martes, mayo 17, 2016

Cómo dar feedback negativo en 7 tips


La construcción de relaciones de confianza, honestidad y una cultura del feedback suele ser uno de los mayores retos para las empresas. Aunque parezca contradictorio, es particularmente difícil en organizaciones con una cultura corporativa donde predomina un buen ambiente cordial, agradable, respetuoso y tranquilo. Si bien estas cualidades son verdaderos puntos fuertes de la organización, también pueden crear barreras para la sinceridad y el feedback, sobre todo cuando se trata de comunicar críticas o exponer situaciones conflictivas al interlocutor. 

Según Jennifer Porter, del Harvard Business Review, algunos de los desafíos a los que se enfrentan las organizaciones, sobre todo las más "nice", son:

1. Miedo a herir a alguien

La mayoría de líderes tiene miedo a ofender a alguien si comparte un punto de vista  opuesto o comentarios críticos. De hecho, muchos estudios demuestran que un feedback negativo puede llegar a causar dolor físico, por eso en la mayoría de las organizaciones hay cierto temor a ir en contra de los demás, sobre todo en las culturas más nice.

2. Se espera que un líder sea respetuoso y profesional en todo momento

En general, muestran siempre las cualidades positivas y ocultan las críticas. Pero aprender una nueva cualidad como la sinceridad o la honestidad en el feedback es una obligación adherida al puesto. Todos somos inhábiles cuando intentamos hacer algo nuevo por eso hay que ser paciente e ir introduciendo poco a poco esta cultura del feedback, para que todos la perciban como una mejora y no una falta de respeto.

3. No hay modelos a seguir, sobre todo en la cúpula directiva

Cuando los empleados observan a sus responsables y los perciben como personas cálidas y positivas, también a veces lo interpretan como una señal poco auténtica o impostada que demuestra la poca atención que prestan a su trabajo. Y es que los líderes que rara vez ofrecen opiniones positivas o negativas no están ejerciendo todas las funciones del puesto.

No es lo mismo decir "buen trabajo" que elogiar a alguien citando específicamente por qué lo ha hecho bien, y a la inversa con los comentarios negativos.

4. No se juega con la cultura corporativa

Cuando la cultura de una empresa es conocida por su amabilidad, la gente se siente orgullosa y comprometida. El buen ambiente es una parte clave de lo que los atrajo a la organización y lo que los retiene.  Por eso los empleados suelen ser reacios a probar cualquier cosa que pueda poner en peligro este clima.

Edgar Schein, el renombrado experto en cultura organizacional y profesor emérito de la Sloan School of Management del MIT, señala que una vez que se establecen las normas culturales, tales como no dar opiniones negativas, es más fácil que las personas se resistan al cambio "por la negación, proyección, racionalización, o varios otros mecanismos de defensa" y a la modificación de sus patrones de comportamiento.

Teniendo en cuenta estas barreras, ¿cómo una buena organización puede crear una cultura del feedback sincera? Es posible, pero no es fácil.

Basándose en su propia experiencia como coach especializada en directivos, Porter asegura que cualquier líder y organización, por muy "nice" que sea, puede crear una cultura corporativa más rica y franca, siguiendo estos siete pasos:

1. Comienza por ti mismo

Dado que eres tú quién ha decidido cambiar la dinámica de la organización, empieza por ti mismo.

Demuestra que tienes el suficiente compromiso para llevar a cabo esta transformación organizacional y diseña y comparte un plan para lograrlo. Informa a tu equipo acerca de tu compromiso y pide ayuda. La investigación de Robert Cialdini sobre el compromiso y la coherencia pone de manifiesto que es más probable que cumplamos las metas que nos hemos propuesto públicamente, porque ese objetivo se convierte en parte de nuestra identidad colectiva.

2. Pide opinión y escucha a tu interlocutor

Solicita opiniones honestas acerca de tu actitud como líder y tu capacidad para emitir comentarios positivos y negativos respecto al trabajo ("¿Cómo puedo ser un líder más eficaz? ¿En esa reunión podría haberlo hecho de otra manera para ser más productivo?"). Escuchar con atención y mostrar interés por la perspectiva de los demás te ayudará a decidir lo que deseas cambiar o mejorar de tu comportamiento. Tampoco olvides mostrar agradecimiento.

3. Sé reflexivo en tu argumentación

Ser más honesto y franco en tus comentarios tampoco nos da licencia para decir lo que queramos, cómo y cuándo queramos. El verdadero objetivo de crear una cultura del feedback sincera es ayudar a las personas a desarrollar estas habilidades y por lo tanto ser más eficaces individualmente y en grupo.

4. Sé paciente y acepta la inexperiencia o los errores iniciales

Al igual que el aprendizaje de cualquier nueva habilidad, la capacidad de emitir y aceptar críticas también necesita de tiempo. Debemos aprender a aceptar nuestros errores primero para luego volver a intentarlo.

Además, cuando la cultura del feedback involucra a otras personas es probable que haya malentendidos, sentimientos heridos, u otro tipo de conflictos. Pero piensa que el malestar y los errores significan que estás en el camino correcto.

5. Corrige los errores a tiempo

Cometer errores es natural. No reparar cualquier daño que haces no lo es. Si te responsabilizas del error y pide disculpas públicamente, no solo estás mostrando el respeto que se merece a tu interlocutor, sino que también estás enviando un mensaje de gran calado en tu organización: los líderes también cometen errores cuando están aprendiendo algo nuevo y también se disculpan.

6. Detecta cuándo no debes dar feedback

Hay momentos en que la sinceridad es legítima y otros no. Por ejemplo, cuanto el objetivo es echar la culpa a alguien en lugar de buscar soluciones, cuando estás demasiado enojado, cuando la crítica se centra en la personalidad y no en el comportamiento, cuando se basa en rumores o cuándo ya has hecho muchos comentarios negativos.

7. Adopta una mentalidad de mejora continua

Mira lo que otros están haciendo bien y muestra predisposición a aprender. Analiza lo que funciona y lo que no y crea estrategias para mejorar. Al igual que el aprendizaje de cualquier nueva habilidad, se trata de un proceso iterativo y constante.

Como dijo una vez Warren Bennis, escritor y gurú de la motivación, "Los líderes saben la importancia de tener a alguien en su vida sin miedo a decirle la verdad" Sé esta persona para los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario