domingo, noviembre 04, 2018

7 claves para liderar de forma colectiva




La rapidez de actuación y de toma de decisiones que demanda el actual contexto económico y empresarial, ha generado que muchas organizaciones -por muy compleja que sea su composición- deban simplificar sus estructuras, a fin de agilizar este proceso de adaptación y su radio de actuación ante los retos que trae consigo la disrupción tecnológica. Además, es ahí donde el liderazgo colectivo juega un papel decisivo, permitiendo alcanzar el éxito en dicho cambio.

Según detalla Juan Ferrer en su libro “Cambiemos las organizaciones. Cómo activar la inteligencia, la responsabilidad y el liderazgo colectivo en las organizaciones”, existen siete claves que permite “lidiar con la compleja evolución hacia nuevas estructuras empresariales”, tal y como publica en un artículo el diario Cinco Días.

En este sentido, se recoge la importancia del cambio en las organizaciones, especialmente porque los tradicionales sistemas jerárquicos han quedado obsoletos. Esto es así debido a que los problemas que trae, dentro de este nuevo contexto VUCA, superan a los beneficios que aporta, como los son el orden, el control y la eficacia. No obstante, según indica Cinco Días, citando a Ferrer, “no se trata de añadir parches al sistema jerárquico, sino de un cambio de mentalidad que afecte a toda la cultura de la empresa”.

Dicho cambio se vincula a un aumento de la colaboración y la coordinación, así como de la creatividad. Según el consultor, la clave está en la aplicación de un concepto que llama “redarquía”, el cual define como “un modelo en el que los trabajadores deciden crear redes de colaboración de forma voluntaria para cumplir los objetivos”. De este modo, en lugar de generar vínculos impuestos, de ordeno y mando, se establecen relaciones espontaneas fruto de la cooperación. “Al crearse libremente, mantienen la responsabilidad del compromiso elegido”, publica Cinco Días.

También se cita en el libro las ventajas de la “holocracia”, donde “los empleados trabajan en círculos semiautónomos”, en los que se rigen por los objetivos que deben alcanzar, permitiendo una cierta libertad de actuación que agiliza el sistema organizativo. Al respecto, el artículo recoge que “los individuos no tienen cargos fijos, sino roles temporales decididos por el propio grupo”.

Por otro lado, se habla de la creación de un segundo sistema de trabajo, al que el consultor llama “sistema operativo dual”, por el cual se establece una red de equipos bien comunicados, que conviven con la jerarquía coexistente, dejando espacio a la creatividad e innovación a fin de eliminar las barreras que la jerarquía conlleva. “De esta manera, la configuración paralela funciona como un acelerador para cubrir las demandas del exterior lo antes posible”, apunta Cinco Días.

La sexta clave se vincula a un nuevo estilo de liderazgo: más personal, colectivo y no unipersonal y generador de seguidores; al tiempo que Ferrer concluye citando el cambio cultural que la organización debe promover para impedir la vuelta al “modelo estático” y permitir la evolución constante y la adaptación que la compañía necesita aplicar, en función de las necesidades que vaya teniendo.

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