jueves, noviembre 29, 2018

Alemania invertirá 3.000 millones para ser un líder en inteligencia artificial

Alexander Dobrindt, ministro de Transporte de Alemania, probando un vehículo autónomo. EXPANSION

Berlín desea alcanzar a las naciones líderes en este campo, pero sigue preocupando que se haga un mal uso de los datos.

Alemania gastará 3.000 millones de euros para potenciar su industria de inteligencia artificial (IA), dentro de un tardío esfuerzo de Berlín para alcanzar a naciones líderes como China y Estados Unidos. La suma comprometida se engloba dentro de una estrategia nacional en IA aprobada por el gabinete de Angela Merkel  la semana pasada, tras la asistencia de la canciller y de sus ministros a un seminario de dos días sobre desafíos digitales. Berlín espera que el sector privado contribuya con una aportación similar a los fondos federales, elevando la inversión a al menos 6.000 millones de euros.

"Hoy, Alemania no puede afirmar ser uno de los líderes mundiales en inteligencia artificial", explicó Merkel a los periodistas después de la reunión. "Nuestra aspiración es convertir el 'Hecho en Alemania' en un distintivo también en la inteligencia artificial, y asegurar que el país ocupe su lugar como uno de los países líderes [en IA] del mundo".

La falta de inversión en inteligencia artificial amenaza una de las
principales industrias de Alemania, la de automoción

El informe estratégico también promete la creación de 100 cátedras universitarias centradas en la IA, junto con más centros de investigación como el Centro Alemán de Investigación en Inteligencia Artificial (DFKI), fundado en 1988. En total, Alemania quiere establecer una red de 12 centros de investigación, desarrollo y aplicación de tecnologías de IA que ofrezcan "condiciones laborales y salarios atractivos a nivel internacional".

Analistas y representantes de la industria llevan tiempo advirtiendo de que Alemania se está quedando atrás con respecto a países rivales en el campo de la IA, considerado no sólo fundamental para los nuevos productos y mercados, sino también una amenaza potencial para algunas de las industrias más importantes del país, especialmente el sector del automóvil.

Una reciente encuesta de Bitkom, una asociación de la industria digital, arrojó que sólo un 11% de las empresas alemanas afirma usar la IA, o se está planteando utilizar esta tecnología. Más de la mitad de las compañías encuestadas afirmó que consideraba que la inteligencia artificial jugaría un papel crucial en la competitividad de Alemania. Achim Berg, el presidente de Bitkom, celebró la estrategia del Gobierno, pero señaló que una inversión anual de 500 millones de euros no bastaba dada la "importancia de la IA para el crecimiento y la prosperidad".

Los expertos señalan que la industria de la IA de Alemania afronta un reto especial a la hora de acceder y utilizar la ingente cantidad de datos que apuntalan la mayoría de aplicaciones de IA. Esto refleja en parte el tamaño relativamente pequeño del mercado frente a líderes como China y EEUU, pero también la preocupación generalizada entre la opinión pública por el mal uso de los datos privados.

"El volumen de datos utilizables de alta calidad debe incrementarse significativamente para cumplir los objetivos de esta estrategia", expone el documento del Gobierno. Pero también sostiene que esta apuesta no debe hacerse a costa de "los derechos personales, el derecho a la autodeterminación informativa y otros derechos básicos".

Berlín pide un esfuerzo de la UE para aumentar el volumen de datos, pero sugiere que el foco debería ponerse en los datos creados a partir de máquinas industriales, y no de ciudadanos privados.

Parón en China

El sector de la inteligencia artificial de China está de capa caída: es ignorado por los inversores, no consigue producir tecnología de vanguardia y tiene dificultades para generar rendimientos. La situación dista mucho del año pasado, cuando Pekín hacía planes para liderar la IA en 2030 y el capital riesgo elevaba las valoraciones. China superó el año pasado a EEUU en inversión del sector privado, con casi 5.000 millones de dólares. Pero los 1.600 millones del primer semestre de este año suponen sólo una tercera parte de los niveles de EEUU, según ABI Research. Informa Louise Lucas.

TOBIAS BUCK | FINANCIAL TIMES 

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