martes, febrero 23, 2016

Más allá del CV: las competencias socio-emocionales más demandadas por las empresas

Basak Canboy es Profesora de Gestión de Recursos Humanos de Toulouse Business School Barcelona y está en la vanguardia de la investigación en el ámbito de los recursos humanos y la gestión de emociones. Doctorada y con un Master en Investigación en Management Science por la ESADE Business School, Basak es una profesional con una larga trayectoria a sus espaldas tanto en otras escuelas de negocio y universidades como en la empresa multinacional. Además es co-autora de publicaciones relacionadas con el desarrollo de competencias. Precisamente sobre este campo versa su artículo de hoy, el de las competencias socio-emocionales más demandadas por las organizaciones.

Una introducción
Las competencias, en general, son comportamientos y habilidades que resultan en rendimientos positivos en el puesto de trabajo.

En concreto, las competencias emocionales son las habilidades y comportamientos de una persona que ayudan a reconocer y gestionar sus propias emociones y las emociones de otras personas. A la vez, las competencias sociales se refieren a los comportamientos que resultan en interacciones positivas con los demás.

En el mundo laboral, no hay nadie que trabaje solo. Todos los trabajos requieren interacciones con otras personas: una abogada defiende a un cliente ante un juicio, un ingeniero se pone de acuerdo con arquitectos y constructores en una obra, o una directora de una empresa comunica la nueva estrategia de la empresa con el equipo para establecer confianza y compromiso.

“EL ÉXITO EN TODOS LOS TRABAJOS DEPENDE, ADEMÁS DE LAS HABILIDADES TÉCNICAS Y EXPERTAS DE LA PERSONA, DE LA FORMA EN QUE SE DESARROLLA EL ASPECTO HUMANO Y SOCIAL EN CADA SITUACIÓN”

El éxito en todos los trabajos depende, además de las habilidades técnicas y expertas de la persona, de la forma en que se desarrolla el aspecto humano y social en cada situación dada. Una gestión positiva de las emociones tiene un impacto positivo en la calidad de la relación profesional, mientras que la gestión equivocada puede arriesgar la colaboración tanto a corto como a largo plazo.

Las competencias socio-emocionales más demandadas por las empresas
Los retos actuales del mercado económico a nivel global han obligado a las empresas a revisar sus formas de trabajo desde las perspectivas de la gestión de proyectos, gestión del cambio y gestión de la diversidad. Para poder enfrentarse a estos retos con éxito, el talento en las empresas necesita entre otras cosas poder escuchar, saber regular sus propias emociones, ser empáticos y adaptables.

La escucha es probablemente la competencia más importante ya que nos ayuda en cualquier situación en la vida. Pensamos que el trabajo es aplicar el conocimiento técnico o las habilidades expertas y demostrarlo a los demás durante reuniones o en la elaboración de proyectos. Pero en realidad, es cuando escuchamos cuando aprendemos de los objetivos del cliente, las necesidades de una compañera o las aspiraciones de un empleado de nuestro equipo. La información captada a través de la escucha ayudará a entender mejor a los demás (empatía), a ajustar nuestras actitudes y la comunicación a las necesidades de la situación (adaptabilidad) y a evitar reacciones emocionales equivocadas (autorregulación).

“LOS RETOS ACTUALES DEL MERCADO ECONÓMICO A NIVEL GLOBAL HAN OBLIGADO A LAS EMPRESAS A REVISAR SUS FORMAS DE TRABAJO DESDE LAS PERSPECTIVAS DE LA GESTIÓN DE PROYECTOS, GESTIÓN DEL CAMBIO Y GESTIÓN DE LA DIVERSIDAD”

Aunque puede que las empresas todavía no busquen estas competencias directamente, suelen pedir otras: autonomía, creatividad, orientación a logros, comunicación, influencia, gestión de conflictos, desarrollo de los demás, liderazgo inspirador y trabajo en equipo. No obstante, para poder tener un buen nivel en cualquiera de ellas, los trabajadores deben dominar las competencias mencionadas anteriormente: la escucha, autorregulación emocional, adaptabilidad y empatía.

Trucos para adquirirlas y perfeccionarlas
Las claves para el desarrollo de las competencias socio-emocionales son el autoconocimiento, la retroalimentación – el feedback – y la reflexión autocrítica sobre el comportamiento de uno mismo.

La gran mayoría de empresas utiliza sistemas de evaluación del rendimiento que incluyen competencias críticas para las empresas. Durante las reuniones de feedback con los superiores, las personas reciben información sobre su comportamiento desde la perspectiva de los demás. Esto es la base de autoconocimiento que crea una concienciación con respecto al impacto del propio comportamiento en otras personas.

A partir de ahí, las personas pueden escoger situaciones concretas durante las cuales quieren “practicar” diferentes comportamientos. El trabajo ofrece un sinfín de posibilidades de probar nuevos comportamientos. Obviamente, siempre será mejor practicar este cambio en situaciones en las que el impacto de un posible error no sea grave. Avisar al entorno no sólo aumentará la probabilidad de que los interlocutores acepten un posible fallo, sino también la calidad de la retroalimentación.

“LAS CLAVES PARA EL DESARROLLO DE LAS COMPETENCIAS SOCIO-EMOCIONALES SON EL AUTOCONOCIMIENTO, LA RETROALIMENTACIÓN Y LA REFLEXIÓN AUTOCRÍTICA SOBRE EL COMPORTAMIENTO DE UNO MISMO”

De hecho, muchas universidades y también las empresas ofrecen cursos destinados al desarrollo de competencias. Estos cursos suelen incluir una variedad de elementos de apoyo, como por ejemplo:

Evaluaciones personalizadas del nivel de competencias socio-emocionales
  • Sesiones de coaching individuales para ayudar a los participantes a llegar a la profundidad necesaria de reflexión y a establecer planes de acciones para un desarrollo eficaz de ciertas competencias
  • Sesiones de coaching grupales para compartir experiencias y trucos de posibles comportamientos
  • Entornos “seguros” de trabajo en equipo para practicar los nuevos comportamientos y descubrir cuáles de las sugerencias funcionan bien para cada participante.

Los trucos para perfeccionar las competencias socio-emocionales pueden ser tan “simples” como tomar apuntes escritos o formular preguntas para mejorar la escucha. Sin embargo, hasta que el talento no se dé cuenta de que no escucha bien y del impacto que esto podrá tener en su carrera profesional, no hará ningún esfuerzo para perfeccionarlo.

“UN ALTO NIVEL DE COMPETENCIAS SOCIO-EMOCIONALES PUEDE TENER EFECTOS INVERSOS”

¡Ojo con la manipulación!
Un alto nivel de competencias socio-emocionales puede tener efectos inversos desde dos perspectivas. Por un lado, hay quien podría abusar de estas competencias para manipular a otras personas. Por otro lado, las personas con un alto nivel de autorregulación podrían gestionar sus emociones para que no les afecten ciertas situaciones difíciles y tomar decisiones que les permitirían avanzar en sus carreras, quizás al coste de quemar puentes relacionales con otras personas.

En ambos casos, los valores éticos de la persona en cuestión permitirán establecer el equilibrio sano para juzgar las situaciones y mantener los comportamientos adecuados.

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