martes, marzo 29, 2016

La cara oculta de las pequeñas expresiones faciales

Son reflejos inconscientes de los sentimientos y las herramientas útiles para conocer lo que realmente piensan las personas.


"Si usted aborda a su jefe para pedirle un aumento y él responde elevando su mentón: «Ehhh, dejame ver qué podemos hacer, mirémoslo el próximo mes», y simultáneamente observa en su rostro una sonrisa asimétrica mientras que evita su mirada para buscar y manipular su pluma y retrocede el torso en su silla reclinable, estamos ante 7 señales no verbales que se ha demostrado que están relacionadas con el engaño, incluyendo una microexpresión facial de desprecio. Conclusión: su jefe no le va a dar el aumento ni ahora ni en un mes", dice desde Colombia Leopoldo Uprimny, director de E-motion Corporation y representante del Center for Body Language,

Un leve y casi imperceptible desliz de sólo una de las comisuras de la boca como reacción a un comentario: ahí hay desprecio. Una enorme sonrisa que no marca las arruguitas a los costados de los ojos: es falsa, no de felicidad. El labio superior repentinamente se eleva: a la persona algo le dio asco. Labios juntos y apretados: cuidado, es ira. Junto a la tristeza, la sorpresa y el miedo, estas siete emociones tienen su correlato en mínimas expresiones que las delatan.

"Las microexpresiones faciales son movimientos musculares involuntarios en el rostro, generados por el sistema límbico, de menos de medio segundo, y son reflejos de emociones. Estudios sostienen que hay más de 10.000 expresiones y de éstas, 3000 son interpretables -explica Uprimny-. En nuestros ciclos de entrenamiento nos concentramos en detectar, interpretar y entender el significado de 26 microexpresiones que tienen una directa aplicación a la vida cotidiana y de negocios."

En síntesis, hay un mundo detrás de las expresiones del rostro. Se producen de manera involuntaria, son genuinas, no pasan por el filtro de la conciencia. Estas pequeñas contracciones de los músculos, reflejo de las emociones más viscerales, duran menos de un suspiro, no mienten, y si se conocen pueden llevar a la lectura de lo que el interlocutor realmente piensa, más allá de lo que dice.

Un indicio

Todos los días hay casos paradigmáticos con respecto a la diferencia entre lo que se dice... y se piensa. Uno de ellos, según Laura Justicia, directora de Signum y entrenadora del Center for Body Language, se vio por televisión el día en que el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández reconoció la derrota electoral que sufrió en la provincia de Buenos Aires y felicitó a la gobernadora electa por Cambiemos, María Eugenia Vidal, a quien le deseó que "le vaya excelentemente bien" en su gestión. Sin embargo, durante tres de sus aseveraciones, negó con la cabeza lo que él mismo estaba diciendo: "Me quiero dirigir a la señora Vidal con el mismo respeto que lo hice en toda la campaña"; "...con el mismo objeto que yo perseguí, que es hacer las cosas bien por la provincia de Buenos Aires"; "le deseo de corazón que los resultados que obtenga sean los positivos que ella misma está buscando".

En el discurso del presidente Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa, Laura Justicia vio más allá de la imagen. "Al mirar a su derecha mientras entraba, muestra temor. Se ve en elevación de las cejas y párpados superiores, más la apertura tensa horizontalmente de la boca. En un momento se toca (o rasca sutilmente) con el dedo índice el costado de la nariz. Es una señal que indica que está preparado para la acción o la lucha. Y cuando dice: «Lo primero que tenemos que hacer es reconocer que no estamos bien, aunque nos duela», se ve ira o enojo sutil a través del los párpados entrecerrados."

"Las microexpresiones faciales son una señal en la detección de engaño -dice Uprimny-. Pero una sola señal no verbal no significa que se está ante la presencia de una mentira. Una señal es el comienzo de la construcción de un rompecabezas no-verbal."

