miércoles, noviembre 28, 2012

El lenguaje corporal de la falta de compromiso y atención


Carol Kinsey, consultora experta en liderazgo y autora de varios libros, entre ellos: "The Silent Language of Leaders: How Body Language Can Help—or Hurt How You Lead", en el boletín del 1 de noviembre de la American Management  Association destaca la importancia de la comunicación no verbal para identificar el compromiso o no de los profesionales.

Los comportamientos, gestos y actitudes asociados al  compromiso indican interés, receptividad y acuerdo o conformidad, mientras que los comportamientos ligados a la falta de compromiso señalan que el profesional está aburrido, enfadado o en actitud defensiva.

La ausencia de compromiso y el desacuerdo se manifiestan:

1.- OJOS: disminuye o desaparece el contacto visual, ya que tendemos a mirar de lejos o no mirar a las cosas que nos angustian y de las personas que nos desagradan. El aburrimiento o la falta de atención se muestran también al no mirar a la cara, desenfocar la mirada o con miradas de refilón y al horizonte. Los ojos tienden a empequeñecerse y cerrarse cuando se experimentan recelos o desconfianza.

2.- BOCA: la disconformidad se manifiesta con labios cerrados o comprimidos, mandíbulas tensas o la cabeza vuelta ligeramente para que el contacto visual se produzca de refilón.

3.- TORSO: cuando las personas alejan sus hombros y torso del interlocutor probablemente significa que han perdido interés por lo que transmite éste. Al alejarnos del otro estamos expresando nuestra distancia y falta de compromiso, independientemente de las palabras que se estén utilizando. A veces se pueden emplear objetos como bolsos, carteras,..., para proteger el torso cuando se adopta una actitud defensiva.

4.- PIERNAS: cuando nos sentamos con las piernas extendidas hacia delante y los tobillos cruzados probablemente estamos mostrando sentimientos positivos hacia el interlocutor. Por el contrario cuando los pies se ocultan tras las piernas o se enredan con las piernas de una silla estamos distanciándonos.

La autora propone una serie de acciones para intentar remediar estas situaciones:

a).- Pensar en el contexto en el que se ha producido la situación de distanciamiento o pérdida de interés: ¿Previamente habíamos modificado nuestro lenguaje corporal? ¿Hicimos alguna pregunta o planteamos algún tema que se ha podido considerar como especialmente conflictivo? ¿Entró alguien nuevo en la habitación o se incorporó a la conversación?

b).- Comprobar la propia postura corporal: ¿estamos mostrando algún comportamiento de desinterés que pueda estar imitando nuestro interlocutor o reaccionando ante él?

c).- Cambiar nuestra postura corporal para mostrar interés y compromiso: acercarnos, sonreír, poner las manos sobre la mesa con las palmas hacia arriba. Comprobar si la parte contraria hace lo mismo.

d).- Forzar un cambio de postura del interlocutor. Por ejemplo si sus manos y piernas están cruzadas y en tensión, acercarnos y entregarles algo, un informe, un café,...para conseguir que se muevan y modifiquen su postura.

e).- Cambiar de estrategia. Aceptar que nuestras propuestas no están siendo bien recibidas y cambiar de plan.

f).- Llamar la atención sobre el comportamiento desinteresado del interlocutor proponiendo al mismo tiempo otra fecha para reunirse (por ejemplo: ¿Parece que este es un mal momento para hablar, posponemos la reunión hasta mañana?)

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