viernes, noviembre 08, 2013

La Gestión del Cambio y el Nuevo Modelo de Liderazgo

En ocasiones puede ocurrir que una empresa tenga los recursos adecuados para triunfar (capacidad de innovación y adaptación a las nuevas tecnologías, productos o servicios de calidad, buena situación financiera…) pero si no dispone de líderes eficaces que sean capaces de afrontar los retos del futuro estableciendo ventajas competitivas respecto a la competencia no conseguirá tener éxito.

Este hecho determina que las organizaciones actuales deban potenciar un nuevo modelo de líder comprometido, que entienda que el único factor estable en una empresa es el propio cambio y que sepa liderar a sus equipos en los continuos procesos de transformación empresarial. 
Sin embargo, no siempre es fácil encontrar y formar directivos que sepan lidiar con la resistencia al cambio. Esta transformación puede resultar compleja, ya que supone luchar contra nuestra natural complacencia y creer que no podemos quedarnos anclados en el pasado, que debemos estar siempre dispuestos a avanzar. La mayoría de las personas no tienen una actitud demasiado positiva hacia el cambio, de tal manera que como diría un coach: nos cuesta salir de nuestra “zona de confort”. Esto se agrava cuando advertimos que muchas de las empresas no consideran que la gestión del cambio deba ser una competencia estratégica clave para sus líderes. ¡Pero esto no es así!
Los líderes deben ser los encargados de orquestar los procesos de cambio, implicando a todos los niveles de la compañía. Para lograr este objetivo es fundamental que consigan comprometer a todas las personas, logrando contagiar este espíritu a sus colaboradores. Sólo de esta manera conseguirán satisfacer las actuales demandas de cambio y dar lugar a empresas competitivas, capaces de afrontar los retos actuales.
Podemos caer en el error de llegar a pensar que si nos dedicamos a adaptarnos a los cambios nos convertiremos en una simple marioneta a merced de los mismos. Todo lo contrario. El nuevo líder no debe limitarse simplemente a adaptarse al cambio sino que debe anticiparse a los hechos que lo provocan. Gracias a ello no sólo debe acostumbrase a estos cambios constantes sino que además los provocará. ¡Anticiparse es más efectivo que adaptarse!
En este punto puede surgirnos la pregunta: ¿Cómo hacemos para anticiparnos al cambio? La clave está en nuestra capacidad de imaginar siempre algo mejor.
La clave de la anticipación es tratar de imaginar siempre algo mejor para mejorar la situación actual. 

Mediante esta actitud proactiva lograremos anticiparnos a las circunstancias creando nuevas visiones que debemos tratar de convertir en realidades que mejoren la situación actual en nuestra organización. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario