domingo, marzo 06, 2011

Cuidado con la desmotivación laboral

Al margen de las decisiones de estrategia (producción, inversión, marketing...) son las decisiones que se toman en el ámbito de los Recursos Humanos las que más pueden condicionar el éxito o el fracaso de una empresa.

Es algo que desde el blog de Unique, especializado en RRHH, trato con frecuencia. Hace dos semanas te hablaba sobre las consecuencias de que los empleados no se sientan valorados... Una de las principales es caer en la desmotivación laboral. Aunque puede tener otras causas. Me parece muy importante profundizar en este tema, aquí te dejo algunos datos.

Según el Centro de Estudios Financieros (CEF) la desmotivación laboral es uno de los dos comportamientos principales más tóxicos para la salud de una empresa (junto con la mala comunicación).

Motivos hay muchos. Los especialistas destacan seis (por ser más comunes o por ser más evidente su relación con la desmotivación):

- Intromisión de un supervisor u otro individuo que pueda influir en el éxito del empleado, en el área de su responsabilidad y autoridad.

- Falta de apoyo psicológico y de comportamiento.

- Carencia de suficiente información, dando lugar a retrasos y errores.

- Falta de respeto a la confidencialidad.

- Carencia de sensibilidad respecto a las necesidades individuales.

- Comportamiento inconsciente por parte del superior y de quienes directamente influyen en el éxito del empleado.

Puede que haya casos muy particulares en los que la situación personal del empleado sea tal que le lleve a la desmotivación laboral (muerte de algún ser querido, problemas familiares...). Pero no es lo habitual.

Pero a la vista de estos datos parece que la responsabilidad reside generalmente en el jefe. Aunque en el fondo es más una responsabilidad del departamento de Recursos Humanos, en concreto del reclutador. Aquí los especialistas de Unique pueden aportar toda su experiencia.

"Nadie acepta un trabajo con el objetivo de fracasar y ningún empleador contrata con la intención de despedir pronto". Pero, si no hay un reclutamiento adecuado el recurso elegido puede desmotivarse al ver que el puesto no es lo que esperaba, señala la autora Terri Kabachnick, en su libro I Quit, But Forgot to Tell You.

En cualquier caso el resultado final lógico de todas estas transgresiones es que el empleado se siente devaluado en términos humanos. Disminuye su orgullo, confianza, seguridad y oportunidades de desarrollarse. Devaluará al ser humano y le desmotivará; le dejará sin iniciativa individual en lo que respecta a la organización.

Hay hasta seis fases dentro del proceso de desmotivacion: confusión, indignación, esperanza inconsciente, desilusión, falta de cooperación y desmotivación final. Y de esta fase final al despido interior no hay más que un paso.

El contagio de desmotivación entre empleados es muy sencillo. Y esto puede generar importantes pérdidas de productividad.

Por eso es tan importante que quien se ocupe de realizar los procesos de selección atienda bien no sólo a las aptitudes laborales del candidato sino también a sus actitudes y expectativas. Y contar con el personal (sobre todo en cuanto a mandos se refiere) que ya hay en la empresa.

Y si ya tienes empleados desmotivados... aquí te dejo algunas sugerencias para reconducir la situación:

- Establece una metodología de encuentros con los mandos para intercambiar conocimiento, llegar a consensos y repartir cargas de trabajo de forma racional.

- Busca buenos líderes en los mandos intermedios, que sean capaces de dar feedback al trabajo de los empleados.

- Fomenta las evaluaciones de desempeño. A través de ellas podrás identificar si hay personas cuyo nivel de competencia excede al del puesto y por tanto "sienten" que están infrautilizados o infravalorados, y no ven un horizonte / carrera profesional en la que desarrollarse.

Fuente: blog de unique

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