miércoles, abril 20, 2016

Cinco propuestas concretas para reactivar el empleo


Menos impuestos al trabajo, apoyo a las pymes y reducir la litigiosidad, entre las propuestas.

El panorama laboral no deja de ser complejo, para empezar, porque todavía no hay cifras creíbles sobre cuántas y quiénes son las personas que no tienen trabajo. "No tenemos números ciertos de la verdadera tasa de desempleo", dice Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía, en la UB. Como ex director de estadísticas del Indec, cargo que ejerció antes del kirchnerismo, explica que "se sospecha que el Indec subestimó la tasa de desempleo con el mecanismo de medir a los desalentados, aquellos que dejaron de buscar trabajo y que no se incluyen como desocupados".

Para el economista, cualquiera que sea la cifra de desempleo, probablemente esté hoy por encima de los dos dígitos, lejos del 5,9% (según datos del Indec del tercer trimestre de 2015 y últimos disponibles). "La tasa de desempleo no debería superar el 5%. Hasta ahí tiene cierta lógica por la gente que cambia de trabajo y está temporalmente sin ocupación. Tuvimos desempleo de dos dígitos por primera vez en 1995 por el efecto tequila."

Cuando hay desocupación, los que no estuvieron nunca en el mercado de trabajo son quienes menos posibilidades tienen de obtener un empleo de calidad. Quienes tienen hasta 28 años son los más castigados por el desempleo, ya que cuando se postulan para un trabajo son rechazados por falta de experiencia. Además se calcula que hay alrededor de un millón de jóvenes que ni trabajan ni estudian, a quienes se denomina ninis.

Vale recordar también que existe un 35% de personas que trabajan, pero que están en la informalidad, sin ninguno de los beneficios que establece la ley y sin derecho a una jubilación al finalizar su etapa laboral.

También, a partir de la caída de la actividad económica en el segundo semestre del año pasado, se produjo una baja del empleo en el sector privado, sobre todo en la industria de la construcción, además de una reducción de horas de trabajo, tal como se vio en la industria automotriz.

1- Ayudar a quienes trabajan por primera vez

Para favorecer el primer empleo, el Gobierno está redondeando un proyecto de ley que restará el importe de las contribuciones patronales al salario de los jóvenes de (en principio) hasta 28 años que ingresen al mercado laboral. Hasta hace unos días se pensaba en este plan dentro del marco del llamado Plan Belgrano, que busca reactivar las zonas del NOA y NEA (Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa y Santiago del Estero), que están más castigadas por el trabajo informal, la pobreza y el desempleo. Sin embargo, desde el Ministerio de Trabajo ahora se busca extender el beneficio a todo el país.

Según allegados al organismo, hasta ahora, de cada $ 100 de remuneración en bruto, el empleado obtiene $ 83 de bolsillo después de pagar sus aportes, y el empleador debe pagar $ 128 por contribuciones patronales. El proyecto, aún en revisión, busca que el empleado obtenga lo mismo de bolsillo, pero que el empleador pase a pagar $ 97 a modo de incentivo para expandir su planta de personal.

Según Jorge Gebhardt, director del Departamento de Impuestos de Aguirre, Saravia & Gebhardt, los aportes que hoy hacen los empleados son: Anses: 11%; obra social, 3 %; PAMI, 3%. Las contribuciones patronales son: Anses: 21% o 17%, según la actividad y el volumen de ventas de la empresa. Por lo general la gran empresa está sujeta al 21% salvo las de construcción, que si tienen ventas no muy altas bajan al 17%, y obra social: 6 por ciento.

"Si el decreto elimina total o parcialmente la contribución patronal, el aporte del Estado debería ser idéntico a lo que se le reduce exime al empleador de manera de no desfinanciar ni a la Anses ni a las obras sociales", dice Gebhardt. Desde el ministerio confirmaron que "el Estado va a subsidiar la diferencia de cargas sociales". Los aportes y las contribuciones son necesarios para obtener, entre otros beneficios, la posterior jubilación.

"Es muy importante que el primer empleo sea formal, para que la persona tenga una mejor trayectoria laboral", agregaron desde la cartera laboral. Se trata de un beneficio en el que se disminuyen las cargas de los primeros 36 meses para así facilitar el primer empleo registrado y formal. A medida que vaya avanzando en el tiempo, el beneficio irá disminuyendo. Además, el proyecto (sujeto a cambios) contempla extender esta ventaja para mujeres de mediana edad que nunca trabajaron, o que siempre estuvieron en la informalidad.

2- Del plan social al trabajo privado registrado

El empleo privado dejó de crecer significativamente a partir de 2008. La principal fuente de creación de empleo formal fue el sector público, que aumentó su plantel en la década kirchnerista en 1,4 millones de empleados públicos más. Por otro lado, los planes sociales se multiplicaron. La propuesta del abogado laboralista Julián de Diego, esbozada en LA NACION ya en 2013, es incentivar a que las empresas privadas incorporen a trabajadores que tienen planes y seguir pagándolos durante dos años como parte del sueldo. "Después, la empresa se hace cargo de la totalidad del salario, y si el trabajador se queda sin empleo vuelve al plan", dijo De Diego.

3- Apoyar a la microempresa y a las pymes

El director de Investigación del Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la UCA, que recientemente presentó un informe sobre la pobreza en la Argentina (13 millones de personas), asegura que apoyar a la microempresa familiar es una manera de reducir la marginalidad social y "aumentar su productividad, vinculación comercial y generar empleo de calidad".

A través de una presentación durante el Foro de Convergencia Empresarial de ACDE, en 2014, sugirió que haya marcos regulatorios especiales en materia de seguridad social, con el fin de fomentar la creación de empleos productivos. "El desarrollo sustentable no se logra a través de más programas sociales, sino a través de la creación de empleos con mayor productividad, seguridad social y mejores salarios en los sectores pobres, excluidos, hasta ahora." Para el investigador, los microemprendedores pueden ser el motor de una nueva etapa de movilidad social.

El director del Departamento de Derecho del Trabajo de la Universidad Austral, Ricardo Foglia, sugiere ayudar a regularizar el trabajo no registrado y que exista un régimen específico para la pequeña empresa, "para que puedan registrar a los trabajadores y sean una fuente de empleo. Ellas tienen el mismo régimen laboral que las grandes empresas y esto conspira contra la creación de empleo registrado".

4- Reducir la litigiosidad

Foglia, también titular del estudio Foglia Abogados, habla de "normas en el ámbito laboral que son contradictorias y oscuras, lo que favorece la alta litigiosidad". Son las múltiples interpretaciones lo que lleva a que, por ejemplo, no se pueda establecer a ciencia cierta a cuánto asciende una indemnización por despido.

5- Fondo o seguro de desempleo

Hoy, con una prestación mínima de $ 400, se evalúa una suba para que sea realmente un puente, con capacitación incluida, hasta la reinserción en el mercado laboral.

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