domingo, agosto 23, 2015

8 Funciones del Liderazgo que solo algunos hacen

Hoy en día el liderazgo es una función determinante para cualquier empresa o proyecto. Sin un liderazgo capaz de gestionar la adversidad, crear una visión inspiradora y acompañar al equipo hacia los objetivos, muchas empresas mueren o se retuercen de dolor. En este artículo te hablaré de 8 funciones del liderazgo y de cómo estas le ayudan a tener mejores resultados.

El liderazgo no es un nombre, es un verbo, una acción. Lideramos cuando hacemos algo, cuando cambiamos las cosas. Por este motivo todas las funciones de las que voy a hablar son acciones.

8 Funciones del liderazgo

1. Responsabilizarse

La primera función tiene que ver con responsabilizarnos, con hacernos cargo de lo que ocurre, de lo que hemos provocado o del lugar en el que estamos. Es muy habitual que muchos líderes tiren balones fuera, culpando a otros o al propio contexto de que las cosas les vayan mal.

Todo ese tipo de frases que empiezan con “es que…” son excusas. Para liderar uno tiene que hacerse cargo de los aciertos y de los errores. Mostrarse vulnerable ante los demás y por lo tanto digno de confianza.

Al auténtico líder no le importa mostrarse vulnerable o reconocer los errores.
Es tan humano como cualquier otra persona.

2. Ser más consciente

Vivimos saturados de información, tareas y asuntos de los que ocuparnos. Por si fuera poco nuestra mente no hace más que ir y venir de un lugar a otro, y en este mar tan movido además tenemos que tomar buenas decisiones.

No entiendo el liderazgo sin una gran capacidad de conciencia, sin ser más reflexivos, sin tomar decisiones acertadas en base a un estado más elevado de pensamiento que el que nos aborda en el día a día.

El líder tiene que aprender a detenerse, a pararse, a retirarse de vez en cuando para lograr ver el bosque, alejándose de los árboles. También puede practicar otras disciplinas que le ayuden a tomar mayor conciencia del presente y por lo tanto mejores decisiones. Disciplinas como la meditación, el yoga o el tai-chi ayudan a tener un mayor grado de conciencia, atención plena o mindfulness que está tan de moda, aunque todo significa lo mismo: Mayor conciencia, mayor atención al aquí y ahora.

3. Ser inconformista

No se puede liderar un proyecto por mucho tiempo si uno se conforma con el status quo, si uno no tiene dentro de sí mismo ese gen de la mejora continua, del cambio y la evolución como ventajas competitivas.

Sin innovación nuestro éxito será demasiado efímero, algo que en un par de años se haya venido abajo. De ahí que en ocasiones tengamos que ser más maniáticos que Steve Jobs con el diseño de cualquiera de los artilugios que los de Apple trajeron al mundo.

4. Anticiparnos al cambio

Existen tres estrategias para abordar los cambios:

  • Por un lado están las empresas que no son capaces de ir tan rápidos como les exige el mercado y los consumidores, estás empresas fracasan y mueren.
  • Luego están las empresas que se suben a cualquier ola que ya está funcionando, y por lo tanto se adaptan a los cambios. Estas empresas suelen sobrevivir mediante el clásico mecanismo de la mutación siempre que el entorno lo requiere.
  • Sin embargo, las empresas, más atípicas, pero más rentables son aquellas que han desarrollado mecanismos de anticipación al cambio, que logran llegar de los primeros a los nuevos escenarios y necesidades de los consumidores. Luego los demás se dedican a copiarlas.

De esta forma, el líder tiene que estar constantemente tratando de ver qué está ocurriendo en su entorno para así tomar las mejores decisiones.

5. Diferenciarnos

Uno de los imperativos para las empresas es la generación de valor y por lo tanto, de rentabilidad, euros en la cuenta de resultados. Para lograr esto, se puede hacer de muchas maneras, pero la más eficaz es mediante la diferenciación.

El líder no tiene que conformarse con una empresa que ofrece productos al mercado, tiene que aspirar a una empresa que ofrece productos únicos, diferentes y valiosos al mercado. Las commodities se copian rápido, y hoy en día todo tiende a ser una commodity.

Esa diferenciación es la que consigue que el mercado valore más tus productos
y quiera que vosotros seáis su opción preferente.

6. Crear equipos de alto rendimiento

Si analizamos por qué no funcionan muchas empresas es porque los equipos son claramente mediocres. Personas poco comprometidas, demasiados conflictos estériles y una baja cohesión en los equipos son las razones por las que un gran número de empresas no logran pasar de ser normales a ser excelentes.

El líder tiene que tener la capacidad de generar estos equipos, seleccionando a los mejores players, logrando que se cohesionen y creando una cultura de equipo al que todo el mundo se sienta orgulloso de pertenecer.


7. Inspirar a los demás

Uno no puede crear buenos equipos y dejarlos solos, tiene que inspirar a las personas para que puedan mostrar su mejor versión.

Para inspirar a los demás, uno ha de ser ejemplo a seguir.

Todos podemos dar más de nosotros mismos, podemos llegar más lejos simplemente si nos sentimos con la motivación necesaria. Un buen líder consigue que las personas que están a su alrededor quieran dar lo mejor, quieran implicarse y contribuir con su esfuerzo al éxito global del proyecto.

8. Automotivarse

¿Quién motiva al líder?, ¿Quién inspira al que lidera? Esto es algo bastante complejo, ya que cuando el líder se encuentra sin motivación todo el proyecto lo sufre. Esta es una de las razones por las que los equipos tienen que ser altamente competentes, porque como líderes nos podremos permitir algunos altibajos sin que la empresa lo achaque como un problema.

Creo que el líder se puede motivar considerablemente a través del trabajo de otros. Como pone en el canto de las monedas de 1 libra “Standing on the shoulders of giants” (En pie sobre hombros de gigantes). Lo que quiere decir que tiene que buscar referentes, personas que le inspiren y le sirvan de guía. En ocasiones esas personas serán otros empresarios, mentores, otros líderes sociales o políticos e incluso personas de su propio entorno.

Aunque nadie se salva de una mala etapa, de algunos meses de desmotivación y desesperanza a lo largo de los años. Si esto ocurre, es conveniente mantener la calma, no perder el Norte y seguir remando con las fuerzas de que dispongamos.

Algunas de las pequeñas prácticas y consejos que recomendaría a cualquier líder para automotivarse son:

  • Meditar. Encontrar cada día un espacio para ti mismo (puedes leer más aquí). Meditar te ayudará a ser más consciente de tu diálogo interno y a tomar una mayor conciencia de quien eres, qué necesitas y por dónde puede haber una solución a tus problemas.
  • Retirarse. Varias veces al año hacer algo a solas, bien sea un viaje, un retiro a un monasterio, el Camino de Santiago o lo que se te ocurra. Te vendrá bien para poner cada cosa en su sitio. Si te gusta el deporte, el trekking o la bici de carretera o montaña tienes multitud de viajes a tu alcance para poder estar unos días solo.
  • Buscar el equilibro. Tener en cuenta que hay que cuidar varios factores para encontrar el equilibrio: Salud, familia, cuidado de uno mismo, amigos, trabajo, ocio, pareja, etc… Se trata de estar en equilibrio con cada uno de ellos. Nada en exceso es bueno.

Que tengas un gran día.

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