jueves, septiembre 06, 2018

Cómo la Gig economy está transformando el empleo y a los profesionales



La llamada economía ‘Gig’ define esa situación laboral en la que los profesionales son contratados para proyectos puntuales, donde el freelance aporta todos sus recursos, es decir, su conocimiento, experiencia profesional, tiempo y material de trabajo. Las startups son las principales impulsoras de esta modalidad de contratación que difiere de los asalariados pero, también, de otros trabajadores independientes, cuyas condiciones laborales son ligeramente distintas y, según algunos expertos, menos precarias.

Para entender cómo la ‘Gig economy’ está impulsando la economía colaborativa y transformando el mercado de trabajo, es importante comprender qué implica trabajar en ella.

Según los expertos, esta modalidad contractual ha empezado a dejar de ser algo del ‘futuro’ para convertirse en el presente de muchas compañías como Uber o Airbnb, entre otras. Así, las startups son las principales impulsoras de este tipo de empleo, donde el profesional -freelance- es contratado de forma puntual para desarrollar una determinada tarea, en la que es el encargado de aportar todos los recursos que son necesarios.

Pese a que, a priori, lo que busca este tipo de empleo es proporcionar a los profesionales una mayor autonomía y espíritu empresarial, los más críticos lo vinculan a un “deterioro del contrato social entre empleados y empleadores”. Así lo exponen desde Gallup en un artículo  donde, además, se afirma que el mercado laboral actual está caracterizado “por relaciones laborales no tradicionales, independientes y de corto plazo”.

Respecto a si la ‘Gig economy’ es buena o mala para los trabajadores, el artículo recoge varios argumentos a favor y en contra. Por ejemplo, al hablar de satisfacción laboral, tanto los trabajadores tradicionales como los freelancers muestran elevados índices: 71% y 64%, respectivamente. No obstante, según Gallup, esta cifra no es suficiente para asegurar que los profesionales eligen esta modalidad por preferencia. Y, quizás, la razón se encuentre en el tipo de condiciones bajo las trabajan.

Según Gallup, mientras que los trabajadores independientes experimentan altos niveles de equilibrio trabajo-vida, flexibilidad, autonomía, comentarios significativos y libertad creativa, los trabajadores temporales reciben menos comentarios sobre su desempeño y reconocen tener niveles más bajo en cualquiera de estos factores. De hecho, “experimentan su lugar de trabajo como lo hacen los empleados normales, aunque sin los beneficios de un trabajo tradicional: beneficios, sueldo y seguridad”.

En esta línea, la remuneración también es otro de los elementos críticos que diferencian a unos profesionales de otros. Sin embargo, dentro de este factor también existen matices. Según Gallup, la clave está en saber si el trabajador cuenta con habilidades muy demandadas, pero difíciles de encontrar. Es ahí donde la negociación salarial se torna más justa o beneficiosa para el profesional.

El debate sobre los beneficios y las consecuencias de la ‘Gig economy’ se ha convertido en una tendencia importante en el campo de la gestión del capital humano. Así, según los expertos, esta economía “ofrece un conjunto único de desafíos y oportunidades para las empresas que buscan una mayor agilidad en la fuerza de trabajo y experiencia en los mercados competitivos”.

Con el fin de lograr obtener dichos beneficios, Gallup recomienda, por un lado, rediseñar los trabajos tradicionales, y por otro, capacitar a los gerentes para que se relacionen mejor con su fuerza de trabajo temporal. “Deben comunicar la misión y los valores de la organización de forma rápida y concisa, al tiempo que impulsan la participación de los trabajadores, aunque sean temporales”, apunta el artículo.

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