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martes, mayo 14, 2013
Valores del líder y liderazgo transformacional
El Líder transformacional va más allá de meros intercambios o acuerdos con los subordinados. Es un estadio superior al transaccional, en el cual las recompensas no son extrínsecas, sino intrínsecas.
La motivación no se basa en los premios y castigos que ofrece el líder, sino que son el resultado de una motivación interna que los lleva a preferir la autorrealización en vez de la seguridad. James MacGregor Burns, introdujo inicialmente el concepto del liderazgo transformacional, el cual se presenta cuando el líder apela a los más altos valores morales para guiar a sus seguidores hacia un propósito elevado (Hughes, Ginnett y Curphy, 1999). De acuerdo con el autor, el jefe moviliza a los suyos hacia los niveles más elevados de moralidad y motivación Burns (1978).
García del Junco y Sánchez Vurués de Segovia (1998), señalan que el mismo Bass (1985), afirma (refiriéndose al liderazgo transformacional) que va más allá de lo ordinario, que supera las expectativas normales; para Bass, el nuevo liderazgo, que se denomina transformacional en contraposición al transaccional, se caracteriza por: carisma, inspiración, consideración individual y estimulación intelectual. Hacemos algunas consideraciones en torno a los cuatro elementos señalados. Etzioni (1961) nos dice que los estudios realizados sobre el carisma muestran que el compromiso o identificación de los seguidores hacia sus líderes es de un nivel mayor.
A nuestro entender, señalan García del Junco y Vurués de Segovia, una de las principales aportaciones de Ruiz de Gauna (1989, p 549) al afirmar que una dificultad que Bass no ha podido superar en sus modelos de liderazgo, es la escasa valoración dada tradicionalmente por todas las teorías, a líderes y seguidores en su consideración como personas. Para Burns (1978), todo líder transformacional no es un líder, las acciones son transformacionales si la sociedad se beneficia de ellas. La persona que en la organización encarna un valor y un deber ser ideal, en principio constituye el prototipo ideal (líder). Es ante todo un ser, un modo de ser valioso Scheler (1941). El líder encarna de forma personal el deber ser que consideran implícitamente los miembros del grupo, por eso hace asequible al resto del grupo, del equipo o de la organización, la expresión del deber ser y del valor en que se funda, al verlo realizado en una persona. Y cuanto mayor es la influencia de la persona sobre los demás, su definición como líder es más clara (prototipo), y esta influencia sobre los otros no radica solo en sus actos, en su hacer y obrar, sino también en su puro valor posible en cuanto prototipo (líder). Y frente a esto que encarna los valores y deberes ideales, prototipo bueno (líder). Este, se basa siempre en la intuición o conocimiento axiológico de su bondad, solo ante ella surge el querer y seguimiento de la persona prototipo (líder). El prototipo, es conforme a su contenido, una consistencia estructurada del valor en forma personal (Scheler, 1941).
El seguimiento al prototipo (líder), más que un acto de obediencia, es: “una libre entrega al contenido prototipo del valor personal accesible a la intuición autónoma” (Scheler, 1941, pp. 398 y 399). Es decir, según explica Derisi (1979, p. 122), una libre entrega al prototipo ideal (líder) visto en una persona. Puede incluso suceder que la persona (líder en potencia), no encarne de manera relevante ese prototipo ideal (líder) que el seguidor cree descubrir en él. Los prototipos reales (lideres) son validos en la medida que encarnan los prototipos valiosos ideales, según la escala de valores personales que asumen y no de contravalores, señalan García del Junco y Vurués de Segovia. Dicen, que el principal factor que hace a una persona ser líder son sus valores personales.
El líder (prototipo valioso ideal) que encarna los valores y deberes ideales. Se basa siempre en su intuición o conocimiento axiológico: gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, contra tales cosas no hay ley. Para el justo no hay ley,…él para sí es ley. El fruto de su corazón (espíritu): es amor (Fardella, 2012). Los valores forman parte del poder del conocimiento en cuanto orientan conductas cotidianas, cohesionan y dan sentido a voluntades colectivas, sirven para resolver conflictos y tomar decisiones de cambio (Rockeach, 1976).
