sábado, julio 16, 2011

El liderazgo en la Pyme

El nacimiento de una pyme marca en gran medida su devenir futuro. En la mayoría de los casos se trata de un único emprendedor que decide ejercer de "creador" y desde la nada, basándose en una corazonada del destino, se embarca en un viaje donde deja enormes sacrificios; sus ahorros y sobre todo su tiempo.

Son muchos los motivos que pueden llevar a una persona normal a plantearse la creación y por consiguiente a la entrega total para el desarrollo de una nueva iniciativa empresarial. En cualquier manual sobre emprendedores o entrepreneurs encontraremos todas las definiciones y características de estos sujetos. Pero me voy a centrar en los condicionantes que pueden hacer nacer a un aventurero de los negocios, en el interruptor que hace que de ser un empleado, piense en asegurarse sus ingresos por medio de la satisfacción de productos y servicios a clientes. Entre estas circunstancias suelen aparecer las siguientes:

- Cambio radical en su vida. Fruto de un drástico revés en sus circunstancias vitales que hacen que se plantee una innovadora forma de enfrentarse a la vida. PE: Un divorcio, muerte de un ser cercano y muy querido. Y por último, una penosa experiencia con el empleo por cuenta ajena, como podrían ser, un jefe déspota, presión excesiva, etc.

- Antecedentes familiares. Un progenitor que es o ha sido empresario. Con esto no me refiero al típico "niño de papa" que hereda un negocio, sino a una persona que decide con el ejemplo paterno, lanzar un nuevo reto empresarial.

Sin estos condicionantes suele ser muy difícil que aparezca un emprendedor, puesto que otros nichos como pueden ser escuelas de negocio, centros de formación profesional, etc. considero que son muy importantes como base y fundamento pero no son condicionantes sinecuanum, para el emerger de un emprendedor tan necesario como las anteriores. Porque aunque la formación en gestión y el dominio de un servicio o producto son importantes, no los considero capaces por sí solos de crear un emprendedor. Puesto que lo más vital para la generación de un emprendedor es, que se genere en la persona una superación de la sensación de riesgo. Y estas superaciones personales suelen partir de la superación y supervivencia a situaciones extremas y así como el ave fénix el emprendedor resurge de las cenizas.

Esta empresa, que crea el emprendedor, va germinado poco a poco fruto del trabajo del día a día; con pequeñas chapuzas realizadas minuto a minuto, en una obra constante del día a día, que termina siendo una catedral. Esta catedral es una empresa con una idiosincrasia propia, un camino propio forjado por las virtudes y defectos del creador.

¿Qué tipo de liderazgo se suele dar en un emprendedor?

Normalmente sucede, que el proyecto emprendido está bajo el total control del creador. Esto es una ventaja y a la vez un importante inconveniente. La ventaja, que el barco está siendo tripulado en la dirección correcta, según el plan inicial. El inconveniente aparece cuanto se aumenta el número de personas que participan en el proyecto. Si estas personas no interiorizan bien el "que hacemos", sucederá que su trabajo del día a día, se alejará poco a poco del objetivo inicial, produciéndose una desmotivación en el individuo y al fin y a la postre tendremos un barco con bastantes remeros que reman, en direcciones opuestas.

El emprendedor suele ejercer un liderazgo paternalista de su proyecto, queriendo estar encima de todo y en todo momento. Sabemos que es difícil, sino imposible estar encima de todo lo que sucede en la empresa y/o proyecto. La excusa que más aparece es "tengo que estar encima, sino mi gente no sabe qué hacer". La delegación pasa a un segundo plano y hablamos más de control. Esta misma actitud perjudica seriamente a los objetivos perseguidos, por que tal como contábamos antes, estamos imponiendo una cultura de ordeno y mando, matando a la creatividad y teniendo un equipo desmotivado. Y aparecen las excusas del equipo "para qué voy a hacer nada, si nunca me escucha el jefe y aquí se hace lo que él manda". Esto hace que tengamos un rendimiento personal del equipo por debajo del 50% de sus capacidades, aplicando unas actitudes que bajan el rendimiento de sus aptitudes. Y aparece otra excusa que termina haciendo mediocre el proyecto "yo vengo a trabajar y me siento a esperar que el jefe me diga lo que tengo que hacer". Lo peor de todo es que las cosas se terminan haciendo porque lo dice el jefe, sean buenas o malas, sin comunicación, sin retroalimentación, sin información de retorno (unidireccional de arriba hacia abajo).

Te invito a meditar sobre ello y a que pongas tu comentario sobre este tema. Te escribo unas preguntas en forma de guía:

¿Cuántas buenas ideas se llevan a la práctica en tu empresa?
¿Haces lo que dice el jefe o le propones nuevas soluciones?
Si aportas soluciones, estas. ¿Son tenidas en cuenta, evaluadas, contrastadas y puestas en marcha?
¿Hay exceso de delegación en tu empresa? ¿Exceso de control?
¿Cómo se toman las decisiones, consensuadas o por contra en forma de orden?

No hay comentarios:

Publicar un comentario