lunes, octubre 21, 2013

Liderazgo Digital

Tal como prometí en mi último post, hoy quiero compartir algunas de las reflexiones que Javier Zamora, colaborador científico del Departamento de Sistemas de Información, hizo en la XIX Jornada de la Empresa en el campus del IESE en Madrid. Una ponencia magnífica, visual, amena y muy de actualidad.

Su primer objetivo era introducirnos en lo que él denomina “Densidad Digital”, que no es otra cosa que el número de personas, cosas y procesos con conexión a Internet en una organización, país o planeta. Previamente, hizo un recorrido histórico por los diferentes hitos por los que ha ido pasando el mundo de la “conectividad”. Desde aquellos viejos, históricos y superpesados ordenadores de mesa… a los actuales, ligeros, operando a velocidades hasta hace poco inimaginables, con múltiples aplicaciones para entornos colaborativos… Hizo referencia a una cita del CEO de Intel, muy reveladora: “Poner, cada año y medio en el mercado, un procesador diez veces más rápido que el anterior”.

Estamos en la era de la conectividad total, donde la movilidad, lo inmediato, lo novedoso, se comparte en un mundo global, con una rapidez, que ha hecho que algunos instrumentos de comunicación hayan quedado obsoletos en muy poco tiempo. Hemos pasado de cosas sencillas, como el compartir fotos, documentos, vídeos… a servicios mucho más complejos y sofisticados, basados en interacciones multitudinarias. Hoy es muy corriente oír hablar de Cloud Computing, Big Data, Crowdsourcing, Online y Offline, Showrooming, Social Media, Streaming … y esto exige, no solo ponerse al día, sino incorporar a nuestra empresa, a nuestro trabajo, a nuestra vida personal, ese mundo digital que tanto ha cambiado y va a cambiar los modelos de negocio, estilos de vida…

En el mudo empresarial es conveniente y hasta obligatorio que los directivos, los profesionales, desarrollen nuevas habilidades y capacidades para poder gestionar con conocimiento la nueva “mentalidad digital”. Hay que descubrir, conocer y dominar el “Liderazgo Digital”.

El éxito de una empresa será consecuencia de cómo logre gestionar esa “mentalidad digital”. El Líder Digital deberá:

  • Aportar visión pero cediendo protagonismo a sus colaboradores. La cultura organizativa ha de apoyar esta nueva filosofía que aparentemente parece contradictoria: aportar y ceder. Es necesario propiciar un entorno laboral donde los empleados se sientan libres para poder lanzar ideas nuevas. Este es el camino del aprendizaje colaborativo. Todos aportan, sin que por ello el líder deje de desempeñar su papel de guía. Las ideas deben fluir en todas las direcciones.
  • Ceder control pero diseñando las opciones. No es una tarea fácil. Toda “pérdida” de control hay que compensarla con un incremento en los índices claves del negocio (KPI). Muchas compañías se encuentran ante un dilema: Redes sociales en la organización ¿sí o no? Parece claro, que muchas de las organizaciones que han optada por dejar vía libre al uso de redes sociales en el trabajo, han conseguido generar más ideas,  más creatividad  y mayor motivación y compromiso en la plantilla.
  • Apoyarse en los datos pero confiando también en la intuición. Es una buena fórmula para mejorar la toma de decisiones. La capacidad analítica siempre ha dado buen resultado y demuestra que con ello se consiguen mejores resultados operativos, tanto en innovación como en valor de mercado. La intuición juega un papel importante a la hora de diseñar planes a largo plazo, por eso los líderes son pieza clave en un entorno de cambio. Pero no solo necesitan intuición, también necesitan imaginación. Es posible desarrollar estrategias soñando un mundo diferente.
  • Mantenerse pero siendo disruptivo. La mayor parte de las organizaciones que pretendan pasar de un mundo analógico a otro digital, no van a tener un camino fácil. Es posible que todo esto conlleve un cambio de cultura, de estructura, de procesos… Aparecerán conflictos en los que el líder deberá tender puentes de entendimiento. Combinar el “online” con el “offline” será una tarea apasionante. La comunicación jugará un papel decisivo para conseguir el compromiso de todos los que forman parte de la empresa.
  • Ser escéptico pero abierto de mente. Para ello los directivos que optan por un “Liderazgo Digital” han de jugar con frecuencia con el método de ensayo y error. Hay que quitarse prejuicios de encima y dar un voto de confianza al “mundo digital”. Una vez que se conoce y uno se familiariza con el, se podrá comprobar que los beneficios merecen la pena. Es difícil entender a un cliente, proveedor, empleado que ya está metido en ese mundo, si uno se encuentra fuera.

Javier Zamora, me perdonará por este resumen, que no recoge ni con mucho todo lo que el presentó con gran brillantez. Al menos, dejo reflejadas las cinco habilidades que la clase directiva deberá tener en cuenta para afrontar el futuro con más garantías de éxito.

Jaime Pereira  

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