Los valores personales del líder son un potencial relevante en: la gestión de sí mismo, su equipo de trabajo y la organización. Burns, introdujo inicialmente el concepto del liderazgo transformacional, el cual se presenta cuando el líder apela a los más altos valores morales para guiar a sus seguidores hacia un propósito elevado. Para Bass (1985), el nuevo liderazgo, que se denomina transformacional, se caracteriza por: carisma, inspiración, consideración individual y estimulación intelectual. Objetivo: contrastar e investigar que, los valores personales del líder Fardella (2011), son las raíces y faros de luz del liderazgo transformacional de Bass (1998).
Bass y Fardella
Bass (1998) sintetiza el “concepto” del líder transformador como aquel que:
1. Eleva el nivel de conciencia de sus seguidores sobre la importancia y el valor de metas idealizadas.
2. Ayuda a que los miembros de su equipo superen sus intereses personales, llevándolos a elegir una causa noble.
Del mismo modo definió las cuatro acciones o prácticas que todo líder transformador debe llevar a cabo:
1) Motivación inspiracional, la capacidad para comunicar visiones trascendentales que involucren a los demás.
2) Influencia idealizada, con su competencia de integridad personal genera confianza y credibilidad en su gente, quieren emular su conducta.
3) Estimulación intelectual, implica fomentar en su gente la creatividad y propiciar la ruptura de esquemas.
4) Consideración individual, implica una preocupación por las personas, en motivarlas, estimularlas y desarrollarlas.
El líder de sus valores personales finales (raíces de su corazón), siente que su vida tiene sentido y lo conlleva a su realización personal y felicidad. Esto, lo logra usando y desarrollando sus propias competencias Fardella (2011):
a. En la esfera del pensamiento la orientación productiva se manifiesta en (faros de luz de su conciencia) sus valores personales instrumentales “intrapersonales”: respeto, responsabilidad y honestidad, lo conlleva a la capacidad de perdonar e irradiar alegría.
b. En la esfera del sentimiento la orientación productiva se expresa a través de (las raíces de su corazón) sus valores personales finales intrapersonales: armonía interior, libertad, y sabiduría, que lo conlleva a la realización personal y felicidad.
c. En la esfera de la acción la orientación se manifiesta en el trabajo productivo, labor realizada para: su propio bienestar, los demás y la naturaleza. A través de sus valores personales instrumentales “interpersonales”: respeto (prudencia), responsabilidad (autonomía-autodominio) y honestidad (verdad), lo conlleva a: tener capacidad de perdonar e irradiar alegría en todas sus actitudes y comportamientos.
La clave del líder para obrar de adentro hacia afuera es el consejo íntimo y oculto de su sentir. No es una emoción que depende de un estimulo externo, sino, de un sentir que envuelve todo su ser y nace de lo más profundo de su espíritu. Los pensamientos están guiados e inundados por sus sentimientos, las raíces por las cuales brotan los faros de luz de su conciencia. Es manso y humilde de corazón, no es inferior a los demás, sino que, se siente libre de su propia importancia. Su presencia irradia, una comunicación espontanea, confianza mutua, sabe escuchar, inspira (motiva) y persuade. Guía el desarrollo de creatividad e innovación, tiene un comportamiento asertivo y logra colaboración.
Su valentía y esfuerzo nace de un poder interior trascendente, porque sabe, que está sirviendo a fines superiores. Los tres sistemas caóticos del líder: (pensamientos, sentimientos, actitudes y comportamientos) se autoorganizan a sus atractores (Fardella, 2012):
a. Los valores instrumentales intrapersonales, faros de luz de su conciencia (pensamientos).
b. Los valores finales intrapersonales, raíces de su corazón (sentimientos).
c. Y los valores instrumentales interpersonales que guían todas sus actitudes y comportamientos. Conforman un sistema caótico integral y total: el líder.
Fuente: Dr. José Fardella R.
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