miércoles, noviembre 10, 2010

Cómo preparar una entrevista de trabajo perfecta

Superar con buena nota una entrevista de trabajo supone entre otras cosas, una gran preparación previa. Aunque en el transcurso de la misma hay algunas técnicas que debemos dominar (como el lenguaje no verbal), de nada nos servirán si no hemos realizado una buena preparación.

Veamos entonces lo que debemos tener en cuenta a la hora de prepararnos para una entrevista laboral, tanto si estamos desempleados como si lo que deseamos es cambiar de empresa.

1. ¿Es ese el trabajo al que realmente aspiras?

Aunque es cierto que cuando nos encontramos en una situación de desempleo nuestra capacidad de decidirnos por una u otra oferta laboral son bastante reducidas, siempre debemos considerar antes de acudir a una entrevista de trabajo si realmente ese puesto nos interesa.

En caso de que lo que queramos es cambiar de trabajo, este axioma cobra una especial importancia. Desde un punto de vista ético (pero también práctico) sólo resulta aceptable acudir a entrevistas en las que estemos casi seguros de que aceptaremos el puesto si finalmente se nos es ofrecido.

2. ¿Quién nos va a entrevistar?

Aunque en muchas ocasiones resulta prácticamente imposible saber quién va a entrevistarnos, en muchas otras la propia empresa suele facilitarnos esa información especialmente cuando accedemos a una segunda o tercera entrevista.

Si se da el caso, podemos realizar una pequeña investigación sobre nuestro entrevistador. ¿Qué posición ocupa en la empresa? ¿Cuál es su background? Una simple búsqueda en LinkedIn puede ofrecernos información de interés.

3. ¿A qué tipo de entrevista te vas a someter?

Cada sector y más concretamente cada empresa tiene una cultura corporativa diferente que afecta también a la forma en la que se desarrollan las entrevistas. Así el entrevistado puede jugar sus bazas en una entrevista cara a cara, frente a un panel de expertos, someterse a una entrevista grupal, tests psicotécnicos, etc.

Cuanto más sepamos sobre el tipo de entrevista al que vamos a acudir, mejor podremos prepararnos, evitando ciertos elementos "sorpresa".

4. Contacta con personas que ya hayan sido entrevistadas

No hay mejor forma de prepararse para una entrevista que el de hablar con una persona que ya haya pasado por la misma experiencia que estamos a punto de vivir.

Si tenemos la suerte de contactar con una de estas personas, podemos obtener información de primera mano sobre cómo transcurre todo el proceso, la forma en la que se organiza la empresa o su cultura corporativa.

5. Contacta con empleados de la propia compañía

¿Conocemos a alguien que trabaje o haya trabajado en la empresa para la cual estamos postulando? Si es así, ha llegado el momento perfecto para retomar esa vieja amistad, o para volver a tender puentes con esa persona de la que hace tanto tiempo que no sabemos nada.

Si las cosas van bien, podremos obtener más detalles sobre cuál es la situación actual de la empresa, cuáles son los "rumores" que se cuelan por sus pasillos o qué hay de verdad en las últimas noticias que hemos leído en la prensa.

6. Investiga, estudia, aprende

Antes de acudir a nuestra cita con el entrevistador debemos asegurarnos que sabemos casi tanto como él sobre la empresa en la que queremos entrar. Aprende cuáles son sus líneas de negocio, que resultados financieros presentaron en el último año, en que Comunidades Autónomas o países tienen presencia, en qué mercados tienen más actividad o en cuáles aspiran a entrar.

7. Características del puesto

Una cosa es leer la descripción de un puesto de trabajo en un anuncio y otra muy diferente conocer perfectamente en que consiste el puesto que nos están ofertando. ¿Vamos a coordinar un equipo o por contra nuestro trabajo es más individual? ¿Qué habilidades son realmente imprescindibles para dar el máximo? ¿Vamos a tener que viajar?

Aunque es responsabilidad de la empresa que ofrece el puesto el incluir todas estas cuestiones en la oferta de trabajo, es importante que cuando acudamos a la entrevista sepamos exactamente qué es lo que nos están ofreciendo.

8. ¿Cuántos candidatos se presentan para el mismo puesto?

Aunque a priori este dato puede ser difícil de determinar, muchos portales de empleo nos permiten hacernos una idea de cuántas personas han enviado su curriculum para una oferta determinada. Por otro lado, cuanto más exclusivo y específico sea el puesto al que aspiramos podemos entender que menor será el número de candidatos con los que tendremos que competir.

9. ¿Qué es lo que puedes ofrecer a la empresa? ¿Qué te diferencia del resto de candidatos?

Sobre esta pregunta se construye casi todo el proceso de selección. No importa lo impresionante que sea nuestro curriculum, o las habilidades directivas o comerciales que creamos atesorar. Si no somos capaces de responder a esta pregunta de forma satisfactoria, habremos perdido casi todas las opciones a hacernos con el puesto deseado.

10. Ensayar la entrevista

De la misma forma que los actores ensayan decenas de veces su obra antes del día del estreno, una entrevista laboral debe ser estudiada y ensaya, pulida y revisada. Para ello nada mejor que contar con la colaboración de un amigo o familiar que se ofrezca a preguntarnos las teóricas preguntas a las que nos debemos enfrentar. Cuando más ensayemos la entrevista, mejor lo haremos llegado el gran día.

Fuente: MuyPymes.com

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