sábado, septiembre 09, 2017

El nombre del fracaso en transformación digital se llama Factor Humano


La transformación digital es un fenómeno de aceleración del entorno competitivo, que provoca que sólo las organizaciones mejores y más rápidas en incrementar su ratio de innovación tienen posibilidades de mantener o incrementar su mercado.

La razón por la que las empresas no dan respuestas rápidas a su entorno competitivo  es por que sus profesionales, especialmente sus directivos, no pueden avanzar con la misma rapidez que el mercado.

Las organizaciones que sean más rápidas en digitalizar a sus profesionales serán las más rápidas en ofrecer nuevas soluciones de mercado y serán las que sobrevivan.

Ninguna empresa será más digital que lo sean la mayoría de sus empleados.

Ninguna empresa acelerará su ratio innovador si sus empleados y la empresa no cambian los sistemas de trabajo.

Sólo si ponemos en marcha nuevos procesos de gestión que aceleren el aprendizaje organizativo, su capacidad innovadora y ayudamos a la rápida y radical “reconversión” de nuestros profesionales y directivos tendremos algunas posibilidades de tener éxito en el nuevo entorno.

Prioridad 1: Profesional  social y trabajador en red (socialnetworker)

Las principales dificultades de la empresa consisten tanto en incrementar los “conocimientos y competencias digitales”  cómo cambiar las formas de trabajo de nuestros profesionales.

Los dos principales problemas de las organizaciones actuales son de velocidad: la rapidez en la toma de decisiones y rapidez en dar respuesta al mercado- en la actuación y gestión del cambio-. Esto requiere organizaciones donde la capacidad creativa y de innovación crece de forma exponencial.

Convertir la tasa de cambio organizativo de incremental a exponencial implica nuevas formas de organización en red que requieren nuevos profesionales los socialnetworkers  que no sólo tienen más conocimientos digitales si no que trabajan de forma diferente.

Conseguir una organización que se enfrente a entornos más complejos supone crear una organización en red dual, dónde una parte de la organización trabaja para conseguir y mejorar los resultados de negocio (con una estructura funcional jerárquica entorno predecible) y otra parte de la organización trabaja para cambiar e innovar (con una estructura en red y proyectos, entornos complejos) .

Para que esta segunda parte de la organización que es la que trabaja en incorporar la innovación digital funcione de forma eficiente esas organizaciones tienen cómo máxima prioridad que sus profesionales sean digitales,  socialnetworker.

Nada más peligroso que un profesional analógico (si es directivo su impacto es letal)

Un profesional que no entienda las nuevas tendencias digitales y sus implicaciones, no entenderá el mercado ni por qué los procesos de su empresa se tienen que transformar y cómo el cambio le afectará a su organización. Tampoco entenderá por que deben cambiar sus valores respecto al trabajo y sus formas de trabajo o cómo su rol como profesional, su forma de aprender y relacionarse, debe cambiar.

La principal prioridad de una organización es dar soporte para ayudar una transición profesional hacia los nuevos estilos profesionales. E intentar disminuir el brutal impacto negativo de los profesionales que no consigan realizar esta transición.

Una estrategia de transformación digital que no sitúe en el centro un cambio cultural es una estrategia errónea (lo son la mayoría).

La estrategia de cambio cultural debe sobre todo asegurar el cambio de forma de trabajar de nuestros profesionales, hacía estilos socialnetworkers.

Se hace necesario establecer con más precisión en qué consisten los nuevos perfiles profesionales  y potenciar dos grandes tipos o familias de comportamientos: el Social Networker Interno y el Social Networker Externo (ver gráfico inicial).

Cómo Social Networker interno el profesional social es un intraemprendedor que impulsa la innovación en red, creando espacios de inteligencia colectiva mediante herramientas sociales corporativas de conversación potenciando valores cómo la colaboración.

El Social Networker externo utiliza las redes sociales “externas” para crear relaciones donde compartir este conocimiento, para hacerlo evolucionar como base fundamental de su trabajo, para buscar y encontrar clientes, socios, proveedores, empleabilidad, eficiencia, creatividad, ideas, conocimiento y desarrollo personal, basándose en la filosofía de compartir.

Éxito =  tasa de aprendizaje organizativo y profesional (Digital Learnibility)

Si el principal reto de la transformación digital es cambiar las formas de trabajo y cambiar las características de nuestros profesionales y convertirlos en profesionales del SXXI o socialnetworkers, nuestro principal reto es que consigan incrementar la tasa de aprendizaje e incorporen nuevos conocimientos, valores y formas de trabajo.

El principal problema del nuevo profesional digital es que la creación exponencial del conocimiento hace que sus habilidades y conocimientos se conviertan junto con él rápidamente en obsoletos.

La principal característica de este nuevo profesional socialnetworker  es que capaz de dedicar al aprendizaje una parte de su tiempo que otros profesionales considerarían desproporcionada y que lo hace especialmente utilizando redes sociales virtuales (internas/externas).

Los departamentos de RRHH, a los que la digitalización ha convertido en reliquias de museo obsoletas, deben hacer una enorme apuesta, entre otras cosas, por cambiar su foco hacia potenciar el aprendizaje organizativo, en red de tipo social.

Hablar de competitividad en entornos digitales es hablar de tasa de aprendizaje organizativo. Las herramientas más eficaces para crear aprendizaje social en red son las comunidades virtuales mediante herramientas sociales de forma que creen un Entorno Organizativo de Aprendizaje.

Tenemos que conseguir potenciar que nuestros empleados constituyan sus Entornos Profesionales  de Aprendizaje con materiales externos a la organización y con entornos de soporte internos..

El objetivo final es conseguir que cada profesional de nuestra organización sea un experto en términos de autoaprendizaje profesional y darle los medios para ello.

Si bien todos los profesionales son importantes, algunos lo son más. No hay ninguna inversión con más retorno de la inversión (ROI) que ayudar a la digitalización de los profesionales más importante de la organización: los directivos. En caso contrario, si no se substituyen, los directivos analógicos son la garantía más clara y la apuesta más decidida de una organización hacía el suicidio empresarial.

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