lunes, julio 11, 2016

Los 6 trabajos que quedarán en 2035 (porque solo el ser humano los podrá llevar a cabo)

El futuro se presenta negro para el empleado medio, sobre todo si no pretende reciclarse. ¿O no? Con esta pequeña guía podemos anticiparnos antes de que sea demasiado tarde.


La línea que separa al hombre de la máquina

Se ha convertido en un lugar común, aunque no por ello deja de ser cierto: los empleos en los que trabajarán nuestros hijos aún no existen. De igual manera que a mediados del siglo XVIII pocos podían sospechar que en apenas unas décadas se necesitarían maquinistas para conducir unas misteriosas máquinas de vapor, por ahora tan solo podemos sospechar cuáles son los trabajos que predominarán dentro de no mucho tiempo. Aunque probablemente tengan algo que ver con aquellos maquinistas decimonónicos que, en una mitad de la revolución de la técnica, se vieron obligados a entender el funcionamiento de las máquinas.

Ahora que nos encontramos en medio de la llamada Cuarta Revolución Industrial, son muchos los informes que intentan augurar el futuro del trabajo a medio plazo. Sobre todo, respecto al impacto que la mecanización y robotización de muchos procedimientos puede tener en puestos actualmente ocupados por mano de obra humana, que hará que muchos trabajadores se queden en el paro, pero que también dará lugar a nuevas oportunidades. Es el caso, por ejemplo, de 'Tomorrow's Digitally Enabled Workforce', un informe que examina el posible futuro del mercado laboral de los próximos 20 años. Y aunque se centra en Australia, sus conclusiones son fácilmente exportables a otros países occidentales.

El rol de los analistas será resolver los problemas tácticos y estratégicos 
que surgirán en la toma de decisiones, cada vez más complejas

“Nuestras propias investigaciones muestran que en Australia, el 73% de los trabajos serán sustancialmente afectados por la inteligencia artificial en el año 2035”, señala en el prefacio del informe Brad Noakes, director de BCG. “La cantidad de destrucción de trabajo provocada por la automatización solo ha sobrepasado esta cifra una vez durante los últimos 15 años (en el punto álgido de la crisis financiera global)”. En otras palabras, agárrense los machos que vienen curvas. O, mejor aún, echen un vistazo a esta lista de seis trabajos que sobrevivirán con muy buena salud en el año 2035. Por lo que pueda pasar.

Analista de 'big data'

No solo los procesos de automatización se han acelerado, sino también la cantidad de información y datos de que disponemos. “La mayor parte de datos no tienen estructura (vídeos, fotos, texto…) y no se adhieren a reglas o estándares de grabación para un objetivo específico”, señala el informe. Sin embargo, hay una gran cantidad de datos estructurados y relacionados con los recursos naturales, el clima o el tiempo atmosférico que necesitan ser interpretados. Ahí es donde se encuentra el papel de este especialista, cada vez mejor pagado, sobre todo en áreas como la ciberseguridad. Algunos de los sectores donde se buscarán esta clase de profesionales son la salud, el transporte, el diseño urbano y el comercio.

Como señala el informe, IBM ofertó durante el último año 2.307 nuevos puestos de analista. “¡Estamos buscando gente!”, señalaba la oferta publicada en LinkedIn por el vicepresidente de la compañía, Anjul Bhambri. “El candidato ideal debe tener experiencia en esto: tecnología 'big data' de código abierto, sistemas distribuidos, aprendizaje automático y, a poder ser, entender las herramientas de análisis de datos modernas utilizadas en la red”.

Analista de toma de decisiones complejas

No cabe duda de que va a ser la era de los analistas, ¿verdad? Aunque la figura del 'decision support analyst' no es nueva, sí lo es el nuevo rol que jugará en el futuro, y que abarcará tanto convertir la gran cantidad de información de la que disponemos en decisiones como la explotación de las elecciones ajenas en un mundo económicamente globalizado. “Tener un montón de información, o incluso montones de información útil, es una piedra en el camino de lo que realmente importa”, señala el informe. “Las elecciones operacionales y estratégicas llevadas a cabo por los líderes de las organizaciones”.

Las consecuencias de las decisiones tomadas por estos, debido a la alta complejidad del mundo moderno, serán mucho más sensibles e imprevisibles. “Es probable que implique a más actores (con más perspectiva) en un entorno regulatorio más complejo que debe tener en cuenta diferentes objetivos (sociales, medioambientales, financieros, tecnológicos)”. El rol de esta clase de analistas será resolver los problemas tácticos y estratégicos que surgirán en la toma de decisiones. “La habilidad de convertir los problemas confusos, liados, complejos y polifacéticos en problemas de decisión estructurados con un conjunto finito y manejable de opciones será muy valorada”.

Operadores de vehículos de control remoto

O, en otras palabras, los hombres que mueven los hilos de los drones y los aviones no tripulados. Los pilotos, capitanes de barco y conductores ya no se montarán en aviones, barcos o automóviles, sino que dirigirán dichos vehículos desde oficinas. Aunque, curiosamente, muchas de las habilidades que deben conocer serán muy similares a las de los pilotos actuales, y engloban tanto conocimientos aeronáuticos básicos como sobre los procedimientos habituales de vuelo.

El sector que más demandará esta clase de profesionales es el de defensa, aunque también se les verá en agricultura, construcción, fotografía, minería, transporte, seguridad y servicios de emergencia. “Los próximos 20 años probablemente vean el crecimiento en número y diversidad de los trabajos de los operadores de vehículos de control remoto a medida que las flotas militares y civiles de aviones, botes y vehículos terrestres se expanda”, señala el informe. Así que prepárate: a lo mejor puedes cobrar como un piloto de avión sin moverte del sofá de casa.

