viernes, septiembre 17, 2010

Hermes, una empresa familiar como cualquier otra

El principal desafío que enfrentan la mayoría de las empresas gestionadas por familias es el sobrevivir de una generación a la siguiente. Las estadísticas muestran que sólo un tercio logra llegar a la tercera generación. La casa de modas francesa Hermes es una empresa que ha seguido esta tendencia. Nacida como un taller de arneses a mediados de 1800, seis generaciones después se han convertido en un emporio icónico de la moda a nivel mundial que vende artículos “refinados” – y no de lujo.

En 2005, se jubiló el legendario CEO de la quinta generación Jean-Louis Dumas, siendo varios miembros del clan que ocupaban puestos altos en la jerarquía de Hermes, incluyendo el hijo del señor Dumas, Pierre-Alexis Dumas. Pero, ¿quién se haría cargo? Durante cinco generaciones, los descendientes del fundador Thierry Hermes, habían conducido a la organización y lo que nació como un pequeño taller que fabricaba bridas y los mejores arneses forjados para la nobleza de Europa se convirtió en un productor de más de 30.000 productos diferentes en 15 categorías distintas - incluyendo artículos de cuero, bufandas, corbatas, relojes, artículos de papelería, guantes, artículos de mesa, joyas, perfumes, ropa y artículos para el hogar- a través de 290 tiendas minoristas en todo el mundo con ventas totales por 1.8 mil millones de euros.

Cuando Jean-Louis Dumas asumió el cargo, Hermes parecía exitosa pero había empezado a caer con respecto a la competencia. Jean-Louis se dio cuenta que el comercio minorista había cambiado y que si Hermes iba a sobrevivir tenía que reposicionar sus productos haciéndolos más atractivos para los jóvenes de todo el mundo. Convirtió a Hermes en lo que llamó un "multi-local”, con tiendas que operaban fuera de Francia con una gran independencia, capaces de adaptarse a cada nuevo entorno. Mantuvo un ojo en las ventas y un ojo en el diseño. Los resultados le dieron la razón: en sus 28 años a cargo, las ventas crecieron de 42 a 1400 millones de euros.
A lo largo de los años, la organización creció no solo en tamaño y en productos, sino que su cultura se fortaleció reflejando los valores de familia: perfección, refinamiento y fidelidad. Los trabajadores que se jubilan, por ejemplo, nunca dejan la empresa; sino que se unen a su Club des Anciens (o, Club de los Antiguos), que se reúnen para almuerzos mensuales y viajes anuales, y es una biblioteca viviente de la historia y la sabiduría de la empresa.

Cuando Dumas anunció su retiro, el mundo esperaba ver quién sería su sucesor. En cumplimiento de una política familiar que indica que ningún miembro de la familia asumirá el puesto más alto si hay un miembro fuera de la familia que está más calificado. Jean-Louis Dumas anunció que, de hecho, habría tres personas, con Patrick Thomas, un externo no miembro de la familia quien había trabajado como co-CEO desde 2005, como jefe y Pierre-Alexis Dumas y su prima Pascale Mussard como co-directores artísticos. De esta manera, Patrick Thomas se convirtió en la primera persona fuera de la familia Hermes en dirigir la empresa en 169 años.

Si bien el nombramiento de Patrick Thomas marcó un hito en la historia de la empresa, la familia no ha dado señales de ceder el control. Cuando se hizo pública en 1993, la familia Hermes retuvo el 75% de las acciones, y seis de los nueve miembros del consejo de supervisión son parte de la familia - varios representando a la sexta generación. Así que si bien el CEO puede haber cambiado Hermes sigue creciendo, conservando el carácter único que ha ido evolucionado a lo largo de más de 6 generaciones de propiedad familiar.

Fuente: HSM

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