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jueves, agosto 13, 2009
El no liderazgo en tiempos de crisis
Un tema que varios me han planteado, recientemente, es que existen líderes empresariales que solo miran los ingresos sin interesarles para nada los recursos humanos, de hecho, surge el siguiente interrogante:
¿Cómo pueden las empresas ante las crisis desvincular a recursos muy capacitados que han demostrado lealtad, dedicación y esfuerzo trabajando más horas de lo habitual y siempre conectados?
Veamos entonces la buena intención de una respuesta, seguidamente:
Las tareas y cargos laborales pueden ser descriptos y evaluados, con determinados estilos de liderazgo que permiten manejar a otros sin dudar uno mismo o, el modo de motivar a las personas para lograr que hagan bien las cosas.
En otras palabras, adaptar el estilo de liderazgo de acuerdo a la situación imperante. Y, además, en la organización existen tareas que la gente puede entender y hacer sola, mientras que hay otras personas que siempre van a necesitar que marquen las pautas, y ser guiados.
Sin embargo, ciertos gerentes para durar en su puesto ayudan a confundir a la gente que podrían actuar por sí mismos y evitan dar pautas a los empleados que no pueden comprender ciertas cosas.
¿Cómo lo hacen?
Generando incertidumbre entre sus colaboradores a través de la manipulación, utilizando: el temor, la desconfianza, la injusticia y el error.
Por ejemplo, en tiempos de crisis, cuando llega el momento de despedir gente, a quien eligen: a los jóvenes, a los viejos, a los que trabajan poco o a los que pueden crecer y molestan a los superiores.
Así, la gente tiene temor y deja de actuar porque tienen miedo de cometer errores, y tratan de mantener buenas relaciones con el gerente para resolver problemas. No hay que olvidar que la gente que no resuelve problemas, nunca crea problemas nuevos.
También, están los empleados que trabajan más y bien, a quienes se les solicitará más colaboración aunque no saben si van a tener una mayor recompensa.
Y las personas que trabajan poco o mal, no le van a pedir que colaboren más porque no están dispuestas a hacerlo y buscarán excusas.
Otro es el caso de los empleados que pueden crecer, aprovechan la oportunidad de la crisis para alcanzar nuevas posiciones pero tienen una gran desconfianza de las promesas que les hicieron.
De este modo, existen gerentes (no son pocos) que creen que con la manipulación, se puede tratar adecuadamente cada situación, pero esto de nada les servirá para superar la crisis sino que contribuirá a que la empresa no pueda sobrevivir en un futuro cercano.
Entonces, se pueden cambiar las condiciones para que el empleado se sienta más cómodo en el trabajo y, a su vez, la organización sea más eficiente, siguiendo estos simples consejos para motivar a la gente, que se detallan a continuación:
• Al empleado le gusta ser reconocido cuando realiza bien su trabajo.
• No desmotivar practicando un liderazgo coercitivo, su meta es actuar como un guía de los empleados
• Hablar con los empleados para encontrar nuevas formas de mejorar su rendimiento.
• Que el empleado conozca el sentido de su trabajo y cómo genera valor para la empresa.
• Si luego de estas acciones, hay ciertos empleados que siguen obstaculizando el trabajo de quienes pretenden hacer las cosas bien, no queda otra medida que la separación de los mismos para elevar la moral del resto de los empleados y promover la motivación y productividad de todos los grupos de trabajo.
Finalmente, las empresas deben preocuparse por el capital humano y que los gerentes ejerzan el verdadero liderazgo en tiempos de crisis.
Rodolfo Salas
liderazgo situaciones es la clave, ya que todas las situaciones son diferentes y por ende, precisasn estilos diferentes de conducción. Por otra parte si la gente tomara conciencia que TODOS VENDEN, se comprometerían más con su trabajo y a mantener a flote el "barco" que les da de comer y no solo en época de crisis.
ResponderEliminarHola María Sol,
ResponderEliminarEs como tú dices: la clave está en saber manejarse de acuerdo a las situaciones imperantes y que todos se comprometan con su trabajo para salir adelante.
Saludos cordiales, Rodolfo.