domingo, mayo 14, 2017

Consecuencias de un mal jefe


Las consecuencias de un mal jefe no son inmediatas y eso hace que algunas personas pasen desapercibidas, sin ser apenas vistas… durante un tiempo…

Nuestro comportamiento como líderes y su impacto en los resultados, será más lento de lo que creemos, pero ocurrirá. Tanto para bien como para mal, un líder impacta en los resultados más que cualquier otra cosa.

La cuestión es que un mal líder empieza primero por tomar decisiones que no son acertadas o por crear un clima enrarecido en su equipo. Esto no se ve reflejado en los resultados al día siguiente. El equipo lleva una inercia que en muchos casos no era tan negativa como la que implantará el nuevo líder.

Esa inercia cuesta mucho de vencer, ya que toda la organización está acostumbrada a trabajar de una determinada forma.

Hace poco he sabido un caso de uno de estos líderes. Ha hecho perder, de momento, más de 34 millones de euros a una gran empresa. Eso sí, le han hecho falta dos años en el cargo. Nada ocurre al día siguiente… pero ocurre. El tiempo da la razón.

Lo primero que pasa es que las personas tienen expectativas ¿Qué pasará con este nuevo jefe?
Lo segundo que ocurre es que se toman decisiones poco acertadas.
Lo tercero es que el clima empieza a ser muy enrarecido.
Lo cuarto es que todo esto (decisiones, clima, relaciones) llega al cliente y se le contagia.
Lo quinto es que el cliente deja de comprar tan a menudo como lo hacía, a retirar acuerdos de encima de la mesa.
Lo sexto es que la cuenta de resultados de la empresa cae dramáticamente y entra en números rojos.

Esta secuencia la he visto unas cuantas veces. Lo peor de todo es que reconocer que nos hemos equivocado cuesta mucho y por eso se alargan este tipo de temas.

Te invito a conocer muy bien, antes de contratarlos o promocionarlos, a aquellos que pongas en situaciones de liderazgo. Su impacto es muy alto y una vez arriba es muy difícil dar marcha atrás.

No soy partidario de limitar los salarios de los líderes que hagan un buen trabajo. Creo que su impacto positivo puede ser tan grande como su impacto negativo y siempre se la está jugando. De ahí que crea que, a quien merece la pena, hay que pagarle muy bien. Y pedirle resultados en la misma medida.

Y quien no valga la pena en su desempeño hay que prescindir de él/ella lo antes posible.

Que tengas un gran día.

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