En la misma línea, Raúl Saccani, socio líder de Forensic para la Argentina y América latina de Deloitte, afirma que para llegar a conclusiones veraces, "hay que tener el ojo muy entrenado. Si no se realiza el análisis de manera científica y profesional, la lectura puede ser errónea. Sin el entrenamiento adecuado, la chance de llegar a detectar determinado comportamiento es de 50/ 50. Con un entrenamiento se arriman al 70%. Hay que tener en cuenta el contexto también".

A la hora de evaluar algún ilícito o una mentira, Saccani asegura que "no es una prueba que se pueda usar sola. En general, esta herramienta se pone en marcha cuando ya hay muchas otras cuestiones resueltas".

Los inicios

Fue el psicólogo norteamericano Paul Ekman quien le dio a las microexpresiones un aval científico después de un viaje a Papúa, Nueva Guinea. Allí las cotejó en una tribu local alejada de otras culturas. Descubrió entonces que este lenguaje facial, al que ya se habían referido Kenneth Isaacs y Ernest Haggard en un estudio de 1966, es universal y no depende de la cultura. Hoy The Ekman Group asesora a la CIA, al FBI y a Scotland Yard. También a organizaciones como Pixar, Procter & Gamble y Google, y da cursos online para quienes quieren adentrarse en este universo.

El mismo Ekman quien proporcionó las bases para que los guionistas de Lie to me, la exitosa serie norteamericana, mostrase -durante sus tres temporadas- el expertise en microexpresiones de Cal Lightman (protagonizado por Tim Roth). El irónico e insoportable profesional tenía como trabajo desenmascarar mentiras como asesor de organizaciones gubernamentales y también de individuos. La serie tenía, sobre todo en su primera temporada, una base real, con métodos que usan diferentes fuerzas de seguridad.

También, anticipar conflictos, cambiar el rumbo de una negociación, mejorar el trabajo en equipo, ser un líder influyente, concretar una venta o focalizar la energía productiva hacia un cliente que realmente está interesado son algunos de los beneficios de saber detectar microexpresiones, usar y leer el lenguaje corporal propio y de los demás.

"Las microexpresiones faciales son útiles para lograr más y mejores negocios, para saber si su presentación tiene el resultado esperado, para seleccionar mejores candidatos o para adelantarse a un conflicto o a una agresión física, entre muchas más aplicaciones en los negocios o en la vida cotidiana", dice Uprimny, quien vino a la Argentina a fines del año pasado para dar un curso sobre el tema junto a Signum, Gestión del Lenguaje Corporal y representante del Center for Body Language en el país.

Dejó algunas recomendaciones para "ver más colores", en las relaciones de trabajo:

1. Está buscando trabajo y en la entrevista están hablando de su salario: si mientras usted habla sobre sus expectativas de ingreso percibe en el entrevistador una sutil y rápida elevación de los párpados, y luego aparece una tenue sonrisa, significa que podría lograr mejorar sus condiciones a través de beneficios adicionales al salario.

2. Está con su cliente cerrando un trato: si mientras usted habla del precio percibe en su cliente que su nariz se arruga, que el labio superior deja ver los dientes y que el ceño se frunce, es porque muy posiblemente el precio está por encima de su presupuesto y debe mostrar muy claramente los beneficios futuros de su producto o definitivamente tiene que recurrir a un descuento.

"Trabajamos con altos directivos de empresas y gerentes para que puedan analizar cómo se siente la otra persona -dice Laura Justicia-. El liderazgo, el trabajo en equipo y las relaciones interpersonales cobran especial importancia para empresas, profesionales y trabajadores. Uno de los caminos para lograrlo es cultivar la inteligencia emocional y adquirir una percepción más completa de nuestras emociones y las ajenas."

Detectar incongruencias entre el lenguaje verbal y el no verbal puede ser una gran ayuda a la hora de los negocios. Por ejemplo, un leve apretón de labios significa que la persona está comenzando a enojarse. Conocer la microexpresión puede prevenir un conflicto y posibilita tomar otro camino.

"¿Sabías que todos los días una persona escucha entre 4 y 200 mentiras al día? ¿Te imaginas siendo capaz de detectarlas?", dice la página web del Instituto Europeo de Coaching. Parece tentador, pero puede ser también engañoso si es que el entrenamiento es insuficiente. 

Paula Urien

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