jueves, septiembre 05, 2013

Trabajar con un jefe que no toma decisiones

 La velocidad en la toma de decisiones puede marcar el éxito o el fracaso de una operación empresarial. ¿Qué ocurre cuando el que tiene esa responsabilidad no cumple con ella? Pilar Jericó, presidenta de Be-Up, comenta que uno de los mayores problemas puede ser la pérdida de negocio porque la competencia se haya adelantado. 

Según David Comí, socio de Incrementis, “no tomar decisiones es entrar en un terreno de no actuación, pérdida de control de la situación y, lo más grave: indefinición en las acciones a tomar en la empresa y en los objetivos de los colaboradores, llevando a la confusión, a la variación de criterios y a la postergación de decisiones”, explica David Comí. 

Cómo actuar 
Ante un jefe presente pero ausente, ¿cómo deben comportarse los empleados? Algunos expertos consideran que, si hay confianza suficiente, deben hablar con el interesado. Diciéndole las cosas cara a cara, siempre desde el respeto, la madurez y con una orientación constructiva. 

Para Fernando Botella, CEO de Think&Action, hay que averiguar por qué se comporta de esta manera. Si se debe a que no puede o no tiene el talento para tomar algún tipo de decisiones, el equipo debe suplir sus carencias. 

Comí considera que la responsabilidad de este comportamiento no recae sólo en el profesional que está a cargo de un grupo: “Para que un jefe pueda o quiera tomar decisiones, los profesionales deben actuar de forma proactiva: presentando propuestas, alternativas o soluciones viables para que el superior pueda escoger valorar y, finalmente, tomar decisiones”. El socio de Incrementis hace especial hincapié en que “el empleado tiene que presentar plazos de ejecución estableciendo fechas de decisión”. 

“Para que un jefe actúe, el empleado debe presentar propuestas y alternativas” 

Respecto al papel de los colaboradores, Jericó señala que “en organizaciones con estructuras planas es recomendable que el trabajador tome decisiones, aunque en empresas muy jerárquicas, puede no ser adecuado. Por ello, siempre es bueno usar la influencia, la mano izquierda, conducir la conversación hacia la decisión a la que hubiera llegado él o ella”. 

Comí afirma que “elevar la queja a un eslabón superior sólo se debe contemplar si al jefe se le han ofrecido las propuestas necesarias para que tome la decisión y no lo hace”. 

¿En qué se pierde efectividad? 
Definición de estrategia. Hacer estrategia es elegir. Si se falla en esta tarea, la orientación del negocio se resiente. 

Liderazgo. Un jefe debe estar continuamente cuestionándose el status quo de su organización, para saber qué es necesario seguir haciendo y qué es importante dejar de hacer. 

Objetivos claros. Un jefe incapaz de decidir genera confusión, desconfianza y desorientación en el equipo. 

Adaptación a nuevos entornos. El contexto actual requiere agilidad para adoptar nuevas formas de trabajar y poder vivir en situaciones cambiantes e inciertas. 

Innovación. Sin decisiones no hay innovación. La creatividad se frena y esto relega a la organización y a los empleados a meros seguidores de las propuestas de los que crean nuevas propuestas.

Ángela Méndez

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