El mundo empresarial
vive una era de cambios contantes que afectan tanto a sus procesos internos y
productivos como a la necesidades y expectativas de sus fuerzas de trabajo. El
resultado de todo ello es un estancamiento en las políticas de incentivos,
promoción y desarrollo de las empresas que conlleva a una huida del talento
hacia nuevas oportunidades. Es por ello, que Up SPAIN, compañía especializada
en beneficios sociales para empresas, ha dado a conocer las soluciones que
permiten fidelizar al talento, concretamente los Millennials.
Los Millennials son
clave en el futuro de las empresas. Muchos expertos y analistas
generacionales les otorgan grandes capacidades tecnológicas, que sin duda son
vitales en los procesos de transformación digital de las organizaciones.
Sin embargo, la realidad es que su valor reside en que son
lo suficientemente jóvenes como para tener la agilidad mental que requiere
enfrentar los cambios que la automatización de las industrias traerá, y lo
necesariamente experimentados que necesitan las empresas para liderar sus
proyectos de negocio.
Pese a ello, muchos
reniegan de la idea de convertirse en ‘jefes’ y algunos profesionales de
recursos humanos les restan habilidades ligadas al liderazgo, lo que supone
todo un problema para el futuro de las empresas.
No obstante, según algunas estimaciones esta generación será
la que domine el escenario de trabajo en 2020, llegando a representar en torno
al 70% de la fuerza laboral en ese momento. Una situación que sumaría un elemento
extra a la ecuación. Y es que, a la falta de perfiles que sepan dirigir a los
equipos, las compañías se enfrentan a una más que demostrada incapacidad por retener a éstos
profesionales, tal y como revelan varias encuestas que coinciden en
establecer una media de dos a tres años, el tiempo máximo que los Millennials
permanecen en una misma organización.
Por ello, es vital reforzar las acciones que permiten no
sólo atraer al talento, sino también retener a éstos jóvenes dentro de las
empresas. En este sentido, Up SPAIN,
especialista en la gestión de beneficios para los empleados, ha elaborado
una lista con los tres ejes sobre los que se debe asentar la estrategia de la
organización.
Innovar a partir de
la formación
Los Millennials más jóvenes no buscan aprender porqué sí.
Las investigaciones han demostrado que quieren contribuir con su trabajo a
generar nuevos beneficios para las empresas y la sociedad en general. Buscan retos que alcanzar, medir sus
capacidades y, sobre todo, no
quedarse estancados en una rutina, que les resulta cómoda pero poco
motivadora.
De hecho, una gran mayoría de esta generación manifiesta
sentirse atraída por empresas que se presentan como innovadoras. De ahí su
predilección por las tecnológicas, presentes año tras año en los primeros
puestos de los rankings que revelan las empresas más deseadas y atractivas para
el talento, sea nacional o extranjero.
Por ello, apostar por la formación lleva implícito –de cara
a los Millennials- una declaración de intenciones: la mejora continua y el
desarrollo profesional. Pero no basta con tener un proyecto, tiene que ser
efectivo y dar lugar a promociones
reales dentro de la compañía, conjugando de esta manera el trabajo
colaborativo con profesionales senior y el aprendizaje práctico de las futuras
funciones que deberán asumir.
Invertir en
conciliación laboral
Por otro lado, los Millennials que ya cuentan con una
familia propia se muestran interesados por aquellas empresas que impulsan el
equilibrio entre la vida personal y la laboral. Las formulas son varias y
parece que están empezando a calar hondo en las organizaciones.
La flexibilidad
laboral va más allá de un aflojamiento de las políticas de control de horarios
–de entra y salida- o de la disposición de nuevos espacios de trabajo, que
llegan hasta los hogares particulares de los empleados.
De hecho, recientemente, Spotify era una de esas multinacionales que daba a conocer una
nueva perspectiva de esa flexibilidad en el trabajo, al anunciar que sus
trabajadores podrían cambiar sus días libres, en función de sus creencias
religiosas. Otras, deciden apostar por ayudas económicas en la contratación de servicios de guardería.
Apostar por las
herramientas digitales
Finalmente, ambos grupos tienen en común haber crecido al
mismo tiempo que iba apareciendo la tecnología. Conocen Internet, usan las
redes sociales y las emplean tanto a nivel personal como profesional. Las
empresas, por tanto, que no sepan integrar las nuevas formas de trabajo digital
y apuesten por formar en aquellas competencias que necesitan de sus
profesionales, perderán un potencial que será clave en su futuro próximos.
De hecho, algunas de las compañías analizadas ya advierten
de que los principales obstáculos para
su avance digital son las personas, bien porque temen los cambios y la
pérdida de trabajo que pueda suponer –en el caso de los profesionales anclados
a la tradición empresarial- o porque no encuentran a los profesionales con las
habilidades que requiere implementar dicha tecnología en los procesos
productivos.
Por ello, la inversión tecnológica debe ir dirigida tanto a
herramientas como formaciones específicas y un cambio organizativo que suponga
hacer tangible esa apuesta. Un reto al que se está enfrentando un pequeño
porcentaje de las empresas, según estiman algunos estudios.
Fuente: Equipos y Talento