miércoles, noviembre 26, 2014

Qué es y qué hace un LIDER Emocionalmente Inteligente

Hoy me gustaría hablarte del LÍDER emocionalmente inteligente, de ese tipo de persona que consigue contactar con las necesidades de su equipo, logrando un fuerte sentido de pertenencia y compenetración entre las personas…
Habrás visto decenas de veces la típica foto del iceberg, en la cual se dice que sólo un 10% del iceberg es lo que se ve desde la superficie del agua, el 90% restante queda por debajo de la superficie y por lo tanto, invisible (creo que si ese iceberg cobrara derechos de autor estaría viviendo a todo trapo). Con los equipos pasa lo mismo…
Al liderar equipos nos ocurre algo claramente similar. La parte realmente importante y más significativa del equipo queda por debajo de la superficie, invisible a los ojos de muchos, pero afectando enormemente a los resultados del equipo.
El trabajo en equipo funciona porque hay sinergia, confianza, compenetración, motivación, implicación, empatía, solidaridad, contacto e interacciones constructivas entre sus miembros, todas ellas son variables emocionales, no aparecen en una cuenta de resultados,
…no se facturan ni son un bien tangible del equipo, sin embargo determinan sus resultados.
El LÍDER Emocionalmente Inteligente
Queda por supuesto que el líder emocionalmente inteligente pone en práctica todas las competencias de la inteligencia emocional que describí con detalle en este artículo, pero además de ello, debemos tener en cuenta otros factores…

El LÍDER emocionalmente inteligente debe ser consciente de las variables emocionales del equipo, debe saber potenciarlas y conseguir que el equipo tenga una vida emocional nutritiva para todos sus miembros y que le ayude a conseguir buenos resultados en el proyecto.
El plan de trabajo, las responsabilidades, las funciones, los procedimientos, las reuniones de seguimiento, el organigrama, la estrategia son variables básicamente racionales de un proyecto, sin embargo las variables emocionales serán las que marquen la diferencia:
  •  ¿En qué medida los miembros del equipo están comprometidos?
  •  ¿Cuántos conflictos sin resolver hay en el equipo?
  •  ¿Cuál es la motivación de las personas?
  •  ¿Existe solidaridad y comprensión en el equipo?
  •  ¿Qué nivel de toxicidad hay en la comunicación?
  •  ¿Qué clima emocional hay en el equipo?
En cualquier equipo hay un clima, una atmósfera que se respira. Un campo energético que puede ser sentido por los miembros del equipo e incluso por las personas que observan al equipo desde fuera.
El clima emocional es el conjunto de sentimientos, actitudes y pensamientos que están presentes en el equipo, sería algo así  como el “tiempo que hace en el equipo”, puede haber tormenta, brisa, nubes, huracán, frío, etcétera.
Un líder emocionalmente inteligente debe de ser muy consciente del clima que hay en su equipo, proyecto o empresa, ya que de este dependerán en buena medida los resultados.
Las acciones que tiene que llevar a cabo el líder referente al clima emocional reinante en el equipo son dos:
1. Por un lado ser capaz de ser sensible a Éste, de medirlo y de hacer una lectura fiable. Esta lectura se conseguirá hacer si el líder es sensible a las necesidades del equipo, si empatiza con la energía que se vive entre sus miembros y si es capaz de notar el mensaje de dicho campo energético. Cuando hablamos de campo energético no nos referimos a ningún aspecto esotérico del equipo, sino a la expresión del mismo, sus interacciones, tono de voz, lenguaje no-verbal, silencios, miradas, gestos, temas sobre los que se habla (y los que no) y lo que se dice de ellos.
2. Pero no sólo sirve leer el clima emocional, ya que muchas veces este clima es producido por el líder mismo del equipo. Por lo tanto, conviene ser conscientes de que el observador (líder) tiene una gran influencia sobre lo observado (equipo), de hecho se demuestra que la mayor parte del clima reinante en los equipos es producido por la interacción con los líderes o gestores del equipo con el equipo mismo. Por tanto, introduciré el concepto de clima emocional consciente, que en definitiva es creado conscientemente por el líder para provocar en el equipo una u otra experiencia.
De esta forma, si nos encontramos ante un equipo desmotivado como líderes y haciendo uso de nuestra comunicación, lenguaje no-verbal, palabras y tono de voz, podremos abanderar la motivación, la pasión y la implicación como lo haría un entrenador con su equipo en el descanso del partido. O si nos encontramos con un equipo demasiado disperso y con pocas ganas de ponerse manos a la obra, podremos influir en este para que focalice su energía en los temas importantes para la empresa.
El líder emocionalmente inteligente no sólo consigue conectar con su equipo, con sus necesidades y componentes de forma sincera, sino que además puede movilizar la energía del equipo en una u otra dirección.
El líder es un creador de climas emocionales, no debe olvidarse de que lo hace, quiera o no. Y por lo tanto más vale que lo haga conscientemente, creando las experiencias emocionales que considera importantes para su equipo en cada momento.
Nuestras empresas están llenas de racionalidad, el propio modelo económico es así. Pero no nos olvidemos del iceberg y de su influencia: El 10% que ves es la expresión del restante 90%.
Un líder debe bucear en las aguas heladas para ver qué hay por debajo de la superficie.
Que tengas un gran día.
César Piqueras

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