viernes, mayo 27, 2022

Los Errores más Frecuentes que se Cometen en Relación con la Inteligencia Emocional de los Equipos


Evan Watkins en SmartBrief on Leadership del pasado 19 de mayo plantea que al analizar los datos recogidos de equipos con los que ha trabajado en la última década en relación con la inteligencia emocional surgen una serie de comentarios comunes. Los más frecuentes son.

1.- Los equipos desean aprovechar la diversidad de perspectivas y opiniones y rechazan a las personas que dominan las discusiones

Un equipo quiere sentir que todos sus miembros importan, por lo que cuando uno o unos pocos de sus miembros tratan de acaparar toda la atención el resto se queja.

Para evitarlo el equipo debe reservar tiempo para la solución de problemas. Esta es una estrategia que  da la oportunidad a que todos se preparen y puedan compartir. Si es necesario se puede instaurar un proceso formalizado para asegurar que algunas personas no dominen la conversación como los turnos para intervenir. Se debe establecer una estructura mutuamente acordada y un propósito para cada reunión que incluya la forma en que cada persona va a contribuir. Al principio la estructura puede parecer rígida y poco natural pero con el tiempo el equipo la adoptará y se acostumbrará a ella con lo que se escucharán más voces y más perspectivas surgirán.

2.- Los equipos desean que las conversaciones difíciles se mantengan con las personas implicadas

Los comentarios más frecuentes muestran que hay que hablar con la persona que tiene el problema y no con quiénes no tienen nada que ver con el mismo, porque las quejas y la negatividad van a afecta al resto de personas y a alterar la dinámica del equipo.

Por ello, debe establecerse como norma del equipo el mantener las conversaciones complicadas directamente, evitando que se hable a las espaldas de los implicados y el fomentar el que los miembros del equipo aborden sus conflictos de forma directa.

3.- Los miembros de los equipos deben dejar sus sentimientos a un lado

Desgraciadamente el sentimiento de que no hay lugar para las emociones en el trabajo sigue vivo. Con frecuencia se utiliza esta idea como una excusa para ser irrespetuosos al transmitir un mensaje. Pero debe existir responsabilidad por la forma en que se comunica un mensaje. Es físicamente imposible dejar todos los sentimientos apartados a un lado.

Para evitar esto el equipo debe detectar y reconocer que las emociones son reales y hacer un esfuerzo consciente para trabajar con ellas y no contra ellas. Para comenzar a gestionar la forma en que las emociones impactan en el equipo hay que empezar por detectar y reconocer las situaciones incómodas. Cuando un miembro del equipo no está cómodo, se muestra reactivo o pone muchas resistencias otro miembro puede reconocer esta situación puede plantear que toda reacción es válida e importante y que el resto del equipo quiere entenderlas.

También dentro del equipo sus miembros deben hacer preguntas y practicar la escucha activa. De esta forma se abandonará la idea de que las emociones interfieren en el trabajo y se reforzará la idea de que las emociones son inevitables por lo que es mejor prestar atención a su presencia y aprender de ellas.

Isabel Carrasco

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