Expertos en experiencia del cliente

Pueden llover ranas y que el sol salga por el oeste, que hay algo que nunca cambiará: seguiremos comprando y consumiendo cada vez más. Solo que ya no lo haremos, muy probablemente, en tiendas físicas. ¿O sí? Según señala el informe, “la gente aún visitará las tiendas y oficinas del futuro por el importante factor que es la experiencia”. Como ocurre en tantos otros aspectos de la experiencia humana, a medida que el consumo se deshumaniza, “el valor marginal del mundo físico aumenta”. Por eso, la creatividad y la imaginación serán factores importantes en los empleados de dicho sector.

El supermercado será un medio de aprendizaje en el que uno no solo podrá comprar arroz, sino aprender a hacer una paella o descubrir si el vino es bueno

Poco a poco, equipos formados por expertos en psicología, marketing, diseño y “un complejo entendimiento de lo que los clientes y la sociedad quiere realmente” terminarán tomando las decisiones más importantes en lo que concierne a la experiencia del cliente, que será tanto física como virtual. ¿Cómo será el supermercado del futuro? Según el informe, un lugar donde eliges qué quieres y tu pedido llega a casa antes que tú; un escaparate donde uno se puede sentar con un café, preguntar al experto y seleccionar lo que desea simplemente señalándolo. “El supermercado del año 2035 será un medio de aprendizaje y de moda” en el que uno no solo puede comprar arroz, sino aprender a hacer una paella o descubrir si de verdad el vino es bueno.

Ayudantes de salud preventiva personalizada

Cada vez más investigaciones, como las recientes sobre el alzhéimer o el cáncer, nos indican que la medicina del futuro será personalizada. Al menos, para el que se la pueda pagar. Su papel, como de los analistas de 'big data', es entender e interpretar la cada vez mayor información disponible. “Ayudarán a sus clientes a evitar enfermedades crónicas y relacionadas con la dieta, mejorar su funcionamiento cognitivo y proporcionarles guía y apoyo personalizado, así como mantener contacto estrecho a lo largo del tiempo”, señala el informe.

El origen se encuentra, espiritualmente, en los entrenadores de 'fitness', una profesión que se ha popularizado enormemente durante los últimos años. Su rol pronto se extenderá a la nutrición, debido a la cada vez mayor prevalencia de las enfermedades relacionadas con la dieta, así como las crónicas. De ahí que la medicina preventiva y los tratamientos personalizados cobren una gran importancia, sobre todo desde el punto de vista económico. También la salud mental y el bienestar en general: “A medida que la ciencia descubre más cosas, los entrenadores personales del futuro pueden centrarse en ayudar a la gente a adoptar estilos de vida saludables que conduzcan a una buena salud mental”.

Chaperón 'online'

Es posible que nos hayamos olvidado del significado de la sonora palabra “chaperón”, más popular en países de Latinoamérica como Chile, Colombia o Costa Rica y que según el diccionario de la RAE, es la “persona que acompaña a una pareja o a una joven para vigilar su comportamiento”. Así pues, se trata de aquellos empleados que supervisan los “intereses online” de sus clientes, especialmente en lo que respecta a los riesgos asociados con internet. Deberán disponer de conocimientos en robo de identidad, fraude en la red, acoso en las redes sociales y daño a la reputación.

El cibercrimen va a ser cada vez más frecuente, señala el informe, por lo que esta figura cobrará cada vez mayor relevancia. “Las agencias de seguridad probablemente tendrán problemas a la hora de proporcionar una protección suficiente, y los individuos y compañías tendrán que buscar apoyo adicional”. Ahí es donde irrumpen estos chaperones, que pueden llegar a jugar para sus clientes un papel tan importante como el del abogado, el contable o el médico.

Las macrotendencias del futuro

El informe, aparte de delimitar los seis trabajos que acabamos de abordar, también se detiene en otras tantas macrotendencias que marcarán el futuro inmediato, y que enumeramos a continuación:

1. La segunda mitad del tablero: la velocidad con la que se producirán los avances tecnológicos provocará que las nuevas máquinas sean capaces de llevar a cabo tareas hasta ahora desempeñadas por el nombre mucho más rápido y de manera más eficiente.
2. Fronteras porosas: los mercados de trabajo y las estructuras organizacionales no se parecerán en nada a lo que conocemos. Bueno, tan solo un poco: el trabajo pronto será más flexible, más ágil y más conectado.
3. La era del emprendedor: se acabaron las grandes organizaciones y los empleos para toda la vida. Viviremos en la era de “una empresa, un puesto de trabajo” que obligará a que el empleado deba desarrollar habilidades de emprendimiento.
4. Demografía divergente: la población australiana, como la española y la de gran parte de las sociedades occidentales, está envejeciendo. De ahí que es probable que la edad de jubilación se retrase.
5. El listón sube: la implantación de sistemas automatizados aumentará la complejidad del trabajo, por lo que incluso los novatos que aspiren a su primer trabajo deberán estar mejor preparados que antes. 
6. Intangibles tangibles: la tendencia de expansión de los servicios, así como de sectores como la educación y la salud, seguirá presente. Viviremos en la economía del conocimiento, donde las habilidades personales y la inteligencia emocional serán clave.

1 comentario:

  1. Muy interesante artículo.
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