miércoles, noviembre 08, 2017

Qué influye más a la hora de cambiar de empleo: ¿un mal jefe o un mal sueldo?


3 de cada 4 empleados dejan su puesto de trabajo a causa de su jefe o por motivos relacionados con una falta de desarrollo profesional. Así lo revela el estudio “¿Por qué se van?” llevado a cabo por Future For Work Institute, que revela como otras cuestiones como el salario, pasan a un segundo plano en las nuevas generaciones a la hora de tomar determinadas decisiones.

Según revela el estudio realizado por Future For Work Institute, más del 90% de las rotaciones voluntarias que se producen en las organizaciones españolas se deben a factores sobre los que la empresa podría haber actuado. De hecho, según daba a conocer recientemente la 7º edición del Índice de Dinamismo Laboral, medido por Meta4 y analizado por el IESE, se trata de una tendencia al alza aun cuando el empleo se ha estabilizado.

En este sentido, el Meta4 IDL revela que el número de trabajadores que han abandonado voluntariamente sus puestos de trabajo se ha multiplicado por seis entre 2010 y 2017, y los motivos son -según el estudio de Future For Work Institute- los jefes y el desarrollo profesional. Su fundador, Santiago García, achaca este dato a la reactivación del mercado laboral y a la precariedad del empleo que se creó durante la crisis.

Asimismo, según cuenta García al diario Cinco días, “los contratos están muy polarizados, por un lado, hay gente muy especializada que se va porque las empresas se pelean por ellos, y por otro, están las personas que acumulan empleos temporales continuamente porque sus perfiles son fáciles de encontrar”.

Siguiendo con las conclusiones del estudio, las personas que dejan voluntariamente su puesto de trabajo en las organizaciones españolas tienen un escaso nivel de confianza en la visión de sus líderes, se sienten poco escuchados y están descontentos con la calidad del feedback que reciben.

El 64% señala que su supervisor directo le trataba injustamente y el 66% dice que no se sentía escuchado. Por ello, García declara que las compañías “deberían reflexionar sobre cómo han tratado a sus empleados durante la crisis”, e insiste en que estos datos obedecen a la reacción de “la gente que pasa factura ante la leve mejora del mercado laboral”.

Por otro lado, las mujeres señalan la falta de desarrollo profesional como principal motivo de rotación voluntaria mientras que los hombres apuntan más a su jefe directo. De éstos últimos, el 52% observa falta de confianza por parte del jefe, el 55% asegura que su superior no le escuchaba, el 52% declara haber sufrido injusticias, el 54% critica la calidad del feedback recibido y el 54% no se sentía respetado por su jefe.

El directivo concluye que “los que se marchan voluntariamente suelen ser los buenos, pues tienen más fácil encontrar otra cosa, no saltan al vacío”. No obstante, el experto admite al diario Cinco días que “las empresas más avanzadas sí que se están preocupando por conseguir nuevas formas de gestionar a los trabajadores”.

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