jueves, junio 30, 2016

Descubre si tus capacidades profesionales sirven para algo


Quizá el mayor obstáculo cuando buscas un trabajo o estás pensando reinventarte profesionalmente y dar un giro radical a tu carrera, sea que tus capacidades están obsoletas, y que no puedes responder a las exigencias del mercado laboral o de lo que buscan realmente las empresas. Aquí encontrarás varias listas de habilidades profesionales que resultan indispensables para tu futuro laboral.

Si buscas un empleo o has hecho caso de quien te recomienda un cambio radical en tu carrera -lo que muchos llaman una reinvención profesional- probablemente habrás descubierto que las habilidades profesionales que te llevaron un día a un puesto de trabajo hoy se han quedado anticuadas; o que las capacidades con las que supuestamente te has armado durante la carrera -gracias a la Universidad o a un posgrado- no satisfacen las necesidades del mercado laboral ni de las empresas que podrían contratarte.

El objetivo es diferenciarse: presenta nuevas credenciales
adaptadas al nuevo mercado profesional

Lo importante es diferenciarse profesionalmente del resto para llamar la atención de quienes buscan candidatos para un puesto. En esa distinción profesional inevitable resulta fundamental hacer las cosas de un modo muy diferente a como las hacíamos hasta ahora. Si tu objetivo es el cambio debes aportar un nuevo valor y presentar nuevas credenciales profesionales, capacidades y habilidades completamente distintas y adaptadas al nuevo mercado de trabajo.

Margarita Álvarez, directora general del Observatorio de Innovación en el Empleo de Adecco afirma que "el gap entre el mundo académico y la empresa está realmente en las habilidades y capacidades profesionales. Pero lo que se buscan son habilidades transversales, que resultan las más difíciles de enseñar. Es necesario sensibilizar a los candidatos acerca del hecho de que hoy se exigen capacidades (soft skills) que no son meros conocimientos ni habilidades técnicas. Se trata de capacidades comerciales, comunicación, liderazgo, o capacidad de seducción".

Margartita Álvarez insiste en que "hoy se puede enseñar cualquier cosa que se refiera al conocimiento técnico, pero no es tan fácil en el caso de las capacidades transversales, que son las que se refieren a la actitud".

A esto hay que añadir el hecho de que, cada vez más, las compañías trabajan por proyectos. Hoy en uno, mañana en otro... Se buscan por tanto profesionales móviles y adaptables.


Cristina Soler, talent manager de Experis, añade que "hoy todas las competencias están en la transformación digital, que es el denominador común. Se trata de dar una vuelta de tuerca a las competencias tradicionales, pero desde un contexto digital. Motivación, iniciativa, creatividad, también se dan a través de la red".

Para Soler, "capacidades básicas, como el trabajo en equipo, se transforman en competencias digitales en la medida en que se trabaja de esta manera. También se valora la capacidad de aprendizaje, pero con un denominador digital. Aquí hay que tener en cuenta la importancia de las plataformas, o la pertenencia a foros y grupos".

Cita asimismo otras capacidades tradicionales, como el liderazgo, que deben verse desde la perspectiva de estar en red: se trata de dirigir y motivar equipos distribuyendo cargas y tareas con un seguimiento en el entorno digital.

Por su parte Angel López, director asociado de Talengo, coincide en que las nuevas capacidades deben complementar a las clásicas: "Es necesario revisarlas en función de las nuevas exigencias, y esta no es tanto una cuestión de forma como de fondo. Las grandes habilidades siguen siendo las mismas, pero es necesario incorporar otros indicadores".

López cree que el mercado demanda profesionales que incorporen el hecho de tener y compartir una visión. Se trata de encontrar líderes con una visión de la compañía, capaces de construir y que operen en entornos colaborativos y en equipos multidisciplinares.

Además, se valora a aquellos que transformen el entorno, con una aproximación diferente a los clientes y a los profesionales. Hoy los negocios migran muy rápido y es necesario adaptarse a esa vorágine de cambios.

A todo esto López añade la exigencia de profesionales que inspiren a sus equipos y a los clientes. Insiste en las habilidades clásicas frente a las novedosas y asegura que la marca personal y el manejo de redes resultan críticos en un entorno en el que pocos líderes invierten en reputación digital y marca personal.

