puede llevarse a cabo con un ritmo lento y prudente.

En este sentido, Forbes  recomienda tener en cuenta dos cuestiones para aumentar las posibilidades de éxito: ser capaz de recopilar información del cliente a través de los canales existentes -productos o canales de comercialización- para aprovechar el valor de su análisis y comenzar a reimaginar las ofertas; y no tratar la transformación como un proyecto.

“Si la medida del éxito se centra en la entrega a tiempo y los costos del proyecto, la transformación digital estará advocada al fracaso, pues ésta requiere de un cambio cultural significativo, que necesita tiempo para poder ser medido e incrementar el compromiso del cliente, la cantidad de nuevas ofertas que se dirigen a cubrir sus necesidades y el establecimiento de nuevas líneas de negocios que aprovechan las tecnologías”, concluye.

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