Este fin de semana me encontré con esa reflexión que hacía César Quintanilla, Presidente de Jovempa. En realidad para ser exactos añadía: “No es bueno que todo el mundo emprenda, igual que no es bueno que todos sean funcionarios”. Estoy de acuerdo. Ningún país puede salir adelante sólo con negocios de este tipo, ni con un funcionario por metro cuadrado y otro que aspira a serlo.
Necesitamos un equilibrio
Sin embargo tampoco es de extrañar que para muchos españoles parados de larga duración, la idea de emprender sea su tabla de salvación, sobre todo si no ven factible la idea de trabajar fuera de su país y no les quedan puertas donde llamar. Son tiempos en los que sentenciar con frases como la de arriba puede herir sensibilidades. Pero será mala opción si emprender no va de la mano de una buena formación.
En lo que coincido plenamente con este representante de los jóvenes empresarios es en la defensa de la cultura empresarial. No importa si el fin es el de emprender como el de aprender, la cuestión es que en asuntos empresariales estamos muy verdes, y no se puede alentar a un segmento de la población a que invierta el poco dinero que tiene sin tener un proyecto bien definido.
“Es importante que todo aquel que se quiera montar una empresa sepa dónde se mete. Aquel emprendedor que a los seis meses cierra es porque no lo ha pensado bien, no ha hecho un plan de empresa, no ha tenido en cuenta la tesorería… Por eso creo que son tan importantes los cursos de formación, porque con ellos conseguimos que aumente la tasa de supervivencia de las empresas”.
La cultura emprendedora debe habitar en nuestra sociedad como una posibilidad más en el terreno laboral. Cuando en el momento que a todos nos surge la pregunta “¿qué hago con mi vida?” el emprender debería ser tomada en cuenta como una opción más siempre y cuando sepamos qué pasos dar y los encargados de formar lo hagan adecuadamente.
César Quintanilla destaca la importancia de la implantación de la responsabilidad limitada para el emprendedor, ya que si tu proyecto fracasa es importante tener garantizados tus bienes, principalmente la casa. Pero sobre todo, es fundamental que se faciliten los trámites para poner en marcha una empresa.
Una cuestión en la que todos estamos de acuerdo porque darse de alta como autónomo sigue siendo caro y si a ello unimos los gastos de luz, teléfono, etcétera, sólo nos encontramos con un freno demasiado grande que en nada beneficia a quien tiene claro ‘eso’ de emprender.
Fomentar la cultura emprendedora está bien pero insisto como una posibilidad más al salir del sistema educativo y así saber que hay alternativas además de la de trabajar por cuenta ajena pero siempre con una cierta garantía al menos a nivel de preparación que además de ser una obligación nos ofrecen desde muchas instituciones con cursos gratuitos.
Joana Sánchez
No hay comentarios:
Publicar un comentario