domingo, abril 09, 2017

12 hábitos poco profesionales que hacen que todos en el trabajo te odien

Conductas o actitudes desde rústicas hasta salvajes que pueden generar malestar entre tus compañeros sin que te des cuenta.

Podrías estar haciendo algunas cosas mal sin darte cuenta. En torno a esta idea se crearon incluso serie, como The Office (Archivo / NBC).

¿Sentiste alguna vez que tu jefe o algunos de tus compañeros te odian secretamente? Quizás, sin hacerlo consciente, incurras en alguna conducta irritante o que viola normas básicas de convivencia.

Si respondiste que sí a la pregunta inicial, revisa la lista a continuación confeccionada a partir de la asesoría de expertos en relaciones laborales y etiqueta.

Ser negativo todo el tiempo

Las personas que en entornos profesionales todo el tiempo responden a sugerencias o pedidos de modo negativo ("esto no va a funcionar", "no sé ni cómo empezar", "eso no es para este lugar") generalmente son vistos como personas poco colaborativas. También aplica para quienes todo el tiempo se están quejando.

Pocas cosas pueden drenar tanto la energía como lidiar con gente que permanentemente tiene una actitud negativa frente a cualquier desafío.

Llegar tarde

La puntualidad es crítica para dar una buena imagen profesional, pero también como norma general de etiqueta. "La conducta profesional es llegar a tiempo, ni antes ni después, tal como lo demás están esperando", según explica la experta en protocolo Rosalinda Randall.

Dentro de esta razón también se incluye llegar tarde 10 minutos o más a las reuniones, un hábito que puede leerse como una falta de respeto para con los colegas. Su acción repetida se asocia con una conducta arrogante.

 (Archivo / Fox)

Decir que estás enfermo cuando no lo estás

Si a menudo llamas a tu jefe para reportarte enfermo y faltar a trabajar, cuando en verdad no lo estás, inmediatamente generarás malestar entre tus pares. El uso de licencias debe ser responsable y honesto.

Ser desordenado o sucio

Si comes una banana y dejas la cáscara largo rato sobre tu escritorio junto a tres o cuatro tazas de café sucias probablemente enfrentes la mirada inquisitoria de quienes tienes alrededor. Lo mismo aplica para el comedor o salas habilitadas para tomar refrigerio. Acaso: ¿estás esperando que alguien venga limpiar tu desorden?

Mantener un espacio laboral propio ordenador y limpio no sólo es cortés con los demás, sino que reflejará directamente cómo te comportas frente al trabajo.

Mostrarse como un sabelotodo

Desarrollar una actitud pedante en las reuniones o frente al trabajo de los demás puede ser una de las cosas más reactivas dentro de un entorno profesional. Generalmente estas actitudes se reflejan en interrupciones o comentarios permanentes para superar, corregir o, peor aún, reformular un comentario y apropiarte de una idea ajena.

Construir relaciones respetuosas y sanas es fundamental para el desarrollo profesional (Archivo / NBC).

Hablar de tu vida íntima u otras personas

No hace falta demasiada aclaración: discutir a los gritos sobre tu divorcio, las peleas con tu pareja, detalles de la intimidad o sexo no sólo es extremadamente poco profesional, sino que te hace ver como una persona emocionalmente inestable. No es necesario que toda la oficina opine sobre la relación con tu suegra.

Por otra parte, los comentarios burlones, la murmuración o las bromas que denotan actitudes pasivo-agresivas, además de irrespetuosas, terminarán generando malos comentarios sobre tu reputación.

Poner otros en un compromiso

Hay personas que en el trabajo venden cosas (rifas, porciones de torta, galletas...) o bien que recorren los escritorios pidiendo firmas, horas de voluntariado o donaciones. Si bien el activismo por una causa nobles es una actividad positiva, el trabajo no es el lugar ideal para hacerlo dado que estas acciones pueden poner a los compañeros de trabajo "en un compromiso" o hacerlos sentir incómodos.

Fanfarronear

Si estás orgulloso de un logro es normal que quieras compartirlo, pero si lo haces de un modo inapropiado puede volverse en tu contra. Regla de oro: si dudas como hacerlo, intenta siempre con la humildad.

Las actitudes más arrogantes pueden ser: utilizar "tono de superioridad", contarle a todo el mundo tus logros, señalar fracasos de otros y no decir "gracias" cuando te felicitan.

Ser ruidoso

No es un pecado escuchar música mientras trabajas, pero no es para nada cortés obligar a los demás que hagan lo mismo. Utiliza auriculares y asegúrate que si el volumen está alto no sea escuchado por todos.

Ser ruidoso especialmente en oficinas abiertas afecta la capacidad de concentración de los demás.

Hacer muchas llamadas personales

Pasar horas y varios momentos hablando con familiares, amigos, chateando en Facebook o Whatsapp no sólo es poco profesional, sino que en algunos casos podría ir contra las normas básicas de trabajo de tu empresa.

Ser grosero

Hablar cotidianamente de modo vulgar incluye: decir malas palabras, utilizar metáforas inapropiadas o frases discriminatorias, estereotipar a los demás o incluso utilizar adjetivos despectivos. Esta forma de comunicarte no sólo es poco profesional, sino que podría afectar la relación con tus compañeros o hasta generar una queja formal en Recursos Humanos.

Evitar todo tipo de contacto social

Si bien no es una conducta estrictamente descortés, una forma estratégica de relacionarte en un ambiente profesional es acudir a eventos sociales: reuniones o fiestas organizadas por la empresa o salidas con tus compañeros. Cada tanto puedes asistir a alguna para no ofrecer una impresión antisocial o de que no eres parte del equipo.

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