Por último, se refiere a la búsqueda de profesionales que sepan gestionar el talento diverso: "Hay un número creciente de organizaciones con equipos multigeneracionales y multiculturales y se deben entender las redes, los espacios colaborativos y la autonomía para obtener resultados".

¿Tienes las 'herramientas' que exige el mercado laboral?

Más capacidades que te resultarán indispensables: El World Economic Forum distingue entre habilidades, herramientas básicas y transversales. En Según 'The future of job and skills', del WEF, más de un tercio de las competencias profesionales que serán más valoradas en los perfiles profesionales de 2020 no son consideradas como cruciales hoy. Esta lista de habilidades y herramientas también sirve de guía para actualizar aquello que los empleadores consideran más necesario:
  • Habilidades: Por un lado están las cognitivas, y entre ellas destaca la flexibilidad y la creatividad, sin olvidar el razonamiento lógico, la sensibilidad para los problemas, el razonamiento matemático y la capacidad de visualización. Por lo que se refiere a las habilidades físicas, el estudio del WEF destaca dos fundamentales: fortaleza y destreza manual o precisión.
  • Herramientas básicas: Entre las herramientas de contenido se destaca el aprendizaje activo, la expresión oral, la comprensión lectora, y la expresión escrita. Además, el WEF habla de 'herramientas de proceso', que básicamente son la escucha activa, el pensamiento crítico y la capacidad para monitorizarse.
  • Herramientas transversales: Para empezar, están las consideradas como herramientas sociales: coordinación con otros, inteligencia emocional, negociación, persuasión, orientación a servicio y capacidad para enseñar.
  • Hay que añadir además una serie de 'herramientas sistémicas’, como la toma de decisiones y la capacidad de juicio o el análisis. Y también resultan determinantes las herramientas que se refieren a la capacidad para resolver problemas complejos. El World Economic Forum se refiere a otro grupo de herramientas de gestión, como la administración de recursos financieros, la gestión de recursos materiales, de personas y del tiempo.
  • El último grupo son las herramientas técnicas: capacidad para mantener y reparar equipos, de control y operaciones, de programación, control de calidad, o diseño de experiencia de usuario.

La necesidad de un 'tuneo' profesional

  • En mercados como el estadounidense, cerca de un 70% de los empleadores ofrece ya a sus empleados formación adicional formal. Según un reciente estudio del portal CareerBuilder, esta formación cubre nuevas capacidades, tanto 'soft' como 'hard', que van desde la habilidad para hablar en público hasta el análisis de datos. Un número creciente de grandes compañías ofrece acceso gratuito a proveedores de educación en nuevas habilidades como Lynda.com, una web educativa que brinda cursos en varios idiomas sobre negocios, tecnología y habilidades creativas, que brinda tutoriales online. Del mismo modo que Lynda, sitios como Coursera, Udemy, o EdX proporcionan cientos de clases online que suelen ser gratuitas o de bajo coste, y que suponen una ayuda notable para aquellos que desean reciclarse profesionalmente por su cuenta.
  • Cuando hace apenas un año LinkedIn adquiría Lynda.com por casi 1.400 millones de euros, no sólo estaba cerrando una operación que aprovecha un tráfico millonario de usuarios para ofrecerles servicios de formación. También pasaba de ser un simple 'pool' de talento para convertirse en algo más, que añade formación y ayuda a los candidatos a cualificarse. La iniciativa de LinkedIn pone de manifiesto el déficit de capacidades -no sólo tecnológicas- que una gran mayoría de profesionales arrastra desde su paso por la Universidad y por muchas escuelas de negocios. Se trata de una carencia que las empresas no toleran y que afecta a las posibilidades de acceder a un puesto de trabajo que tienen cientos de miles de candidatos.
  • A partir de ahora, los agentes tradicionales en el negocio del reclutamiento -cazatalentos, consultoras, empresas de empleo temporal o plataformas de selección- tengan que añadir obligatoriamente a sus funciones habituales la de dar un barniz formativo -un plus de capacitación- a los candidatos que presentan a las compañías, para que éstos resulten adecuados a sus exigencias y necesidades. A quienes buscan un empleo les puede resultar muy complicado conseguir un puesto si no son capaces de acceder a ese proceso de reciclaje profesional. 
Tino Fernández

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